El Diario Mayor estuvo en el lugar donde se hará la mayor cita roquera de Latinoamérica. Mirá los videos

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1 de noviembre de 2017, 19:29 PM
1 de noviembre de 2017, 19:29 PM

Todo se mueve. La gente sale y entra. Unos técnicos prueban las luces del escenario. Otro hombre camina sobre el césped para ver cómo se montará la carpa circense. Más allá, en el snack, se arreglan las sillas y las mesas, y en otra zona un grupo de obreros arregla los fierros y las maderas para 'elevar' la zona vip. Y es que en el Ventura Sur nada está quieto. El movimiento es increíble. Las cosas tienen que estar a punto para el sábado 4, a las 13:00, ese día se hará la mayor cita roquera latinoamericana, llamada Cosquín Rock, con la etiqueta Bolivia. 

Vecky Salerno lleva una blusa sin mangas. Es negra. La combina con sus gafas. Ella 'jamás' ofrece entrevistas ni se deja fotografiar fácilmente, pero esta vez accedió a la solicitud de EL DEBER. Dice que es su primera vez en Bolivia. Se muestra satisfecha y cree que lo que se verá el fin de semana será algo histórico para el corazón de Sudámerica. Señala fácilmente (como si lo fuera) cómo será la logística del monstruo roquero y dice que le sorprende cómo los productores bolivianos han respondido a las solicitudes. No descarta una segunda y hasta una tercera edición del festival. Ella es la mujer del Cosquín. Ya lleva casi 20 años en esto y lo conoce muy bien. Mirá lo que dijo.

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Los productores generales Gabriel Feldman (Shows Bolivia) y Marthy Méndez (GMB) dieron esas cosas básicas que la gente debe saber antes de que se arme la locura. Mirá lo que dijeron. 

 

La vocera oficial Vanesa Fornasari mostró, en primicia, la zona vip (con patio de comidas), los 30 camerinos (con lounge, aire acondicionado y otros accesorios) y uno de los escenario. Mirá el video.

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La noche cae. Hizo un sol terrible. De esos que quema la piel. Se acabó la travesía. Un camioncito entra al lugar para dejar algunas cosas. Al frente, en la oficina, los operadores de la organización teclean, hablan por celular, corren, toman agua... no descansan. Mucho más allá siguen armando los escenarios y desde allí se tiene una vista espectacular donde se pretende que el sábado subsistan 10.000 personas. Pero más allá también se puede ver el tráfico caótico de la hora pico cruceña. Cerca de los bocinazos, los cambios de las luces de los semáforos del quinto anillo y los vendedores de agua, soda y maní, se le da vida a algo gigantesco, un monstruo... lo bautizaron Cosquín Rock y rugirá en Santa Cruz de la Sierra. ¿Irás a verlo?