El mundo laboral actual requiere especialización y actualización constante; sin embargo, muchas veces los programas académicos de las universidades toman mucho tiempo para ajustarse

16 de octubre de 2024, 8:38 AM
16 de octubre de 2024, 8:38 AM

El mundo laboral actual requiere especialización y actualización constante; sin embargo, muchas veces los programas académicos de las universidades toman mucho tiempo para ajustarse, ante esta situación nacen las microcredenciales, certificados digitales que permiten el aprendizaje de conocimientos, habilidades y competencias específicas, flexibilizando el proceso educativo.

La educación superior ha dejado de ser un proceso lineal en el que todos los estudiantes tenían un curso definido de aprendizaje, para convertirse en algo más flexible y especializado, en el cual los profesionales en formación pueden capacitarse de manera más libre y de acuerdo a sus aspiraciones y contextos.

“Sigo pensando que las cualificaciones y las titulaciones, como las entendemos actualmente, como una forma de certificación del aprendizaje, van a seguir existiendo, pero, tal vez, sí van a ir perdiendo peso con respecto a otro tipo de certificaciones, como las microcredenciales y otro tipo de formación más a medida, más personalizada”, señala John Altuna, vicerrector de Mondragón Unibertsitatea de España y coordinador de la Alianza Universitaria Europea EU4DUAL.

Las microcredenciales ofrecen una forma tangible de evidenciar habilidades y conocimientos específicos y relevantes para las demandas del mercado laboral actual.

“Muchas veces, pensamos en crear o modificar carreras de cuatro o cinco años, cuando a lo mejor lo que se necesita son programas más cortos, más flexibles, mucho más acelerados para que la persona justamente incorpore esas competencias que son demandadas para el trabajo y para la vida. Este es un tema en el que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha estado insistiendo mucho, en que las universidades tenemos que mirar cómo transformamos”, señala Jorge Blandó Martínez, presidente de la Red de Educación Continua de Latinoamérica y Europa (RECLA).

Una microcredencial es una forma innovadora de certificar electrónicamente el aprendizaje de conocimientos, habilidades y competencias específicas a través de una breve experiencia educativa. La emisión de estas microcredenciales, que pueden realizar tanto entidades públicas como privadas, permite la recualificación y formación continua y sirve también para complementar o integrarse en programas formales de educación.

Algunos ejemplos de las competencias y habilidades que podemos acreditar a través de microcredenciales son el análisis de datos con Excel, habilidades de liderazgo como la comunicación efectiva en equipos de trabajo, la innovación para la sostenibilidad, el manejo de idiomas específico de determinadas áreas como inglés de negocios o para enseñar un determinado nivel de idiomas, competencia digital o la inteligencia artificial generativa para la creación de imágenes.

Blandó indica que cada día se generan nuevos conocimientos, los cuales son demandados por las empresas y la sociedad; sin embargo, por la rapidez de los tiempos que corren, éstos no pueden ser incluidos en los programas curriculares de las carreras universitarias, por lo que se hacen necesarios programas más flexibles.

El presidente de RECLA agrega que, para cumplir con la sociedad, es necesario un cambio de visión sobre lo que significa el aprendizaje a lo largo de la vida y que las universidades tomen el tema, no como una extensión de la educación formal, sino como parte de sus misiones, aplicando el uso de microcredenciales.

Ventajas de las microcredenciales

Diego Urioste, coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT), centro de pensamiento estratégico de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que las microcredenciales son una especie de microcompetencias que se desarrollan de manera independiente a la formación profesional, a lo largo del tiempo, y permiten a los trabajadores adaptarse a las necesidades del mercado laboral. Tienen las siguientes ventajas: 

        Flexibilidad: son más flexibles que los títulos tradicionales, ya que su enfoque es más específico y ágil. Pueden ser obtenidas en un corto período de tiempo y a menudo son más flexibles en términos de requisitos de educación previa.

        Demostración de habilidades: permiten a los estudiantes demostrar sus habilidades y conocimientos específicos a los empleadores, lo que les ayudará a mejorar sus perspectivas laborales y a diferenciarse de otros candidatos en el mercado laboral.

        Verificabilidad: algunas microcredenciales son emitidas y verificadas mediante tecnologías como blockchain, lo que garantiza su autenticidad y que no pueden ser falsificadas, lo que aumenta su valor para los empleadores y evaluadores.

        Educación continua: pueden ser una excelente manera para los profesionales de actualizar sus habilidades y conocimientos y mantenerse al día en su campo de trabajo.

Finalmente, en el tema de las microcompetencias, las personas y organizaciones tienen que asumir el reto de estar en constante crecimiento profesional y personal a través de cursos y no solamente a través de diplomados o de formación formal por así decirlo.

“Es un tema que deberíamos fomentar desde la educación inicial para que los niños y jóvenes entiendan la importancia de estar en un proceso de formación continua para un crecimiento no solo profesional, sino personal”, concluye Urioste.