Participan por segundo año consecutivo de la Feria Internacional del Libro de La Paz, cuentan con una docena de integrantes. Disponen de pocos libros traducidos al braille para su club

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7 de agosto de 2017, 15:20 PM
7 de agosto de 2017, 15:20 PM

Por segundo año consecutivo participó de la Feria Internacional del Libro de La Paz el Club de Lecturas de No Videntes de esta ciudad, un entusiasta grupo que se sitúa en la planta alta del bloque amarillo, donde invitan a otras personas que sufren esta discapacidad de la vista a unirse a ellos, y también promocionan sus libros y, claro, hablan de literatura en general. 

El club está presidido por Fredy Valdivia, que perdió la vista a los 49 años, pero eso no le quitó los deseos de seguir disfrutando de un buen libro en su vida.

“El Club del Libro se inicia el 17 de junio de 2015, con solamente ocho componentes; luego esto se fue incrementando hasta llegar a 15 y actualmente somos 12 integrantes, porque el tiempo que manejamos los ciegos es más difícil, no siempre podemos transportarnos”, explicó Valdivia, que hasta antes de perder la vista era bibliotecólogo.

Más apoyo

Valdivia dijo que se reúnen una vez al mes, comentan el respectivo libro y luego se ponen de acuerdo en el siguiente título. Hasta el momento han leído 24 libros, entre autores nacionales y extranjeros, escritos en braille, aunque también consiguen audiolibros.

“Hemos percibido con ese criterio que ya no hay barreras para nosotros para poder acceder a leer un buen libro y recrear nuestra vida, porque el hecho de no ver no es impedimento para seguir creando en nuestra imagen mental lo bueno y lo bello que es vivir. No tenemos la posibilidad de ver a nuestros seres queridos, de ver los colores, la belleza de la naturaleza, pero el libro nos recrea cada una de las cosas que el autor está viviendo”, mencionó.


El club fue una idea de Ana María Forgues, y también del Instituto Boliviano de la Ceguera, aunque les sigue siendo difícil encontrar libros en braille: “Hemos agotado toda nuestra lectura y nuestros niños también necesitan libros de lectura, aunque ahora la educación es inclusiva, no tienen libros”, comentó Valdivia, que ha escrito un par de obras en los que comparte su experiencia en la literatura para no videntes en Bolivia. 


Hablar de literatura


Alberto Plata y su esposa, Carmen, ambos ciegos de nacimiento, son dos de los integrantes del club. Ambos además comparten la pasión por la música. Carmen fue profesora de piano y acordeón durante mucho tiempo y Alberto fue integrante del grupo Los Inseparables, y también son miembros del Club del Libro.

“Somos fundadores del club, queremos promover entre la gente esto, promover la cultura, trajimos libros en braille para vender y al año queremos pedir más textos a algunas instituciones para leer”, dijo Plata.

Por su parte, Carmen dijo que estaba feliz porque en el club pueden confraternizar y hablar de literatura con otra gente: “Hemos avanzado muchísimo. Hemos leído cuentos para niños y también libros como Borrachera verde y la Constitución Política del Estado”, explicó la maestra jubilada.

Yolanda Moscoso aún tiene un pequeño porcentaje de visión, por eso ella  todavía escribe y quiere convertir sus textos al braille, para que otras personas puedan apreciar lo que trata de decir. “Es lo que más cuesta, hallar libros en braille”, dijo Moscoso, que tiene un libro de poesía listo.