El sobrino de Germán Busch Herland Vaca Díez  y el autor de la biografía Dos disparos al amanecer, Robert Brockmann, debatieron, pero mantuvieron sus visiones de la historia

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20 de julio de 2017, 7:01 AM
20 de julio de 2017, 7:01 AM

La polémica suscitada por la publicación del libro Dos disparos al amanecer, del periodista Robert Brockmann, sobre el expresidente boliviano Germán Busch, que provocó una respuesta furibunda de los descendientes de este último, se trasladó ayer a la cabina de EL DEBER Radio.

Brockmann tuvo un ‘careo’ de una hora con Herland Vaca Díez, sobrino de Busch, en el que se discutieron dos de los puntos del libro que no comparten ni aceptan los familiares: la afirmación de que Busch nació en Beni y no en Santa Cruz; y el punto donde Brockmann señala -o reafirma- la teoría del suicidio. 

Brockmann empezó el debate hablando sobre el lugar de nacimiento de Germán Busch, diciendo que, según sus fuentes, Raquel Becerra, cuando estaba embarazada del futuro presidente, se dirigía en una embarcación desde Beni hacia San Javier, cerca de la población de El Carmen del Iténez, aún en Beni. Allí sintió los dolores de parto y desembarcaron en un lugar cercano, en un rancho que se llama La Pampita. “Ahí es donde dio a luz”, afirmó Brockmann, el 23 de marzo de 1903.

El periodista e historiador cochabambino dijo que la versión de Raquel Becerra (madre de Germán) ha sido recogida por dos historiadores benianos en distintos momentos. “Raquel Becerra a lo largo de su vida dijo que Germán nació en el Beni, Pablo Busch, su esposo y padre de Germán, dijo que nació en Santa Cruz”, contó Brockmann, agregando que él escogía a la madre, porque “¿quién puede saber mejor el nacimiento de su hijo que ella?”, señaló.

Además, Brockmann recordó que sobre el sitio de su nacimiento, el propio Germán era ambiguo. “Cuando estaba con cruceños siempre decía: ‘Soy cruceño’; y cuando estaba con benianos: ‘Soy beniano’; es decir, a mí me da la impresión de que él hubiera querido ser más cruceño que beniano, pero se sabía beniano, en última instancia”, recalcó Brockmann.

Herland Vaca Díez respondió criticando el hecho de que Brockmann no hubiera tomado en cuenta el testamento que Pablo Busch escribió, y está firmado por él, que Germán nació en Santa Cruz. Para Brockmann, Pablo Busch escribió ese documento en un momento difícil de su vida, después de ser herido de muerte por indígenas, así que pudo haber confundido u olvidado que Germán era del Beni, situación que negó tajantemente Vaca Díez, aclarando que, si bien Busch padre estaba herido, no estaba ni moribundo ni con fiebre cuando escribió el testamento, “que está escrito en puño y letra por él, algo que ha sido confirmado por expertos en grafología”, indicó Vaca Díez.

¿Asesinato o suicidio?

La segunda parte del debate estuvo centrada en las circunstancias de la muerte de Germán Busch. Primero Vaca Díez cuestionó el perfil sicológico que describe Brockmann en su libro y que lo lleva a inclinarse por la teoría del suicidio. “Él hace un análisis y diagnóstico siquiátrico tremendamente fantasioso”, indicó Vaca Díez, y agregó. “Él (Brokcmann) no es médico,  dárselas de siquiatra, y peor de siquiatra forense, es mucha osadía”. 

Vaca Díez, a propósito de los textos donde se menciona que Busch era depresivo, se pregunta por qué una persona que se suicida por un disturbio mental estuvo tres años en la guerra. “¿Por qué no se hizo matar en la guerra y no cuando era presidente? No existe ninguna coherencia”, señaló el ex líder cívico. 
En este punto, Brockmann aclaró que no hizo de siquiatra ni realizó ningún diagnóstico, y, si fuera como dice Vaca Díez, solo los economistas podrían escribir de economía y los médicos de medicina. “Uno puede escribir sobre este y muchos otros temas informándose. Yo  he expuesto mi texto a un muy buen siquiatra (Julio Von Vacano) y me ha dicho que el de Busch es un típico perfil de un suicida”, explicó Brockmann.

“Busch tiene su primer intento de suicidio cuando está en el Colegio Militar. Hay testigos, hay nombres y apellidos. No me estoy inventando nada. Uno de sus intentos es porque le estaba yendo mal en sus notas y otro en una fiesta, le impiden pelear y en lugar de apuntar a su contrincante se lleva la pistola a la sien. En otra ocasión es agarrado por otra gente antes de dispararse”, dijo Brockmann. 

“El último año de vida de Busch hay seis intentos de suicidio anotados, en los cuales participa Pablo Busch, dos veces, intentando detenerlo”, manifiesta Brockmann.

Continuando con su versión, Brockmann indicó que Germán Busch tenía el síndrome del estrés postraumático (que todavía no se tenía un registro clínico) después de haber participado en la Guerra del Chaco. También, todo apunta a que Busch, además del enorme estrés que llevaba en los 25 meses en la Presidencia, en esos días había pasado por hechos importantes, uno de ellos fue la muerte de su madre, y encima le había dolido que en Cochabamba no hubiese ido casi nadie a su entierro, comentó el periodista.

La versión de que el asesino de Busch hubiera sido uno de los Carmona (Eliodoro), hermano de Matilde, la mujer de Germán, es una de las teorías que sus descendientes barajan, aunque no son concluyentes. “Carmona no solo mató a  Busch, se sabe que mató a una persona más. Es decir, que no se lo puede incriminar solo en este incidente. ¿Por qué lo aislaron a Germán? ¿Por qué la madre se fue a Cochabamba?  ¿Sabe por qué? Porque no aguantó la farsa de los Carmona”, dijo Vaca Díez. 

Para Brockmann, este aislamiento al que Eliodoro Carmona sometió a Busch, lo hizo quizás con buena intención, quizás con mala intención. “Yo creo que trataba de protegerlo para que no le llegaran esas cadenas patrióticas que lo afectaban mucho”, explicó Brockmann. Eliodoro Carmona se había convertido en el jefe de la casa militar de Busch.

Vaca Díez respondió diciendo que está documentado a qué persona Carmona le dice en Charagua: “Yo lo maté y no me sigas molestando porque te mato a vos también”.

“Usted puede perder plata, pero si usted tiene una familia de sostén lo aguanta todo; Busch tenía un buen ambiente familiar y político. Hay más razones de que se muera en la guerra”, concluyó Vaca Díez.