La directora asociada del Instituto Mujer y Empresa (IME) habla de las etapas de un emprendimiento

8 de marzo de 2023, 15:15 PM
8 de marzo de 2023, 15:15 PM

Es tiempo de emprendedores. El acceso inmediato a la tecnología alimenta la creación de soluciones que faciliten la resolución de actividades cotidianas. El emprendedor, busca una manera más ágil y rápida de completar las tareas. Su imaginación da paso a las ideas innovadoras que, tarde o temprano, se materializan.

Desde el Instituto Mujer y Empresa (IMA) se impulsan talleres de capacitación y apoyo para emprendedores. Xiomara Zambrana, directora asociada del IME, comparte con Educación y Sociedad, el espacio abierto de EL DEBER para hablar de innovación educativa y transformación social, las etapas del emprendedor.

“Emprender es un camino solitario”, matiza Zambrana. Y, de forma casi inmediata, aclara que, a pesar de ese carácter individual, el emprendedor “tiene que trabajar en equipo, contar con el apoyo necesario para no desfallecer y sumar una mirada interdisciplinaria” para que los proyectos se encaminen.

Como especialista en apoyar y orientar proyectos, Xiomara reconoce las diversas etapas que se deben cumplir. Desde el análisis del problema y la idea para solucionarlo hasta la etapa de consolidación y proyección que permitirá “levantar vuelo” al proyecto.

Zambrana insiste en que “el inicio está en el problema, no en la idea”. El emprendedor, explica, se cuestiona sobre un problema que debe resolverse. “En el inicio, empezás poniéndote en el zapato del otro para ver su realidad y resolver el problema con una idea innovadora”, puntualiza.

Para reconocer el problema de inicio existen diversas metodologías que ayudan a concretar idea. En esta etapa se prioriza la empatía con las personas. “Se requiere un trabajo de calle, sondeos, herramientas de investigación para determinar la real necesidad del público”, explica la directora asociada.

A partir de ahí, el emprendedor materializa el prototipo. “En esta etapa, se realiza de manera casera, se trata de probar”, justifica. Xiomara resume esta etapa en un principio fundamental: “fallar barato y volver a experimentar”.

Quizá es la parte más frustrante. El emprendedor se enfoca en identificar y reconocer los errores para corregirlos. “Quien no reconoce sus errores no puede avanzar”, sentencia Zambrana.

Para acompañar esta fase de los emprendimientos, existe el apoyo y contención “de la comunidad de emprendedores que no dejan desfallecer” a los entusiastas. Es fundamental “apoyarse en especialistas que contribuyen en otras áreas”, labor que está vinculada a las incubadoras.

Desde estas incubadoras o impulsadoras de proyectos emprendedores, como el IME, contribuyen en la consolidación de las ideas de negocios. Acompañan al emprendedor con un equipo multidisciplinario que aporte claridad para “encaminarse al desarrollo comercial”, es decir, que se trace el rumbo que debe asumir el emprendimiento.