Tecnologías emergentes, ¿clave para el desarrollo?

¿Qué son las tecnologías emergentes? Una tecnología emergente es toda aplicación tecnológica que ha sido elaborada o construida en los últimos cinco años, que tiene una aplicación inmediata y que, por ende, está revolucionando o generando cambios no solo a nivel de la industria sino también de la educación y cultura. En algunos espacios se asocia a las tecnologías emergentes con el desarrollo.

Las tecnologías emergentes pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo económico y social de un país o región. Estas tecnologías, como la inteligencia artificial, la robótica, la impresión 3D, la Internet de las cosas, la energía renovable y la biotecnología, ayudan a mejorar la eficiencia, reducir los costos y crear nuevos productos y servicios. También impulsan el crecimiento económico al crear nuevos empleos y mejorar la productividad.

Marcelo Durán, tecnólogo con amplia trayectoria en liderazgo, gestión de crisis, planificación estratégica y gestión de riesgos, además de docente universitario, expone el alcance de estos cambios.

“Desarrollo no es la cantidad de teléfonos o conexiones sino la calidad de vida que le vamos a dar a nuestros ciudadanos y en ese sentido soy pesimista. Estamos dando pasos atrás porque creemos que la tecnología nos lleva a ese desarrollo y es todo lo contrario (…). Me pregunto cómo medimos la calidad de la educación, hay alguna variable que se mida a través de la tecnología”, afirma.

En otros países, el uso de las nuevas tecnologías ya es práctico. Se utiliza para que la gente no haga fila, digitalice procesos, no le pidan fotocopia del documento de identidad una y otra vez para realizar un mismo trámite. “Bolivia tiene una tarea pendiente importante y es definir, primero, qué es desarrollo (…) y, segundo, para entender qué rol tiene la tecnología”.

Es importante tener en cuenta que el desarrollo no solo se trata de la adopción de nuevas tecnologías, sino también de la capacidad de un país o región para gestionar y aprovechar adecuadamente estas tecnologías.

El director de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz Santa Cruz, Marcelo Pacheco, sostiene que ese aprovechamiento “incluye la inversión en infraestructura, la educación y la formación, y la creación de un marco regulador adecuado. Sin estas condiciones, es posible que las tecnologías emergentes no se utilicen de manera óptima y no proporcionen los beneficios esperados”.

La inteligencia artificial puede utilizarse para mejorar la eficiencia en industrias como la banca, la atención médica, la fabricación y la logística, lo que puede conducir a costos más bajos y mejores servicios para los consumidores. La robótica puede utilizarse para automatizar tareas peligrosas y repetitivas, lo que puede mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y aumentar la productividad.

La inteligencia artificial es una tecnología emergente

Para Durán, se confunde el término de tecnología emergente ya que se aplica, por ejemplo, al Internet como una nueva tecnología, cuando en realidad está vigente hace más de 30 años.

Según el experto, las tecnologías emergentes son aquellas que recién ahora se están tomando en cuenta. Por ejemplo, la inteligencia artificial que, si bien se la está estudiando hace décadas, hoy tiene una aplicación directa en la industria del aprendizaje.

“Por ejemplo, el Chat GPT (una aplicación desarrollada con inteligencia artificial), lo último en temas tecnológicos, está dando mucho que hablar y es la combinación de Machine Learning (rama de la inteligencia artificial que se centra en el uso de datos y algoritmos para imitar la forma en que los humanos aprenden, mejorando gradualmente su precisión), aplicado a los negocios (…)”, indica Durán.

Erróneamente, se afirma que estamos creciendo en tecnología porque tenemos más velocidad de Internet o más conexiones, cuando en realidad debería hablarse de los resultados, por ejemplo, ahora que tenemos la educación virtual, cuánto ha mejorado la calidad de la educación.

Crear tecnología para dentro de 20 años

Durán reflexiona respecto al enfoque que tiene esta especie de “matrimonio de conveniencia” entre la educación y la tecnología y refiere que en Silicon Valley (subregión de San Francisco conocida por su concentración de industria de alta tecnología) hay una fuerte cultura de la educación Waldorf, (pedagogía centrada en el niño y sus ritmos de aprendizaje, donde el trabajo manipulativo y artístico son la clave para el desarrollo del menor). No se permiten celulares o computadoras y todos los niños utilizan papel, lápiz o bicicleta.

“La lógica es: si nosotros creamos tecnología la creamos para la gente de hoy, para las situaciones de hoy. Para los próximos 20 años, nuestros hijos tienen que imaginar o crear. Esos espacios donde tú puedas pensar, soñar, imaginar y crear son precisamente los que estamos necesitando. Aprender a programar es fácil, la pregunta es cómo resuelves el problema”, expone el especialista Marcelo Durán. 

Por eso es que tendencias como, por ejemplo, el Design Thinking (método para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios), son fundamentales en el concepto de educación, conceptos que tienen que ver con metodologías ágiles para un mundo complejo donde la educación tiene que aprender a resolver problemas del mundo complejo.  

Experiencias como la Startup Weekend, donde tienes 54 horas para prototipar una solución, según Durán, son la mejor manera para entender la combinación entre tecnología y educación. Es decir, que en un espíritu de trabajo en equipo y de forma colaborativa cada quien aporte con lo mejor que sepa hacer desde sus conocimientos y experiencia.  

Las nuevas tecnologías o tecnologías emergentes, traen precisamente ese desafío. El cambio urgente de pensamiento o de paradigma, para cambiarle la calidad de vida a la gente.