Román Martínez (Tecnológico de Monterrey) confía en la consolidación de los cambios asumidos durante la pandemia para fortalecer la relación educativa de los estudiantes

13 de diciembre de 2022, 11:28 AM
13 de diciembre de 2022, 11:28 AM

La confluencia de la educación presencia y las clases virtuales llegó para quedarse. Los nuevos modelos de educación superior post-pandemia apuntan a un arquetipo de enseñanza-aprendizaje que recoge lo mejor del mundo virtual y presencial. Así lo indicó Román Martínez, docente y director de programas académicos del Tecnológico Monterrey y líder del modelo educativo TEC 21 en el III Foro Internacional de Educación Superior organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.  

Los modelos educativos aplicados en la era post pandémica se caracterizan esencialmente por la flexibilidad de horarios, vinculación con el mundo exterior y un acompañamiento más cercano por parte de los docentes hacia el desempeño de los estudiantes.

La flexibilidad responde a la necesidad de un balance entre la educación virtual y el retorno a la presencialidad. El centro del proceso de aprendizaje se consolida en torno al dominio de competencias y desde ahí se potencia la formación de los estudiantes. Sincronía va de la mano con la experiencia. 

El experto presentó la ponencia titulada “Modelos Emergentes de Educación Superior” en el Foro Internacional. Anticipa el fin de los modelos rígidos e inflexibles para pasar a un modelo más personal del aprendizaje. La currícula se abre para diferentes trayectorias profesionales que el propio estudiante pueda seleccionar de acuerdo a sus intereses y su proceso formativo.

Las universidades de hoy forman vínculos más que ofrecer servicios. Son vínculos que enlazan a los estudiantes entre sí y a estos con el nuevo mercado laboral, caracterizado por el constante cambio gracias a la transformación digital. Es necesaria la implementación de “socios” que participen activamente en la formación de la comunidad universitaria.

Martínez defiende un proceso de aprendizaje más vivencial, más conectado, menos abstracto, menos simulado y que, obviamente, se vuelva más significativo. Este sería el camino para un modelo de la educación basada en competencias, ligada con esta vinculación de la realidad, manifestó el experto.

El acompañamiento es una tendencia que fue potenciada por la pandemia. La crisis sanitaria creó un escenario de mayor flexibilidad y vinculación, los docentes se encuentran más cerca de los estudiantes para guiar su proceso, por medio de mentorías. Se trata de un apoyo y acompañamiento que inicia en el ámbito académico y se prolonga en la dimensión personal.