César del Castillo invita a rescatar lo mejor de la tecnología y apunta a una reflexión autocrítica

23 de marzo de 2023, 16:30 PM
23 de marzo de 2023, 16:30 PM

La pregunta ronda muchos espacios escolares y universitarios. ¿Contribuyen las redes sociales a mejorar las dinámicas de aprendizaje? Las opiniones son muy variadas. Abarcan desde quienes limitan al máximo el uso de dispositivos móviles en el aula, hasta quienes alientan su uso. Más allá de los cuestionamientos, las experiencias de aula marcan un horizonte alentador.

César del Castillo, docente y coordinador de la carrera de Periodismo en Unifranz, compartió su mirada en Educación y Sociedad, el espacio impulsado por EL DEBER para hablar de la innovación educativa y la transformación social.

“Es imposible pensar en una sociedad sin internet. Las redes sociales son parte de la cotidianidad”. Arranca con esta idea la entrevista. Más adelante plantea la necesidad de contar con ciertas reglas que ordenen su uso para bien de la familia y de enseñanza. “Las reglas permiten un uso inteligente de las redes sociales”, propone. Y pide “trabajar la autoeducación y la autocrítica” para ese uso adecuado de redes.

La pandemia ha incrementado el uso de internet en los hogares. Ahora, contar con una conexión domiciliaria se ha convertido en un tema de primera necesidad. Durante el confinamiento, esa misma conexión permitió a muchos estudiantes prolongar su proceso educativo.

Del Castillo lo sintetiza de manera firme. “La educación no puede estar separada del componente tecnológico, de internet”, destaca.

Como en tantas otras facetas, la tecnología cuenta con aspectos positivos y desventajas “que deben ser superadas”, insiste. La inclusión de la tecnología en los procesos educativos y de formación “rompe barreras” como lo ha demostrado en la pandemia.

“El desafío de la sociedad – matiza del Castillo- es superar las limitaciones y quedarse con lo mejor de la tecnología”. Uno de estos aspectos destacables lo han puesto de manifiesto los jóvenes. “Las redes sociales se han mostrado como un contexto idóneo para la solidaridad”, destaca. Como ejemplo, alude a los cientos de jóvenes que encuentran en los espacios de interacción virtual un aliciente para sus campañas en favor de los animales o del medioambiente.

Como docente, del Castillo también alerta sobre los peligros ocultos en internet. Menciona la existencia de redes de tráfico de personas escondidas tras perfiles falsos. Pero indaga aún más y advierte del tiempo dedicado por muchos estudiantes a las redes.

“No puede convertirse en una obligación; se ha perdido el equilibrio”, sentencia. Incluso, propone a los docentes orientar a los jóvenes en el uso de las redes y, anticipa, las reglas son un mecanismo.

Sugiere algunas pautas que se pueden considerar para “convivir con internet”. La primera y principal plantea “recuperar los espacios en la casa y la familia”, un paso para privilegiar la interacción en el hogar. Para ello, anima a implementar “un tiempo de conexión y de desconexión, para darse un momento”.

Del Castillo remarca la importancia de afianzar “un sentido crítico” que vaya acompañado de una educación emocional para enfrentar las diferentes redes sociales.