El grupo humorístico recibió el de comunicación y humanidades, mientras que el de letras se entregó al poeta polaco. El de artes fue para William Kentridge  

El Deber logo
21 de octubre de 2017, 4:00 AM
21 de octubre de 2017, 4:00 AM

El humor es siempre comunicación y, además, “ayuda a mejorar la vida”, según Marcos Mundstock, uno de los integrantes de Les Luthiers, el reconocido grupo humorístico argentino que ayer en Oviedo (España)  fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

“Mundstock fue el portavoz del  grupo y en su intervención no dejó de lado el humor e ironizó  con la expectativa que siempre habían tenido de ser candidatos al premio: “Los amigos nos llamaban, esperemos que ahora que lo hemos ganado no dejen de hacerlo". También ha dedicado el premio a su compañero Daniel Rabinovich, fallecido hace dos años.

La intervención del humorista  en el Teatro Campoamor, donde se realizó la velada, distendió un poco el clima político, luego de las declaraciones del  rey  Felipe VI, que dijo  que  “España tiene que hacer frente a un intento de secesión y lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas y la legalidad de la Constitución", que añadió que debe atenerse a los valores y principios de la democracia parlamentaria.

Por su parte, el poeta polaco Adam Zagajewski fue tajante al decir  que  “la poesía no está de moda" en una coyuntura poco propicia para este género, en la que la política o el deporte sí lo están y donde “un momento de reflexión es peligroso para la salud" y es necesario “correr" y “escapar de uno mismo". El autor de poemarios como Ir a Lviv y ensayos como Solidaridad y soledad, un disidente del régimen comunista de Polonia que sufrió 20 años de exilio, se expresó así durante su discurso, pronunciado en polaco, antes de recibir el galardón de las letras.

El artista plástico sudafricano William Kentridge fue merecedor del galardón de las artes. 

 Luego de realizar otros estudios, Kentridge se matriculó en Bellas Artes en la Fundación de Arte de Johannesburgo. En los años 80 se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos. Desde los años 90 ha combinado la práctica del dibujo con el cine y el teatro, convirtiéndose en un artista multidisciplinario.

Por otro lado, el premio de ciencias sociales lo recibió la británica Karen Armstrong, que  es una de las mayores autoridades actuales en el conocimiento del judaísmo, cristianismo e islam. 

También fueron premiados La Hispanic Society of America (cooperación internacional), la selección de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks (deportes), los físicos Rainer Weiss, Kip Thorne, Barry Barish y la Colaboración Científica LIGO por la detección directa de las ondas gravitacionales (investigación científica y técnica) y la unión Europea (concordia).

Cabe indicar que Mariano Rajoy asistió al evento y fue el primer presidente en 36 años en participar de la entrega de premios. El acto se ha interpretado como un apoyo a la Corona y a la unidad de España en pleno conflicto independentista en Cataluña.