Un mercado con espíritu joven: diseño gráfico y animación 3D atrae el interés

Quién no ha disfrutado de dibujos animados como Mickey Mouse y sus amigos, Bob Esponja, la Sirenita, Toy Story, la Bella y la Bestia o Los Simpson. Estos dibujos animados marcaron la niñez de millones de niños desde hace casi 100 años y han generado innumerables fuentes de empleo para dibujantes o diseñadores.

¿Cómo esas secuencias de dibujos adquieren vida en la pantalla? La animación es la técnica que da sensación de movimiento a imágenes, dibujos, figuras, recortes, objetos, personas o imágenes computarizadas. Aprovecha el fenómeno de persistencia de la visión: el ojo humano capta el proceso como un movimiento real.

La tecnología digital ha facilitado, en los últimos años, ese proceso, logrando animaciones 2D o 3D muy cercanas a la realidad, pero, principalmente, otorgando oportunidades de trabajo muy atractivos para los profesionales que optan por estudiar esta carrera universitaria.

Germán Guachalla, docente de la carrera de Diseño Gráfico y Producción Crossmedia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, considera que la animación abre infinidad de oportunidades laborales a los jóvenes pero que ellos tienen que aprender a distinguir la competencia que tienen al frente.

“Es súper importante darse cuenta de las oportunidades que brinda la globalización y el acceso a mercados internacionales. Hay plataformas donde nosotros podemos brindar diversos servicios como la fotografía, el audiovisual, el diseño gráfico o la programación en computadoras”, indica Guachalla.

Animadores bolivianos

Existen animadores bolivianos de reconocida trayectoria a nivel internacional que desarrollan y trabajan para el exterior. Tienen una gran oportunidad para destellar y conquistar ese mercado.

“Tenemos varios ejemplos en nuestro contexto de estudiantes, tanto en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz que trabajan, por ejemplo, para el mundo del metaverso o para empresas norteamericanas, es decir, desde estudiantes comienzan a generar economía, crean y venden justamente lo que animan”, puntualiza el académico.

Qué es la animación

Las personas que han vivido la generación de Walt Disney han sido testigos, en algún momento, de dibujantes que crean para generar movimiento. “En el colegio, por ejemplo, dibujábamos en las esquinitas y luego uno hacía el flip a todo el cuaderno y generaba esa ilusión de movimiento de un objeto, de un personaje, de lo que fuera. La película de Walt Disney siendo animada así, a mano, ha sido El Rey León, pero ahora ya todo se hace a digital”, explica.

La juventud viene con una nueva visión respecto a los oficios y profesiones que están causando furor en este nuevo siglo. Ímpetu que va acompañado de un mercado que consume, acepta y entiende esa visión. El mercado laboral es flexible con la juventud por la creatividad que los caracteriza.

“Los jóvenes pueden fallar una y otra vez en algo, pero se pueden parar y continuar. No tienen miedo a lo que le depara el futuro y, por eso, es que avanzan más rápido que los adultos de las actuales generaciones”, concluye Guachalla.