Este jueves, Bolivia celebra el “Día de la Juventud”, fecha que busca concienciar sobre la importancia de garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y deberes

20 de septiembre de 2023, 9:00 AM
20 de septiembre de 2023, 9:00 AM


La juventud es una de las etapas más hermosas de la evolución humana en la que se cimienta la personalidad, las formas de pensar, de ser y de actuar.

Más allá de ser una etapa temporal de desarrollo entre la niñez y la adultez, constituye un estado mental, emotivo y experiencial, en el que se incorporan una serie de herramientas y conocimientos para vivir, para trabajar o relacionarse con el entorno.

Libertad Zeballos, docente de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que se trata de un momento de la vida en la que “soñamos, amamos y creemos con todo nuestro ser (…) y, sobre todo, sentimos que somos indestructibles”.

Este jueves, Bolivia celebra el “Día de la Juventud”, fecha que busca concienciar sobre la importancia de garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y deberes, en condiciones de libertad, respeto, equidad, inclusión, interculturalidad y justicia, a través de políticas públicas y de una activa participación en la construcción de una sociedad más justa.

Los jóvenes son el presente, fuerza vital de la sociedad y de compromiso. Les preocupa la situación en el planeta, la crisis económica, la extrema pobreza, el cambio climático o la violencia de género que los lleva a reflexionar sobre el motor que impulsa su existencia.

Ser joven implica tener una visión clara y un compromiso apasionado para lograr impacto positivo en la sociedad, que va más allá de la búsqueda de éxito material e implica una conexión profunda con valores personales, intereses y una comprensión de cómo pueden contribuir al bienestar de otros.

“Es seguir sus sueños, ser capaces de volverlos en objetivos para luego convertirlos en una realidad”, asegura Paola Hoyos, docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Unifranz.

En tanto, Fernanda Lima (21 años), estudiante de Periodismo, sostiene que la juventud es una etapa de la vida que está llena de cambios, “es una época en la que, sino tomas decisiones correctas, puedes arruinar tu futuro (…)”.

Jóvenes demandan ser escuchados

Según Lima, los jóvenes de ahora necesitan ser escuchados, pero también cambiar de actitudes. “No todos estamos cortados con la misma tijera (…)”, dice.

Las prioridades de los jóvenes han cambiado. Si hace 40 años les preocupaba la democracia o las luchas sociales, políticas y económicas; hoy, están más angustiados por la salud mental, la autoestima, las nuevas tecnologías, el cuidado del medio ambiente y la protección de los animales.

“Muchos jóvenes, gracias a las tecnologías, han logrado desarrollarse en diferentes ramas, se han vuelto emprendedores, activistas o influencers, con un nivel de preparación destacable. No todos se dedican a bailar en TikTok”, reflexiona la futura periodista. 

unifranz

Los jóvenes todavía necesitan sentirse cerca de sus padres y volver a confiar en los lazos humanos


Los jóvenes necesitan ayuda para encontrar su propósito

Paola Hoyos considera que los jóvenes de hoy necesitan un empujón para encontrar su propósito en la vida y que el sistema educativo puede ayudarlos a través de varias acciones:

a. Fomentar el autoconocimiento: ayudarlos a identificar sus pasiones, valores y habilidades. Preguntar-les sobre lo que les apasiona y cómo les gustaría contribuir al mundo. Una herramienta que les ayuda es el IKIGAI (concepto japonés que puede definirse como la razón que hace que la vida valga la pena ser vivida).

b. Apoyar con educación: brindarles oportunidades de formación académica que les permitan adquirir las habilidades necesarias para llevar a cabo su propósito. Esto incluye el desarrollo de habilidades emocionales y sociales.

c. Motivar para salir de su zona de confort: los jóvenes deben ser inspiradas a salir de su rutina, lo que despertará otras habilidades. “Naturalmente, el miedo de hacer algo nuevo es normal; sin embargo, ahí es donde debemos estar como padres, tutores, hermanos y/o como sociedad en general, apoyar lo nuevo realizado por la juventud”, indica la académica.

Cansancio crónico

La sociedad actual, según los filósofos posmodernistas Chul Han, Bauman y Lyotard, está produciendo cansancio crónico en los jóvenes, por la sobre exigencia, el consumismo e inmediatismo.

“Es innegable que desde las redes sociales se ejerce una constante y fuerte presión sobre los jóvenes para que deseen ser ricos, bellos, delgados y populares con el menor esfuerzo posible, cultivando en ellos en el mediano y largo plazo una baja autoestima y una débil tolerancia a la frustración”, dice Zeballos.

Adicionalmente, en el mundo virtual en el que interactúan, hay un permanente bombardeo a sus mentes y percepciones, pretendiendo moldear sus patrones de conducta y consumo, en desmedro de su salud psíquica y desarrollo integral. Otros efectos que puede generar son: estrés, dispersión de atención y depresión a edades más tempranas, así como la sensación de aislamiento social.

En este escenario, los jóvenes todavía necesitan sentirse cerca de sus padres y volver a confiar en los lazos humanos. “Necesitan que seamos sus héroes de carne y hueso. Que seamos el ejemplo de adultos que, sin ser perfectos, pueden ser felices y triunfar con esfuerzos reales, sin perdernos en el camino, es decir, sin renunciar a los buenos valores y principios”, agrega Zeballos.

Así mismo, necesitan ser escuchados, comprendidos y respetados, pues hay mucho que aprender de ellos. Su generación tiene mayor conciencia sobre el medioambiente, una tremenda capacidad para manejar la tecnología y un potencial para generar nuevas formas, innovadoras y divertidas, de encarar los retos de las industrias, las artes, la economía y las relaciones humanas.

Desafíos actuales y futuros

La tecnología que avanza cada día, la incertidumbre económica a nivel nacional y los problemas globales, como el cambio climático, pueden generar estrés y ansiedad.

“Son tópicos en los que la disonancia cognitiva juega un rol muy importante y la comunicación intergeneracional deberían ser los pilares para que los jóvenes se sientan seguros con la confianza necesaria para enfrentar estos desafíos y fortalecer su resiliencia”, según Hoyos.

La academia juega un papel crucial en estos nuevos desafíos. Además de proporcionar conocimientos y habilidades técnicas, fomenta el pensamiento crítico, la empatía y el compromiso social, comprometiéndose a formar ciudadanos inteligentes, saludables, tecnológicos, cultos, creativos y conscientes.

Los estudiantes universitarios deben involucrarse en proyectos relacionados con sus intereses y pasiones, donde tengan la oportunidad de poner en práctica su propósito desde el inicio de su formación, puntualiza Hoyos.

Si bien los nuevos enfoques de educación universitaria, como es el enfoque por competencias, pueden aportar a formar, encaminar y apoyar el desarrollo de los jóvenes, en realidad es una labor que atañe a todos: padres, cuidadores, familia, sociedad e instituciones.

“Los jóvenes no solo son los herederos de la sociedad, son nuestra esperanza de que ésta sea más equitativa, más inteligente y respetuosa con las distintas formas de vida”, culmina Zeballos.

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