El cineasta realizó una performance en La Florida espacio en la que compartió diversas reflexiones y sentimientos con otros hombres que se llaman igual que él

El Deber logo
NaN de Invalid Date de NaN, NaN:NaN AM
NaN de Invalid Date de NaN, NaN:NaN AM

“Hoy empiezo a investigar mi lugar categórico en el mundo como Rodrigo, sus implicaciones, accidentes culturales y sus límites. Hoy celebro cada año con un amigo Rodrigo, igual que yo, y muy diferente. Algunos de los Rodrigos en esta instalación son amigos de la infancia, otros no. Algunos son morenos, algunos tienen ojos claros, otros no tanto. Algunos están casados, otros son solteros y hasta divorciados. Algunos son gay, otro no tanto”, dice Rodrigo Bellott como parte de su propuesta titulada 38 Rodrigos (Hasta ahora…), que este jueves se presentó en La Florida Espacio.

El artista cruceño decidió invitar a 38 Rodrigos a conocerse en su cumpleaños, a comer torta y a hablar de lo que los hace Rodrigos. El resultado fue una performance artística que sorprendió a muchos, incluyendo a varios de los que formaron parte de la misma, que llegaron a calificar de bizarra, curiosa e interesante la experiencia.

A pesar de que no estuvieron presentes los 38 Rodrigos en la sala de la calle Florida (varios se comunicaron por skype), cada uno de los personajes invitados, que vistieron de blanco para la ocasión y ocuparon sus respectivas sillas alrededor del cumpleañero, reflexionaron sobre las implicaciones de llamarse Rodrigo y resaltaron algunas curiosidades que han vivido por llevar este nombre.

Diversas anécdotas fueron compartidas por los tocayos, quienes se sorprendieron por las similitudes en los gustos y personalidades de cada uno. Varios coincidieron en que su nombre es asociado a personas rebeldes y de carácter fuerte. Uno contó que sus padres le pusieron Rodrigo porque sus seis hermanos también tienen nombres que empiezan con R y otro que lo bautizaron así en honor al caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar.

Al final, Rodrigo Bellott sopló las 38 velitas. Lo ayudaron algunos de sus invitados.

La performance se complementará con una serie de fotografías tomadas con una cámara Polaroid, que Bellott expondrá la próxima semana en la Bienal Siart de La Paz, a la que fue invitado.