Además de aportar las defensas necesarias para superar ciertas enfermedades, la lactancia consolida un vínculo de seguridad y protección entre madre e hijo

22 de abril de 2023, 11:00 AM
22 de abril de 2023, 11:00 AM

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar exclusivamente con leche materna a los recién nacidos. Al menos, sugiere, durante los primeros seis meses de vida. La explicación se sostiene en las propiedades beneficiosas que contiene la lecha materna. La OMS estima que 5 de cada 10 lactantes, en América Latina y el Caribe no reciben leche materna. En Asamblea Mundial de la Salud (WHA) se propuso aumentar la tasa de lactancia en los 6 primeros meses de edad al menos al 50% para el año 2025.

Griselda Vargas, directora de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, asegura que el calostro —el primer alimento que genera la madre para el recién nacido— es una sustancia que actúa como un escudo de protección del bebé, por sus múltiples propiedades inmunológicas.

La leche materna, está constituida por cuatro etapas: el pretérmino, antes del término de gestación; el calostro que se produce los tres primeros días después del parto; la leche de transición, producida durante los primeros 15 días; y finaliza con la leche madura, después de los quince días hasta el final de la época de lactancia.

“La leche materna constituye uno de los elementos más importantes para la protección del niño. Desde el primer momento en que el recién nacido lacta, esta sustancia rica en inmunoglobulinas que genera la madre —que se llama calostro— le otorga defensas por un periodo de protección de más o menos tres a seis meses”, indica.

Según la OMS, los bebés amamantados con leche materna en todas sus fases, tienen menos riesgos de contraer enfermedades tales como la leucemia infantil, diabetes tipo dos y obesidad, entre otros, además de que disminuye en un 60% los peligros de muerte por síndrome súbita infantil, que se constituye como un fallecimiento inesperado de un bebé sano menor a un año de vida.

Beneficios más allá de lo nutricional

La experta explica que la lactancia materna es una fuente de beneficios que trasciende las barreras de lo físico y nutricional. Es un vínculo que le permite al bebé explorar el mundo con seguridad y en compañía de su progenitora, además de establecer una relación cercana entre madre e hijo.

“Hay un tema de beneficio emocional psicológico y social muy importante, porque es el primer vínculo que tiene el bebé con esta persona que lo protege y crea una relación muy cercana. El niño está empezando a formar sus sentidos, a percibir el mundo, la proximidad de la madre le da un nivel de seguridad al bebé y este vínculo tiene que ser continuo y muy cercano” explica Vargas.

La preservación de este vínculo —madre e hijo— a pesar de la inexistencia del líquido en la madre, es absolutamente necesaria.

Leche materna y el uso de biberones

Mauricio Lozada Saucedo, dentista con especialidad en odontopediatría y expositor del Segundo Congreso Internacional de Odontología de Unifranz, indica que los productos y artefactos que pueden ser utilizados como reemplazo de la leche materna como los chupones y los biberones, pueden generar distintas anomalías dentales como la deformación de los dientes.

“No es lo mismo el pezón de la madre, que un látex como el chupón, de por sí el hecho de que entre una goma a la cavidad oral de un niño que está creciendo, va a deformar el crecimiento maxilar, produciendo mordidas abiertas, los dientes ya no se engranan de la misma manera”, asevera.

El experto finalizó haciendo una reflexión sobre la ingesta de lactancia materna. “Es necesario promover a la lactancia materna, no a la lactancia artificial, porque no existe ninguna leche artificial que tenga las propiedades de protección biológicas para la cavidad oral y los dientes como la leche materna, ese es el mejor consejo que yo les puedo dar”, concluye.