Existe compromiso de los países miembros para cumplir con la sugerencia recogida en la declaración de Tashkent (Uzbekistán). El 85% del desarrollo del cerebro se produce en los cinco primeros años

23 de noviembre de 2022, 10:00 AM
23 de noviembre de 2022, 10:00 AM

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, demandó a los países miembros una inversión real en educación para la primera infancia que alcance, al menos, el 10% del presupuesto asignado a educación. La determinación está recogida en la declaración de Tashkent, recientemente aprobada en la ciudad uzbeka donde se realizó la Conferencia Mundial sobre Atención y Educación de la Primera Infancia.

En la resolución final se recoge el compromiso para garantizar que los sueldos y las condiciones de trabajo del personal de enseñanza preescolar se nivelen con los de los maestros de la enseñanza primaria. Asimismo, reafirmaron el interés en garantizar al menos un año de educación preescolar gratuita, en consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.

Expertos en neurociencia y ciencias sociales aseguran que el 85% del desarrollo del cerebro se produce en los primeros 5 años de vida. Los mismos estudios enfatizan que los 3 primeros años de vida son vitales para el despertar del potencial de los niños.

La Conferencia Mundial sobre Atención y Educación de la Primera Infancia desarrollada en Tashkent (Uzbekistán) centró sus debates en la relevancia educativa de la primera infancia y su posterior relación con el crecimiento personal, social y económico. Más de 2.500 participantes, en representación de 147 países se reunieron para debatir las acciones de fortalecimiento y los compromisos que como países se adquieren. Al enveto asistieron jefes de Estado, ministros, educadores y expertos.

Durante mucho tiempo, la primera infancia ha sido un punto ciego en las políticas públicas. El documento final reafirma el derecho de todos los niños a la educación preescolar y pide mayor atención a la educación medioambiental para garantizar que la concienciación sobre el cambio climático y el desarrollo sostenible comience a darse en los primeros años.

Urgen políticas públicas que fortalezcan la educación de calidad para los niños pequeños a nivel mundial y desarrollen soluciones conjuntas para estos problemas. El aumento de la financiación, tanto nacional como internacional, marcará la diferencia para las generaciones futuras.

La Unesco presentó un informe revelador sobre los avances de la educación en la primera infancia. A nivel mundial, ha crecido la afluencia de menores a los ciclos de educación preescolar. En los últimos diez años se pasó de un 46% en 2010 al 61% en 2020. Sin embargo, la tasa de participación apenas alcanza el 20% en los países de renta baja. En la actualidad, 1 de cada 4 niños menores de 5 años no ha recibido nunca ningún tipo de educación preescolar, lo que representa 33 de los 134 millones.

En estos mismos países, la asignación presupuestaria a la educación preescolar ronda el 2% del total de los presupuestos destinados a la educación. La falta de profesores y cuidadores de preescolar cualificados se ha vuelto un argumento recurrente para justificar la baja asignación de recursos.

La UNESCO calcula que se necesitan otros 9,3 millones de educadores a tiempo completo para que la educación preescolar sea universal en 2030.