Diversas facultades permiten a los estudiantes adquirir habilidades mediante la simulación de prácticas que recrean situaciones de la realidad profesional

20 de diciembre de 2022, 15:00 PM
20 de diciembre de 2022, 15:00 PM

La pandemia por el coronavirus desafió las bases de la educación superior. Las instituciones continuaron con sus programas educativos sin perder la calidad en la enseñanza universitaria.

La imaginación y la capacidad de resiliencia y adaptación al cambio hicieron que, inmediatamente, algunas universidades implementen procesos de reingeniería para migrar las aulas, la biblioteca y los laboratorios a la educación virtual. Surgen, de esta manera, renovadas y novedosas alternativas a los estudiantes.

Pronto, aulas y laboratorios con simuladores irrumpieron en el escenario educativo y asumieron un rol protagónico activo en la formación de estudiantes. Su utilización durante el aprendizaje les permite ser más autónomos y responsables, con experiencias avanzadas de aprendizaje  híbridas (presencial y a distancia). Los primeros resultados son altamente alentadores.

Un par de años antes, algunas universidades habían iniciado este proceso innovador y transformador. El estudiante, consideran, tiene que estar en contacto con el paciente desde el primer día. Por tanto, migrar a las nuevas formas de educar no fue traumático para ellas.

¿Qué son los simuladores?

Los simuladores en la educación superior forman parte de una de las metodologías activas del proceso formativo y la adquisición de competencias, es decir, el aprendizaje basado en simulación.

Se trata de herramientas que permiten a los alumnos aprender sin peligro de destruir recursos reales. Además, cuenta con el beneficio extra de condensar, en el tiempo que dura un semestre universitario, procesos que en el mundo real demorarán años en producirse.  

Una vez que el estudiante conoce los contenidos, los trabaja en una práctica de discusión de casos. Luego continúan en la sala de simulación para corroborar lo aprendido en un escenario simulado. Estos ejercicios demuestran las competencias adquiridas por los estudiantes que, posteriormente, serán aplicadas en contextos reales, aseguró Luis Gómez Peña, director de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz Santa Cruz.

En el campo de la Medicina, por ejemplo, los simuladores recrean situaciones próximas a la realidad para disminuir o evitar errores. Por ende, ayudan a perder el miedo. Su importancia radica en ganar la confianza y darle habilidad manual al nuevo profesional.

“Los simuladores enseñan a los estudiantes a que tengan la primera interacción con el paciente en un futuro próximo porque les enseña cómo tienen que trabajar. Cuando vayan a clínicas a realizar prácticas hospitalarias ya tendrán las destrezas manuales”, dijo, por su parte, Benyamin Largo, docente de la misma carrera.

Unifranz es una de las universidades que adoptó los simuladores para la formación de profesionales. Da curso a su política de “aprender haciendo”.  Carreras como Medicina e Ingeniería Económica y Financiera usan los simuladores desde el primer semestre para distintas actividades, dependiendo del tipo de capacitación y competencia que se quiere lograr con los estudiantes.

“Tenemos, por ejemplo, muñecos de RCP que nos sirven para hacer un proceso de reanimación cardiopulmonar, muñecos que simulan ruidos pulmonares, cardíacos y otras patologías (…). Es necesario que lo hagamos en laboratorio para que nuestros estudiantes se vayan formando desde un inicio para que, cuando vayan a pacientes reales, tengan competencias más definidas y puedan desempeñar un trabajo profesional adecuado”, dijo al respecto la directora de Medicina de La Paz, Griselda Vargas.

Tecnología para toma de decisiones 

Los simuladores se convierten en un recurso de aprendizaje idóneo para planificar, tomar decisiones y analizar proyecciones en un entorno ficticio que recrea un entorno real. Los futuros profesionales adquieren experiencia en sus áreas de estudio desde los primeros semestres.

Ciencias de la Salud cuenta con mesas anatómicas virtuales tridimensionales que permiten explorar las estructuras anatómicas del cuerpo humano en tercera dimensión, hacer cortes, separar órganos, músculos y otras partes.

En tanto, la Facultad de Ciencias Empresariales utiliza simuladores de negocios para permitir a los estudiantes jugar varios roles o papeles dentro del ámbito de la organización. Además, genera un vínculo entre la teoría y la práctica, ampliando su visión global de la carrera que estudian.

Gómez Peña, responsable de la carrera de medicina en Unifranz Santa Cruz, considera que las universidades transformadoras, en su afán de corresponder a las demandas de la sociedad y de la comunidad científica, deben incorporar las nuevas metodologías activas en el diario quehacer del docente. “Es lograr que los diferentes espacios formativos sean realmente de un verdadero aprendizaje para todos”, concluyó.