Siete funcionarios del Centro de la Cultura Plurinacional fueron despedidos. La medida obedece a cambios estructurales que se encaran en la institución

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19 de abril de 2017, 5:00 AM
19 de abril de 2017, 5:00 AM

El despido de siete de los 11 trabajadores del Centro de la Cultura Plurinacional Santa Cruz confirma que los conflictos internos de la institución, que depende de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (Fcbcb), permanecen.  

El presidente de la fundación, Cergio Prudencio, justificó las destituciones: “El centro está en un proceso de reordenamiento organizacional y de transición. Hay cambios en la denominación de algunos ítems, lo cual implica la desvinculación del personal que no se ajusta a esta nueva estructura”.   
Una de las más recientes señales de la crisis fue la polémica que generó el anuncio oficial de que el artista Eduardo Ribera sería el nuevo director del centro, designación que quedó sin efecto debido a un comentario que Ribera publicó en su cuenta de Facebook. 

Un proceso
Desde febrero de este año, el CCP está descabezado (Xiomara Zambrana renunció a la dirección interina en medio del conflicto con Ribera) y estas desvinculaciones suman incertidumbre al futuro de la institución, aunque Prudencio insiste en que este  proceso que se encara ha sido consensuado y representa una salida a la problemática del centro.

 “Todos los funcionarios desvinculados ya saben de su situación. Se está actuando en el marco de la ley. Luego vendrán los procesos de convocatoria de personal. El objetivo es que el CCP sea una institución resonante con la pluralidad cruceña”, afirmó Prudencio.

Respecto a las voces que señalan que hasta hoy el centro no ha logrado una vinculación con Santa Cruz, el presidente de la Fcbcb dijo que coincide con esas visiones críticas y que estos cambios obedecen a esas demandas. “Santa Cruz representa muchas culturas y lo que queremos es darles espacio a todas esas visiones”, añadió.

Sobre la ejecución del POA 2017, mencionó que es el más bajo de los últimos años (son alrededor de Bs 3 millones). “Sin embargo, siguen siendo recursos significativos. Nuestros objetivos no se limitan a esta gestión, hay una planificación de cinco años por delante”, complementó. 
 La institución arrastra una serie de conflictos desde que se llamaba Centro Cultural Santa Cruz, cuando el entonces coordinador operativo, Jorge Aliaga, impulsó la ley que lo convirtió en el Centro de la Cultura Plurinacional.

La idea de Aliaga era garantizar el funcionamiento del centro y su dependencia administrativa y financiera  como una forma de salir de la situación que atravesaba (no contaban con presupuesto para ejecutar actividades, ni para servicios básicos).  Silvana Vázquez y Marcelo Alcón lo sucedieron en el cargo. No lograron superar los problemas de la institución.