En un mundo cada vez más digitalizado, el papel de las mujeres, especialmente de las niñas, en la tecnología es crucial para garantizar un futuro equitativo e inclusivo

25 de abril de 2024, 10:07 AM
25 de abril de 2024, 10:07 AM

En un mundo cada vez más digitalizado, el papel de las mujeres, especialmente de las niñas, en la tecnología es crucial para garantizar un futuro equitativo e inclusivo.

A pesar de los avances en la inclusión de género en el sector de la tecnología, las cifras aún muestran una brecha significativa. Sin embargo, hay señales alentadoras de progreso, con un número creciente de niñas incursionando en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y desafiando estereotipos de género.

El acceso de las niñas a la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) está en aumento. Cada vez más programas y organizaciones se están centrando en fomentar el interés de las niñas en estas áreas desde una edad temprana, proporcionando oportunidades de aprendizaje y mentoría. Estos esfuerzos están comenzando a dar frutos, con más niñas mostrando interés y habilidades en disciplinas tecnológicas.

Giovanna Álvarez, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que, en la actualidad, se ha instaurado un movimiento global que busca garantizar la igualdad de oportunidades para que las niñas puedan participar activamente en la era digital.

“El objetivo es garantizar el acceso a la educación en áreas relacionadas con las TICs, así como a recursos tecnológicos y herramientas digitales, además que se rompe con el estereotipo de género que sugiere que las TICs son más adecuadas para los hombres”, indica la académica.

Desde el punto de vista pedagógico, Ariel Villarroel, de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de Unifranz, señala que las TICs desempeñan un papel importante para el empoderamiento de las niñas.

“Las TICs tienen el potencial de empoderar a las niñas al ofrecerles acceso a información, educación, habilidades, oportunidades de emprendimiento y conexión con redes de apoyo. Al mismo tiempo, ayudan a desafiar los estereotipos de género y a promover una sociedad más equitativa”, indica.

Según Villarroel, las TICs ayudan también al desarrollo de habilidades técnicas y blandas, plataformas en línea para emprendimientos, redes de contacto, concientización, activismo y desafío a estereotipos de género arraigados en la sociedad.

Desde 2010, el cuarto jueves del mes de abril, se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC con el objetivo de alentar a las niñas y mujeres jóvenes a considerar la posibilidad de orientar sus estudios y profesiones al campo de las carreras tecnológicas y cerrar la brecha de género que se evidencia a lo largo de los años.

Unifranz

Desde 2010, el cuarto jueves del mes de abril, se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC

Las TICs ayudan en el desarrollo educativo

Grecia Bello, coordinadora del Fab Lab Santa Cruz, sostiene que estas herramientas proporcionan:

        Acceso a una gran cantidad de información y recursos educativos de calidad, rompiendo barreras geográficas y socioeconómicas.

        Habilidades digitales, como la programación, el pensamiento computacional y la alfabetización digital.

        Educación a distancia y virtual, ampliando las oportunidades de aprendizaje para estudiantes en zonas rurales o con dificultades para acceder a la educación tradicional.

        Colaboración y trabajo en equipo, promoviendo la comunicación y el intercambio de ideas.

“Particularmente, me inspira la idea de que las niñas pueden ser agentes de cambio en este proceso. Es importante brindarles las herramientas y el apoyo necesarios para que puedan utilizar las TICs para defender sus derechos, promover la igualdad de género y crear un futuro mejor para todas las personas”, dice Bello.

Las niñas están demostrando su valía en campos que van desde la programación y el diseño web hasta la inteligencia artificial y la ciberseguridad. A través de iniciativas como campamentos de codificación, clubes de robótica y concursos de desarrollo de aplicaciones, las niñas están adquiriendo habilidades técnicas y desarrollando la confianza necesaria para sobresalir en el mundo digital.

Cerrar brechas de género

Sin embargo, a pesar de los grandes avances, persisten desafíos significativos. La brecha de género en la industria tecnológica aún es amplia, con menos mujeres ocupando roles de liderazgo y participando en sectores como la ingeniería de software y la investigación en ciencias de la computación.

De acuerdo con el informe Women in Science (mujeres en la ciencia) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el problema de exclusión de las niñas y mujeres en el mundo científico y tecnológico es evidente porque sólo el 30% de investigadoras y científicas en el mundo son mujeres; la matrícula de estudiantes mujeres en el campo de la tecnología de la información es  del 3%; en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, del 5% y en ingeniería, manufactura y construcción, el 8 % de matrículas son de mujeres. En disciplinas, como la inteligencia artificial y aprendizaje automatizado, las mujeres representan sólo el 22 y 12 por ciento, respectivamente, de la fuerza de trabajo.

Pese a estos datos, Bello, es optimista porque manifiesta que, al proporcionar a las niñas acceso a una gran cantidad de información y recursos educativos, “ellas ya están tomando decisiones informadas ricas en conocimiento, que contribuye a cerrar la brecha de género en educación y oportunidades de empleo”.

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La construcción de un futuro digital, verdaderamente, inclusivo y equitativo, demanda aprovechar el potencial completo de todas las mentes creativas

En tanto, Álvarez considera que para cerrar las brechas digitales se requiere un enfoque integral que aborde diferentes aspectos como: el acceso a los dispositivos tecnológicos, computadoras, tablets y teléfonos inteligentes, así como conexiones a Internet de alta velocidad, tanto en las viviendas como en las unidades educativas.

“Se debe enseñar a las niñas habilidades básicas de tecnología, como el uso de computadoras, navegación en Internet, entre otros. Estos programas deben estar disponibles desde una edad temprana y adaptarse a las necesidades específicas de las niñas”, aclara.

Ejemplos de la irrupción tecnológica y de cómo se están utilizando las TICs para empoderar a las niñas y promover la igualdad de género en todo el mundo, son innumerables. Destacan, sin embargo, las siguientes:

        Iniciativa "Girl Up" de la ONU que utiliza las TICs para movilizar a niñas y jóvenes en la defensa de sus derechos y la promoción de la igualdad de género.

        La plataforma "Technovation" brinda a las niñas la oportunidad de aprender sobre tecnología, desarrollar aplicaciones móviles y competir en concursos internacionales.

        La organización "Malala Fund" utiliza las TICs para apoyar a las niñas y jóvenes que buscan acceder a la educación y defender sus derechos.

        Girls in Quantum, de la joven chilena Elisa Torres, emprendedora y fundadora de esta plataforma digital que provee recursos digitales ocasionales a estudiantes, principalmente a niñas y adolescentes.

“Mi comunidad la denominé como Girls in Quantum, para atraer a más niñas. Si bien todos los estudiantes son bienvenidos, la plataforma está dirigida principalmente a las niñas. Tiene enfoque de género”, indica Elisa Torres, la adolescente chilena que llegó a la computación cuántica por un curso online durante la pandemia y que se desafío a emprender este proyecto. 

La construcción de un futuro digital, verdaderamente, inclusivo y equitativo, demanda aprovechar el potencial completo de todas las mentes creativas, independientemente del género.

Al empoderar a las niñas en las TICs, no solo estamos abriendo oportunidades individuales, sino también construyendo una sociedad más justa y próspera para todos.

“Es hora de invertir en el talento y la innovación de las niñas, asegurando que tengan un lugar destacado en la revolución tecnológica del siglo XXI”, concluye Villarroel.