Recibió el premio anual que otorga la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz en la inauguración de la Feria Internacional de Libro

30 de mayo de 2024, 7:02 AM
30 de mayo de 2024, 7:02 AM

Cuesta mucho definir a Sarita Mansilla. De ella se ha dicho que es escritora, gestora cultural, filántropa. Los más adelantados rescatan su valentía y osadía, su inagotable energía o su carácter arrolladoramente entusiasta. Ella también se anima a definirse, muy a su estilo, pero rescatando su propia esencia. “Soy una soñadora total”, inicia su personal mirada.

“Sueñen y trabajen, los sueños se harán realidad”, completa. Sarita contó parte de su vida en EL DEBER Radio. Horas después, recibió el premio anual que otorga la Cámara Departamental del Libro. Un reconocimiento a su trayectoria como escritora y gestora cultural.

Reconoció que se emocionó “muchisimo” cuando le anunciaron el premio. “Los reconocimientos te tiene que hacer zambullir internamente y cuestionarte por qué el premio, que fue lo que hiciste”, se preguntó a sí misma.

Su pasión de servicio es su mejor carta de presentación. “Descubrí mi vocación de servicio desde muy temprana edad. A los 15 años daba clases prematrimoniales y clases de catecismo en un pasillo de mi casa”, reveló durante la ‘Tertulia Literaria’ el nuevo programa radial de EL DEBER.

Herencia de una gran familia.

En esta mirada retrospectiva que hace de ella misma, Sarita dedica un especial recuerdo al papel que desempeñaron su abuela y su madre. Ambas quedaron viudas muy jóvenes, destaca. Y aún así, “agarrron las riendas para sacar a sus hijos profesionares”, cuenta.

En ese entorno familiar, Sarita compartió las historia de sus abuelas, tías y primos. “No teniasmos libros para leer,” y esos encuentros fueron su primer contacto con la narrativa. “Eso fue básico”, asegura.

Ese entusiasmo por transmitir alentó a Sarita a escribir. Primero fueron los cuentos. Luego, nació Benjamín, el protagonista de una saga que enamora a miles de niños en el país.

Desde 2008, cuando participó por primera vez en una feria del libro, no ha dejado ser parte de estos encuentros literarios en los diversos departamentos. “Muy pocos chicos tienen libros originales. Los padres de familia vienen para que les cuente la historia y así asuman el hábito de la lectura. Eso me hizo crecer”, reconoce