¿Por qué estudiar periodismo?, se preguntan decenas de jóvenes que, año tras año, salen bachilleres y se encuentran en la encrucijada de optar por esta carrera. Desde su experiencia profesional, Pedro Rivero Jordán ofrece algunas claves

21 de diciembre de 2022, 10:00 AM
21 de diciembre de 2022, 10:00 AM

Pedro Rivero Jordán, periodista de reconocida trayectoria y actual director de la carrera de Periodismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en Santa Cruz, recupera las palabras de Gabriel García Márquez para referirse a su profesión. "Es el mejor oficio del mundo”, sintetizó en su momento el referente mundial del periodismo y Premio Nobel de Literatura en 1982. Para Rivero Jordán, esa frase encierra las bondades de una profesión singular.

El periodista de hoy –según Rivero Jordán– debe ser el que ofrece información veraz y oportuna. Transmitir noticias, opiniones y críticas que enriquezcan al público. Buscar incansablemente la verdad y servir a los intereses de la comunidad. “Si un periodista no lo puede cumplir medianamente bien, que se busque otro oficio”.

Con el nacimiento del internet, la práctica del periodismo adquiere nuevos valores. Los nuevos medios digitales plantean nuevas formas de comunicar, nuevas narrativas, formatos que exigen creatividad con compromiso social.

En esta nueva era disruptiva, de cambios profundos y nuevos desafíos, el mundo digital ofrece a los profesionales de este noble oficio mayores y mejores oportunidades laborales, además de hacer realidad una pasión.

“Es algo innegable. Su perfil es más versátil, aunque debe estar bien preparado para asumir nuevos retos en un campo mucho más amplio que el tradicional. El Big Data que es un aprendizaje de la comunicación con números. Hasta puede crear su propio medio digital, convertirse en periodista digital freelance o crear contenidos para empresas”, considera.

Rivero Jordán, Director General del Grupo El Deber, asumió la dirección de la flamante carrera de Periodismo en Santa Cruz, con el desafío de aportar al mercado laboral profesionales con destrezas en investigación, producción y difusión de información, hábiles en el manejo de las tecnologías informativas, pero también, capaces de interpretar la realidad y orientar responsablemente a la sociedad de acuerdo a criterios éticos y con compromiso social.

El profesional periodista necesita estar a tono con los cambios profundos que se dan en la sociedad. Uno de ellos está referido al avance de las nuevas tecnologías de la comunicación que lo ha obligado a reinventarse. Hoy debe lidiar con la frecuencia de actualización y la inmediatez en tiempos de infodemia, donde la información se  propaga rápidamente mezclada con noticias falsas.

“Del siglo XX a la actualidad, el avance en la tecnología de la comunicación ha sido portentoso. Personas de diferentes países y continentes pueden hoy en día comunicarse al instante e incluso con imágenes. La información puede ser transmitida por cualquier ciudadano y desde donde se encuentre él o se genere el hecho noticioso”, puntualiza Rivero.

Según una publicación de la Unesco titulada “El impacto de la pandemia del Covid-19 en la sostenibilidad de los medios de comunicación en América Latina”, realizada por Agustín Espada de la Universidad Nacional de Quilmes, el listado de diarios que dejaron de imprimirse a causa de la pandemia es extenso.

A la par, se potenciaron en sus versiones digitales, ingresando al multimedia y logrando llevar el periodismo profesional a otro nivel, con presencia en plataformas que hoy sirven de espacios de visibilización de la noticia, con un valor agregado que es el de la credibilidad, construida a lo largo de muchos años de trabajo responsable.


Carlos Dabdoub y Pedro Rivero Jordán junto a otros invitados que acudieron a Unifranz

Esta nueva coyuntura, marcada por la digitalización de los medios de comunicación, ha representado también una evolución del periodista multifacético al periodista digital, cuya diferencia principal la establece la tecnología que reduce al mínimo la mediación (del periodista) entre el emisor y el receptor, aunque mantiene la estructura tradicional.

“Una diferencia que no reemplaza la tecnología es la responsabilidad. Vía Internet, las relaciones transcurren sin rostro, sin nombre, sin pruebas y sin compromiso de responsabilidad. Otra cosa es responder a lectorías y audiencias por lo que se transmite con nombre, apellido y hasta con imagen física”, afirma el periodista cruceño.

La premisa de que el derecho a la libertad de expresión y de prensa es uno de los más fundamentales de las sociedades libres y democráticas, como periodistas su protección es un imperativo. 

Pedro Rivero recordó las palabras de Juan Javier Zeballos, uno de “sus maestros inolvidables”, quien afirmaba que “el mal periodismo no existe. No puede ni debe llamarse periodismo. Es cualquier otra cosa. ¿O no es verdad?”.

En la misma línea, el periodista Ryszard Kapuscinsk sentenció: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”.