Un experto en procesos administrativos en gestión de salud proyecta tres escenarios posibles. La formación de profesionales médicos también demanda nuevos enfoques

25 de febrero de 2023, 10:00 AM
25 de febrero de 2023, 10:00 AM

Alcira tiene 78 años. Hace una década percibió que sus músculos, piel y huesos perdían fuerza y resistencia. Luego de varios laboratorios y visitas al médico, fue diagnosticada con artrosis sumada a hipertensión arterial; dos de las cinco enfermedades más comunes del adulto mayor en Bolivia, según el Ministerio de Salud.

Al ser una condición de por vida, Alcira debe acudir todos los meses al seguro de salud para conseguir los medicamentos que mitigan sus síntomas. Esta rutina se ha vuelto una odisea porque lograr obtener una cita con su especialista, una de cada 10 veces que lo intenta. Sin tomar en cuenta que debe estar a las 03:00 de la mañana, poner en riesgo su seguridad por la hora, exponerse a otros males porque está en contacto con decenas de personas que, al igual que ella, hacen fila con el mismo objetivo: conseguir una ficha.

El caso de Natalia, de 14 años, es más doloroso aún. Un día, la adolescente sintió un bulto en el brazo derecho, el diagnóstico inicial del pediatra daba cuenta que tenía un absceso, pero estudios más profundos detectaron células malignas.

Ante el impacto de saber que su hija padecía cáncer, sus padres buscaron información y encontraron un novedoso tratamiento genómico (tratamiento de enfermedades desde el ADN) que promete ser más eficiente y menos invasivo. Lo malo es que el costo supera los 300 mil dólares.

Y es que el sistema de salud en Bolivia, cada vez más empobrecido, va a la deriva y es una pesadilla para la población de escasos recursos que, con impotencia, se ve obligada a recurrir al mismo.

Jimmy Venegas, decano académico de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz Cochabamba y médico de profesión, asegura que urge transformar el sistema de salud pública y privada. Parte de este proceso transformación tiene que vincularse con la formación de los futuros profesionales de la rama.

Rolando López, experto en procesos administrativos en gestión de salud y vicerrector de Unifranz Cochabamba, sostiene que el futuro se construye, en todos los ámbitos.

“En estos tiempos de alta incertidumbre la transformación es fundamental y exponencial debido a la velocidad con que se desarrolla la tecnología”. López recuerda que KPMG Internacional, en su publicación “Healthcare Horizons”, planteó tres escenarios de respuesta posibles:

- Salud empobrecida: “los sistemas de salud intentan continuar como de costumbre, adoptando solo un cambio marginal en la forma de atención (…)”. Es previsible que el resultado sea el colapso de los sistemas de atención y el consecuente deterioro exponencial de la salud de la población. 

- Salud alienada: “los sistemas de salud sufren una transformación tecnológica radical (…)”. Si este cambio tecnológico no va acompañado de una transformación fundamental de la «persona» que atiende la salud, es muy probable que este escenario exacerbe las desigualdades en salud.

- Salud inclusiva: “las organizaciones sanitarias prosperan y poblaciones enteras se benefician de una mejor salud y atención. En este escenario, la tecnología envía poder hacia abajo para transformar a las personas y las comunidades de una manera más fundamental (…)”.

Aprender para transformar

Según Venegas, la transformación del sistema de salud implica también poner al estudiante al centro del proceso educativo. El docente se convierte en facilitador, es decir en una persona que acompaña al estudiante en el camino largo de la formación, lleno de experiencias y de aprender haciendo. Se trata de impulsar un  modelo educativo transformador que le otorga autonomía al estudiante para que aprenda haciendo, a su propio ritmo y tiempo, sin limitaciones para desarrollar su talento.

“Es importante que el estudiante de medicina tenga las experiencias necesarias que demuestren que está preparado para resolver casos y problemas a través de entornos de aprendizajes interactivos, flexibles y altamente colaborativos”, indica el académico.

El trabajo en equipo y la empatía también son importantes cuando se trata de responder de manera adecuada ante situaciones de estrés, ya que él futuro médico debe comprender que trata con personas, seres humanos con sentimientos y valores.