Retorno a clases: siete consejos para los padres 'primerizos'

La cuenta regresiva para el inicio de clases eleva el estrés de muchos padres de familia. Después de una semana de inscripciones, es momento de adquirir los útiles escolares. Las listas parecen interminable, mucho más cuando se revisa la billetera para ver si alcanza para llevar todo lo necesario a casa.

En algunos hogares, la inquietud por el retorno a las aulas se vive de manera muy diferente. Para ellos, igual que para sus hijos, será el primer día de clases. Por delante, 14 años de escolaridad, pero queda lejos. 

Sus pequeños, de apenas cuatro años, podrán iniciar el primer año de educación inicial, es decir, el prekinder. La norma dispone que todos aquellos que cumplen cuatro años antes del 30 de junio de 2023 pueden registrarse. Los padres se preguntan todavía si estará preparado para este gran salto.

Jacqueline Rocha vive, cada febrero, este momento. Como directora del kinder 'Dulce Amor', ha atendido a cientos de padres que luchan por superar el 'trauma del primer día de clases'. En sus más de 15 años de experiencia,  acumula miles de anécdotas y experiencias.

Por eso mismo, comparte con EL DEBER siete consejos para sobrellevar el primer día de clases para los niños del ciclo inicial.

Tomar la decisión de manera conjunta. 

El ciclo inicial (prekinder y kinder) no son obligatorios. A pesar de eso, muchos padres consideran oportuno inscribir a sus hijos. El primer paso, comenta Rocha, se vive en la propia casa. ¿Están todos de acuerdo que es el momento adecuado para que ingrese al sistema educativo?

Cuando la respuesta es unánime, todos los integrantes de la familia crearán un ambiente de expectación positiva. Sin embargo, hay familias en las que no todos comparten la decisión. Así, por ejemplo, un abuelo anhela que el niño se quede en casa y comparta más tiempo con él. En este caso, durante los primeros días, ejercerá una influencia negativa de manera involuntaria. 

¿Cómo? Consultará sobre aspectos negativos vinculadas a su estadía en el kinder. "¿Te hicieron llorar?, ¿te sentiste solo?, ¿Me extrañaste?", son algunas de las preguntas.

Esta disconformidad de algún integrante del entorno familiar puede provocar una confusión en el menor que repercute en "la inseguridad emocional del niño". 

Visitar el centro

Los padres llevan un tiempo seleccionado el kinder. Han visitado varios centros, han conversado con directoras y maestras para entender su modelo educativo. Incluso, han hecho las proyecciones económicas para cubrir los gastos. 

Es momento de llevar al niño y que se familiarice con el centro. Visitar las salas, conocer los diversos juegos que existen, ver a las profesoras y cuidadoras. Rocha sugiere que esta visita dure un mínimo de media hora para que le menor explore por su cuenta propia.

Familiarizarse con las profesoras

"Cuando pedimos a los padres que nos llamen tías queremos crear un ambiente familiar que ayude al niño a sentirse en casa. El kinder será su segundo hogar durante el año", resalta Rocha. 

La confianza de los padres trasciende al menor. Cuando los progenitores se sienten cómodos y confiados, el niño interpreta que se trata de un lugar confiable. En este sentido, los gestos, las palabras y las expresiones serán parte de las sensaciones que trasmitan... tanto en el propio centro como en el hogar.

Periodo de adaptación

¿Es normal que llore el primer día? Los psicopedagogos recomiendas un periodo de adaptación máximo de dos semanas, aunque lo normal oscila entre los tres y cinco días. Es cierto que los cambios para asimilar son numerosos: un nuevo lugar, compañeros desconocidos, normas de convivencia nuevas...

La profesora se convertirá, por estos días, en la primera contención. La directora aconseja a los padres que entiendan este proceso y eviten las despedidas largas. "Cuando el niño llora, los padres tienden a preocuparse y acompañan al menor. Este comportamiento afianza la dependencia del padre y resta autoridad a las 'tías'. Al momento de despedirse, los padres deben considerar que se despiden de un familiar y tratar de no volver la mirada atrás", expone.

Comunicación y confianza

Alejarse de un hijo por primera vez y no tener control de lo que sucede despierta la incertidumbre en los padres. La comunicación fluida con las profesoras aliviará esta tensión. "Somos aliadas y cómplices para todo el año", justifica. Además, cuanto más tiempo estén los padres, se relega la participación de las 'tías'.

Cada centro cuenta con un sistema propio de comunicación con los padres. Es bueno conocerlo y respetarlo. Y sobre todo, no saturar a las profesoras con excesivas solicitudes de información.

Cuidar las reacciones

Dentro de este marco de confianza y seguridad, los padres deben medir sus reacciones delante de sus hijos. "El padre y la madre también deben adaptarse. Por ejemplo, es normal que los primeros días surgen pequeños inconvenientes, sobre todo por la adaptación a nuevas normas de convivencia. Son situaciones que pueden pasar desapercibidas si las ven, pero que en la distancia se agigantan", detalla Rocha. 

El consejo que aporta la experimentada psicopedagoga pide a los padres que "no magnifiquen el hecho. La alerta del padre asusta al hijo". Eso sí, en los casos relevantes, el centro se comunicará directamente con los padres.

Madurez emocional

Jacqueline Rocha resalta la diferencia sustancial entre quienes tienen hijos únicos y aquellos que tienen hermanos. Éstos últimos cargan con una mayor rango de frustración cuando no logran lo que desean. Compartir y convivir con sus hermanos le ayudan a crecer en este aspecto emocional.

En el caso de los hijos únicos, "el rango de frustración es menor". Por lo general, explica, están acostumbrados a obtener de manera más sencillas las cosas. A eso se suma el criterio competitivo y comparativo de sus padres que tienen a medir con mayor frecuencia los comportamientos. 

Finalmente, la directora de 'Dulce Amor' resalta la clave para un periodo escolar exitoso. "Dejen que los niños aprovechen cada oportunidad y disfruten el momento", concluye.

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