El filme boliviano Utama, de Alejandro Loayza, compite en el Festival Internacional de Cine de Sundance. Una historia de amor sirve para presentar al mundo el altiplano boliviano y mostrar las consecuencias del cambio climático en nuestro territorio

26 de enero de 2022, 7:25 AM
26 de enero de 2022, 7:25 AM

El boliviano Alejandro Loayza Grisi acaba de estrenar su ópera
prima, Utama, en el Festival de Cine de Sundance, en EEUU.  Con 36 años impregnándose de la pasión de su padre, el cineasta Marcos Loayza, transmite por primera vez su visión y aprovecha para presentar al mundo el altiplano boliviano, su gente, sus costumbres y un problema de aquí y de todas partes, la degradación de la naturaleza.

Desde Madrid, donde cursa un máster en Guion Audiovisual,
habló sobre su película.

1. Es tu debut en la dirección, pero Alejandro Loayza ha estado en el cine la mayor parte de su vida...

Así es, inicié mi carrera audiovisual como director de fotografía y trabajando en la productora que tenemos junto a mi padre y hermano, Alma Films. Hemos realizado muchos documentales, entre los que destaca Planeta Bolivia. Y también tres películas: Averno, Utama y Las bellas durmientes, además de muchos spots y videoclips.

2. Entonces, era cuestión de tiempo tu propia película...

Recién cuando hago un recuento me doy cuenta de que el cine siempre estuvo en casa. Recuerdo una particular vacación en la que estaba solo con mi papá y como no tenía nada que hacer, veía como tres o cuatro películas al día, recomendadas por él.

Al momento de elegir una carrera, yo más bien quise alejarme del cine, pero apenas descubrí el mundo de la fotografía comencé a adentrarme cada vez más sin darme cuenta. Cuando terminé los estudios, comencé a trabajar con mi padre y desde entonces no he parado.

3. ¿Qué heredaste de Marcos y qué te diferencia?

Creo que es muy difícil separar lo que se ha heredado y lo que es propio. Es hasta un cuestionamiento filosófico. Lo que sí puedo decir es que casi todo lo que sé de cine lo he aprendido de él. Es muy generoso con sus conocimientos y nos ha transmitido, a mi hermano y a mí, su experiencia, lo que nos facilita a la hora de hacer nuestro oficio. La forma de trabajo es la misma en todas nuestras producciones y eso también es su herencia. En cuanto a lo que me diferencia, creo que cada uno pasa la existencia por su propio filtro, tanto al entrar a tu consciencia como en el caso de los artistas al salir cuando deseas plasmar algo que sientes o piensas en una obra. Seguro que habrá filtros parecidos, especialmente en una misma familia, pero cada filtro es único.


4. ¿De qué trata Utama?

Utama es la historia de una pareja de ancianos quechuas en el altiplano boliviano, que lleva años viviendo la misma cotidianidad. Durante una sequía inusualmente larga, Virginio y su esposa Sisa se enfrentan a un dilema: resistir o ser derrotados por el entorno y el tiempo. Todo se precipita con la llegada de su nieto Clever que trae noticias de la ciudad.

5. ¿Qué partes del altiplano verá el mundo?

Utama se grabó en el municipio de Colcha K en Potosí, un lugar que todos los bolivianos deberíamos visitar. Está a dos horas del Salar de Uyuni hacia el sur. Contamos con el apoyo del municipio y de todas sus comunidades que nos abrieron su hogar. Santiago de Chuvica fue nuestra base y principal locación, pero también filmamos en Julaca, San Juan y Catavi K.

6. ¿Con qué financiamiento se logró?

Contamos con los fondos de Ibermedia, el fugaz y extinto Programa de Intervenciones Urbanas del Ministerio de Planificación; Focuart, del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz; del Instituto Nacional Del Cine y el Audiovisual de Uruguay; y de ANDE, la Agencia Nacional De Desarrollo de Uruguay.

Adicionalmente nos apoyó el Gobierno Autónomo Municipal de Colcha K y Magri Turismo, ambos a modo de auspicio.

El cine de autor en Latinoamérica no tiene otra opción de financiamiento que los fondos estatales. Por eso es tan importante que las autoridades nacionales entiendan que sin este apoyo a las economías naranjas, no existe el cine boliviano y no existe la cultura boliviana. Las naciones se entienden por la cultura que producen y existen por las historias y referentes culturales que tienen.

7. ¿Utama narra una historia es real? y ¿cómo la descubriste?

La historia es totalmente ficcionada, pero está inspirada en imágenes, historias y realidades que fui descubriendo mientras viajábamos filmando el documental Planeta Bolivia en el que recorrimos todo el territorio nacional.

8. ¿Quiénes interpretan esta historia?

La selección de actores implicaba un reto muy grande. Teníamos que buscar octogenarios que puedan interpretar el papel de Virginio y Sisa y aguantar el ritmo de rodaje. Con la ayuda de Estanislao Quispe y Daniel Maydana buscamos actores en todo el municipio de Colcha K, visitando comunidad por comunidad preguntando por los abuelos. Conocimos mucha gente y llegamos a Luisa Quispe y José Calcina que dieron alma vida y corazón a la película. A ellos se sumó Santos Choque, un actor muy talentoso que ya había trabajado con nosotros en Averno.


9. Un par de críticas de portales extranjeros definen a Utama como un western boliviano...

Creo que la película tiene una estética muy particular que por los paisajes y la luz puede recordar a un western en lo visual, pero es más bien un drama familiar. Es muy grato leer críticas que encuentran cosas que uno trabajó en la película para darle toques distintivos.

10. Uno de los puntos más fuertes de la película, también según las críticas, es la fotografía, ¿cómo elegiste a Bárbara Álvarez? 

