Hay adultos que están aprendiendo a tocar instrumentos. En menos de un año de funcionamiento, el alumnado creció de 30 a 130, por lo que la fundación cedió una casa que funcionaba como un comedor

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6 de septiembre de 2019, 8:00 AM
6 de septiembre de 2019, 8:00 AM

Los 50 años de Margarita Cayola no han sido un impedimento para aprender a tocar viola. Como llevaba a clases a sus dos hijos, hace siete meses decidió inscribirse también en la Escuela de Música de la Orquesta Sinfónica Hombres Nuevos, que se encuentra en el Plan 3.000.

Ahora se siente feliz porque se reencontró con una pasión que la tenía dormida. Cayola afirmó que nunca es tarde para aprender. Sus dos hijos, Hillary (11) y Rafael (8) están en la orquesta infantil y como a ella siempre le apasionó la música, ambos la animaron para que estudie. Se decidió y ahora nada impide que los lunes, miércoles y viernes vaya a sus clases. Sueña con formar parte de la orquesta.

“Me encanta la música, pero nunca pude dedicarme a ella. Pensaba que, como ya tenía mis añitos, iba a ser difícil aprender, pero al ver tocar a mis hijos con tanta pasión me hizo amarla aún más y acá estoy. Nunca es tarde para estudiar”, remarcó Cayola. La escuela es una opción no solo para niños y jóvenes, a quienes le dan una opción de vida diferente.

Así como Cayola, hay varias personas adultas que encontraron las puertas abiertas en la escuela de música y optaron por comenzar a estudiar violín, viola, flauta traversa, trompeta y trombón, entre otros instrumentos. Rosemary Rivera (41) también pasa clases de viola. Inscribió a su pequeña hija para que estudie y como no se animaba a dejarla sola, tenía que esperarla dos horas hasta que salga, por lo que optó por inscribirse para que ese tiempo no sea perdido.

“Siempre me atrajo la música, pero mis padres no tenían las condiciones económicas para hacerme estudiar.

Mi hijo mayor también estaba en la orquesta. Siempre me dije que, si yo no pude, mis hijos sí podrían. Un día me pregunté, ¿por qué no yo, si ya estoy acá? Ahora es un sueño hecho realidad estar aprendiendo a tocar la viola. Me cuesta un poco más que a los chicos, pero le pongo todo mi esfuerzo y cada vez me apasiona más”, contó. Todos en la familia de Edwin Ramiro Peñafiel (42) son músicos.

Él trabaja en el magisterio y no había podido cumplir su sue- ño de aprender a tocar trombón. Hace cuatro meses que comenzó a pasar clases y ahora está feliz. Asiste a la academia dos veces a la semana y espera el momento para presentarse con la orquesta.

En continuo crecimiento

La escuela de música, a principios de enero del año pasado, inició las clases con una veintena de chicos en un salón de recreación del Hogar de Ancianos de la fundación.

En diciembre de 2018 inauguraron sus propias instalaciones con dos salones y arrancaron con 30 alumnos. Hoy cuentan con 130 estudiantes en los diferentes instrumentos, por lo que tuvieron que ampliar el espacio y para ello la fundación le cedió una casa que estaba al lado.

Entre los dos inmuebles, ahora cuentan con 10 salas para las clases, según informó el director académico, José Gabriel Señoranis.

Para la construcción de la escuela, la Diputación Provincial de Palencia, donde monseñor Nicolás Castellanos fue obispo, donó 30.000 euros, el empresario boliviano Julio Novillo $us 30.000, mientras que el español Conrado Merino aportó con otros $us 30.000 destinados al equipamiento de los primeros salones.

Aún se necesita presupuesto para acondicionar la nueva casa, donde antes funcionaba un comedor de niños. El director, Jorge Molina, afirmó que, con recursos propios, han autofinanciado algunos instrumentos, la compra de pizarras, mesas y sillas, elementos indispensables para las clases.

La orquesta recibe como ayuda, por parte del municipio, el teatro de la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche que se los otorga totalmente gratuito, así como se les da a otros elencos que gestionan sus presentaciones. "Recientemente hicimos un programa denominado Música en las Ciudadelas, en la cual brindamos tres conciertos sinfónicos didácticos en la Villa Primero de Mayo, Pampa de la Isla e Iglesia Toro Toro del Plan 3.000. La escuela recibe ayuda de la misma fundación y autofinanciamiento de momento, hasta que sumemos instituciones y empresas amigas que quieran colaborar en la formación musical", explicó Molina.