En la actualidad, herramientas como Chat GPT permiten información de manera casi instantánea, ofreciendo a investigadores y estudiantes acceso rápido a conceptos complejos y datos que antes tomaban mucho tiempo en obtener o recopilar

28 de octubre de 2024, 9:00 AM
28 de octubre de 2024, 9:00 AM

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en múltiples campos y la investigación es una de ellas. En la actualidad, herramientas como Chat GPT permiten información de manera casi instantánea, ofreciendo a investigadores y estudiantes acceso rápido a conceptos complejos y datos que antes tomaban mucho tiempo en obtener o recopilar.

Francisco Araníbar, experto en ingeniería electrónica y docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de las Universidad Franz Tamayo, Unifranz, explica que, sin embargo, como cualquier otra tecnología, el uso de la IA tiene “su lado positivo y su lado negativo”.

Por el lado positivo, la IA facilita la búsqueda de información al entregar respuestas claras y estructuradas. Este avance es similar a lo que ocurrió hace años con Wikipedia, cuando era común encontrar datos de manera fácil y directa. En muchos casos, los estudiantes recurrían a esta plataforma porque ofrecían explicaciones claras y accesibles.

Hoy, esa experiencia ha evolucionado con herramientas como Chat GPT, que permiten obtener no solo definiciones, sino también resúmenes y análisis en cuestión de segundos. Esto resulta valioso, sobre todo cuando el tiempo es limitado.

Recientemente, OpenAI, la empresa creadora de esta popular herramienta digital, presentó OpenAI o1, el primer modelo de inteligencia artificial de su serie, capaz de "razonar" y "pensar" sus respuestas a través de las matemáticas y la ciencia para así cometer menos errores.

Sin embargo, el uso de la IA en la investigación tiene limitaciones que no deben pasarse por alto. Una de las principales desventajas es que la información que proporciona no siempre es confiable para proyectos académicos formales.

En un proyecto de grado, por ejemplo, es fundamental que la información utilizada sea actual y verificada. Aquí es donde la IA presenta un reto: la base de datos de herramientas como Chat GPT tiene un límite temporal, lo que significa que no siempre ofrece información reciente o que cumple con los requisitos académicos de actualidad (información menor a cinco años, por ejemplo) .

Además, la IA no siempre proporciona referencias claras sobre el origen de los datos o quién ha formulado una definición, lo que es crucial en cualquier trabajo académico.

“Aparte, tienes que nombrar quién hizo el trabajo o quién ha dado alguna definición, como se dice, estamos modelando al ser humano y el ser humano no es perfecto”, reflexiona el docente universitario.

Para Melissa Guerra Jáuregui, del Instituto para el Futuro de la Educación del TEC de Monterrey, la inteligencia artificial (IA) no solo ha revolucionado la ciberseguridad, el Internet de las cosas, las compras en línea o la toma de decisiones de grandes empresas, sino que también ha revitalizado el campo educativo y de investigación.

“Gracias a la IA se han desarrollado herramientas que pueden acelerar dichos procesos, resultando en ahorro de tiempo y optimización de recursos”, indica la experta.

¿Miedo a la inteligencia artificial”

La tecnología ha permeado todas las áreas de la sociedad, y la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta clave en diversas profesiones, con el objetivo final de mejorar la calidad de vida. En el campo de la medicina, por ejemplo, los avances logrados gracias a la IA son significativos. Aunque muchos de estos sistemas aún están en desarrollo y en proceso de perfeccionamiento, ya ofrecen grandes beneficios a los profesionales de

"Les permiten un mejor aprovechamiento de su tiempo y brindan un servicio más eficiente y rápido", comenta un docente universitario, destacando el impacto positivo de estas herramientas en el día a día de los médicos.

En palabras de Araníbar, mientras algunos países como Siria o China han prohibido el uso de plataformas como Chat GPT, en Bolivia su uso se ha normalizado, convirtiéndose en una herramienta más de trabajo. “Aquí es vista como una forma de obtener información de manera rápida y explícita”.

“Es normal tenerle miedo porque es normal tener miedo a la competencia, hay que trabajar con esto, hay que darle un uso eficiente. Muchos de mis estudiantes buscan información de manera rápida y está bien pero no deben quedarse sólo con eso, le tienen que poner su experiencia y lo que han vivido, mejorar el producto en base a sus conocimientos y experiencia”, reflexiona.

Araníbar señala que las inteligencias artificiales son muy amigables y que, conceptualmente hablando, ellas modelan la mente del ser humano, es decir, las creencias, motivaciones y también aspectos que tienen que ver con la lógica, qué es lo que quiere decir que muchos.

“Muchas de las IAs están programadas para ser amigables, es decir para idear que la persona piense que está hablando con otra persona, eso es lo hermoso de este mundo, por eso todo el mundo está fascinado con las IAs, por eso los estudiantes utilizan Chat GPT porque le pueden decir exactamente qué es lo que están buscando”, concluye Araníbar.

Ventajas y desventajas de la IA en la investigación

Una investigación de la Universidad de Standford, titulada Artificial Intelligence Index Report 2023 señala que “los modelos de IA están empezando a acelerar rápidamente el progreso científico y en 2022 fueron utilizados para ayudar en la fusión de hidrógeno, mejorar la eficiencia de la manipulación de matrices y generar nuevos anticuerpos”. También resalta que, en el ámbito educativo la tecnología es usada por los investigadores reales y que no debe hacerse a un lado su labor.

Según el informe una de las posibilidades es aprovechar las potencialidades lingüísticas de la IA generativa multilingüe para acotar que sus fuentes de información sean únicamente información avalada científicamente, también permite formular hipótesis y marcos iniciales y hacer predicciones y proyecciones basadas en patrones, entre otros.  Empero, su uso en la investigación también implica riesgos respecto a la ética, la originalidad y el plagio.