Tuvimos mucha suerte de contar con una de las mejores directoras de fotografía de América Latina. Es una mujer y profesional increíble y el trabajo con ella fue muy llevadero.

La imagen siempre debe estar al servicio de la historia y no al contrario, me interesaba mucho trabajar a detalle cada encuadre, cada plano, que por sí solos signifiquen algo y que no solo aporten belleza estética, sino que enriquezcan la narrativa. 

Teníamos a disposición los amplios paisajes del altiplano, las miradas profundas de los personajes, combinarlos y contrastarlos era el reto. También tenía la idea de contrastar los paisajes vastos, desolados y solitarios de los exteriores con la intimidad y calidez de la pequeña casa en los interiores. 

11. ¿Cómo ves el resultado?

Estoy muy contento con el resultado, es el fruto de mucho trabajo que iniciamos con mi hermano Santiago, en 2017, y hoy podemos presentar. Creo que también estoy muy contento con todo el proceso que me dejó un aprendizaje invaluable y enormes amistades.

12. ¿El resto del equipo de producción es boliviano?

Es una coproducción entre Bolivia (Alma Films) y Uruguay (La Mayor Cine) a la que en la etapa de distribución se sumó Francia (Alpha Violet). El equipo era mixto y ese encuentro de culturas dentro de un rodaje es también muy enriquecedor.

13. La historia y los mensajes, por supuesto, son otro fuerte. ¿Qué intentas transmitir?

Cuando uno hace una película y en especial una ópera prima que cuesta tanto, te comprometes con una obra que durará muchos años. Entonces, pienso que uno desea contar cosas que le surgen de lo más profundo de los sentimientos y pensamientos. 

Yo quería homenajear un amor y contar la historia de dos personas en un rincón olvidado de nuestro país. Quería explorar también temas como la pérdida, la aculturación y la degradación de la naturaleza. Las consecuencias del cambio climático en un territorio tan cercano al nuestro. La migración interna dentro de Bolivia, la identidad y las relaciones intergeneracionales.
 

14. ¿Qué descubriste en el proceso de producción sobre nuestras culturas originarias?

No solamente grabando, también durante todo el proceso de desarrollo de la película. Creo que hacer una película es un proceso de aprendizaje gigantesco en el que uno habla y trata con muchas personas y visiones. Es muy enriquecedor. Bolivia es un país culturalmente muy diverso y rico, pero que también está corriendo el riesgo de perder todo eso por la falta de atención estatal a las culturas y por el proceso mismo de la globalización.

15. Entonces, viste el abandono de estos pueblos

Es paradójico, porque por un lado hay mucha atención e interés en el campo por los beneficios que pueda dar, pero, por otro, se tiene a la gente local totalmente ignorada. No importan las personas, importa el rendimiento que pueda tener la tierra en términos económicos. Si esa tierra no tiene ningún rendimiento, entonces el olvido es absoluto. Pasa también en el Oriente y en todo el país. He visto comunidades totalmente ignoradas y olvidadas hasta que se quiere construir una carretera o represa o desviar sus aguas. Es triste, pero parece que seguimos en el siglo 19.

16. Y Utama, a través del cine, ¿quiere ayudar a estas culturas?

El cine es un medio muy poderoso. Tiene la capacidad de hablarte al corazón sin importar distancia o tiempo. Por poner un ejemplo, uno puede ver una película de 1959, como La vertiente, de Jorge Ruiz y ambientada en Rurrenabaque, y entender la realidad y necesidades de muchos pueblos bolivianos de esa época, además de ver reflejado el pensamiento de una sociedad y contrastarlo con el actual. Al verla uno se da cuenta qué ha cambiado y qué no, si hemos mejorado o empeorado. 

Al ver una película con realidades distintas dentro de tu mismo país, te hace cuestionar sobre el otro y permite tender puentes. Espero que la gente pueda volver a conectar con el cine boliviano de quien se ha distanciado mucho últimamente.


17. Y al cine, ¿alguien lo ayuda en Bolivia?

Lastimosamente el cine está en un estado de abandono completo. Es incomprensible que el arte pueda estar tan ignorado por el estado, sabiendo que con tan poco se puede hacer mucho. 

Se desperdicia todo el talento que hay en Bolivia obligando a los autores a trabajar en cualquier otra cosa o a migrar. Los presupuestos que necesita el arte son pequeños y los resultados son vitales para una sociedad sana. 

El mejor ejemplo de esto es el efímero y extinto Programa de Intervenciones Urbanas (PIU), que tuvo apenas unos meses de existencia y que arrojó muy buenos resultados. 

Otro ejemplo positivo es la Ley de Culturas que hay en el GAMLP que otros municipios y gobernaciones deberían copiar para brindar algo de atención a sus artistas que en el fondo lo único que quieren es reflejar el alma de la sociedad. 

Pienso que es únicamente un tema de voluntad política y de limpiar un poco la agenda para poder atender algo que en el resto de los países de la región ya está atendido con una ley que no inventa la pólvora, sino que se va replicando de país en país. Necesitamos esa ley general de culturas con urgencia y necesitamos aprobar el reglamento de la ley de cine. Sin eso jamás despegará nuestra industria cultural y nuestros talentos.

18. ¿Dónde irá Utama después de Sundance?

Por ahora y lo que podemos anunciar es que el 4 de febrero tendremos el estreno europeo en el Festival de Göteborg, el más grande de la región escandinava y uno de los más importantes de Europa. Estaremos en la competencia Ingmar Bergman.

19.  ¿Y cuándo la veremos los bolivianos?

Esto es lo que más ilusión me hace. Quisiera que sea mañana, pero la situación sanitaria y la acumulación d
e estrenos pendientes hace que sea imposible. Por ahora está programada para agosto.