Entre lágrimas, la senadora electa por el MAS en las últimas elecciones rompió el silencio y pidió también a Evo Morales que renuncie. Dijo que no participará en nuevas elecciones

El Deber logo
10 de noviembre de 2019, 16:20 PM
10 de noviembre de 2019, 16:20 PM


Una renuncia más, y también por la presión de la gente y para cuidar la integridad de su familia. En una entrevista de la Red Uno, María Renée Liévana, senadora electa por Santa Cruz por el MAS en las elecciones del 20 de octubre, decidió dimitir sin haber asumido sus funciones.

Al inicio, Liévana, que llegó a las lágrimas, habló de la angustia que venía viviendo.  “He guardado silencio por mucho tiempo, esperé pacientemente a pesar del peso de la angustia. Mi vocación de servicio me llevó a tomar la decisión de postularme". 

Después le pidió al presidente Evo Morales, que reflexione sobre su decisión de continuar en el cargo. "Quiero pedirle desde el fondo de mi corazón que reflexione profunda y rápidamente sobre su decisión de continuar en el cargo de presidente, si esa es la mejor decisión para la pacificación de nuestro país, pero, además, evitar que se derrame más sangre”.

En un momento de la entrevista se quebró, para después contar los sinsabores que está pasando, entre ellos el de llevar a sus hijos por seguridad fuera del país. “Quiero decir que he tenido que sufrir lo indecible, he tenido que llevar a mis hijos fuera del país. Durante semanas he sido amenazada por personas que erróneamente pensaron que mi postulación era una traición a mi pueblo. No fue así, simplemente acepté una postulación a un cargo. Jamás traicionaría a mi pueblo".

Después se lamentó por su paso por la política: "Se nombran irregularidades y no quiero ser parte (de ellas), la mejor decisión es llamar a elecciones y no voy a participar. Hoy mis hijos son mi prioridad y este corto y amargo paso por la política lo único que me ha dejado la política es una familia dividida, amigos que me dieron la espalda (…)”.

Asimismo, Liévana pidió que la dejen recomponer su vida y su familia después de todo lo ocurrido: “No hice nada a nadie (…). Estoy del lado de mi pueblo, de la democracia, si hice daño a alguien esta es la oportunidad para pedir perdón. Que viva Santa Cruz y que viva Bolivia”.