Los cruceños perfilan un horizonte de oportunidades y desafíos que se ven marcados por la agenda sanitaria, económica y política. Coinciden en que Santa Cruz debe levantarse, así como lo ha hecho ante "las adversidades" que sellaron su historia.

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1 de septiembre de 2020, 7:07 AM
1 de septiembre de 2020, 7:07 AM

Santa Cruz inicia septiembre, su mes cívico, en medio de contrastes y como un auténtico "río de pie", como describió Raúl Otero Reiche al 'hombre de la selva' que hoy se convierte en los 3,37 millones de habitantes que habitan en el departamento, según datos del Instituto Nacional de Estadística. A poco de conmemorarse 210 años de la gesta libertaria (24 de septiembre), Santa Cruz busca curar las heridas de la emergencia sanitaria y proyectar su sello como locomotora económica de Bolivia.

EL DEBER conversó con cruceños que perfilan un horizonte de oportunidades y desafíos que se ven marcados por la agenda sanitaria, económica y política. Coinciden en que Santa Cruz debe levantarse, así como lo ha hecho ante "las adversidades" que sellaron su historia.

El espíritu de la superación

El génesis del mes cívico muestra a un departamento azotado por una crisis de salud desatada por el Covid-19, pero que está en desaceleración. 40.445 casos positivos registrados, 32.061 recuperados y 1.831 fallecidos muestran el golpe que está dando la nueva enfermedad a Santa Cruz, pero también "la determinación por superar al virus", según el secretario departamental de Salud, Joaquín Monasterio.

"Pese a no contar con recursos para desarrollar un sistema de salud para una población que crece, la pandemia llevó a despertar ese espíritu de superación y, así como logramos controlar otras enfermedades, ahora Santa Cruz se defiende del coronavirus", apunta Monasterio con optimismo para ganar esta batalla que se libra en la calle, en los hogares y en más de 600 centros de atención sanitaria en el departamento.

Pero ganar esta y otras batallas es responsabilidad de todos, no solo de los políticos y de los empresarios. Así lo expone Fernando Prado Salmón, urbanista cruceño. A su criterio, el espíritu de superación debe tomar en serio que hay muchas amenazas, pero también entender que el destino está en manos de la población.

A esta voz se suma la de otra autoridad, la del gobernador Rubén Costas, quien recordó que (desde 2014) Santa Cruz asumió las competencias de velar por la salud de su gente, un legado iniciado por "el fallecido héroe de la salud del departamento, Óscar Urenda", y que hoy busca salir a flote a para dar paso a otras responsabilidades como la construcción, en conjunto, del futuro de los cruceños.

"Hace 175 días el coronavirus llegó a Santa Cruz, pero nunca nos sentimos rendidos. En septiembre, Santa Cruz se levanta. Estamos lastimados, sí, hay que ser sinceros. Pero no nos vamos a cansar ni a rendir, como justo homenaje al espíritu cruceño y a la búsqueda de días mejores", dijo a su vez la alcaldesa interina de Santa Cruz de la Sierra, Angélica Sosa.

¿Qué le sobra y qué le falta a Santa Cruz?

Para el sociólogo José Chuvé, el departamento cuenta con liderazgo de sobra, pero todavía permanece invisible, así como capacidades de emprendimiento de su gente. Considera también que a Santa Cruz "le sobra dinero", pero ve que con esto se priorizan las máquinas y el cemento, en lugar del desarrollo humano.

Chuvé también manifestó que sobran los incendios forestales. Santa Cruz inicia su mes cívico con una herida de 4.551 focos de quema a sus espaldas, los cuales se registraron en el mes de agosto, según el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif) de Santa Cruz.

Pero Chuvé, quien también es indígena chiquitano, afirma que la cruceñidad actual tiene una deuda pendiente que es la de reconocer que Santa Cruz es diversa, plural y que está asentada en territorios indígenas. Él ve que falta diálogo, inclusión y mayor acercamiento entre cruceños. Y también denota que hace falta recuperar y dar su lugar a los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas para que puedan sumarse a la locomotora económica de Bolivia.

El expresidente de la Bancada Parlamentaria cruceña, Henry Cabrera, recordó que la pluralidad de Santa Cruz no solo engloba a los pueblos nativos, sino también a forasteros de tierras lejanas, así como otros pueblos indígenas de Bolivia como quechuas y aimaras.

Entretanto, el cantautor Armando Terceros califica a Santa Cruz como la base fundamental de la bolivianidad, donde nacidos y no nacidos deben asumir el compromiso de sacar adelante al departamento, como los demostraron los hijos de 'los hombres de la selva' a lo largo de su historia, pese al abandono del nivel central del Gobierno.

Turno de la juventud

"Desde los 21 días de paro cívico de 2019, se ve a una juventud más participativa y es seguro que ese fue un detonante. Y en esta pandemia es la gente joven la que le está poniendo el hombro al país. Mientras otros pararon, los jóvenes siguen y seguirán trabajando, porque es gracias a su gente que Santa Cruz ha crecido de manera extraordinaria", subrayó Gabriela Jiménez, directora del Comité Cívico Femenino.

Jiménez, quien también es presidenta de Juventud Empresa, observó que este septiembre será distinto a los anteriores, puesto que con el posconfinamiento será tiempo de encarar el futuro de una Santa Cruz distinta, la Santa Cruz de después de la pandemia.

A su turno, Fernando Prado también afirmó que el futuro de Santa Cruz debe ser apuntalado por enorme caudal de jóvenes, quienes están informados, pero que todavía no tienen el poder o la facultad para manejar instituciones. "Los jóvenes son el potencial con el que contamos y cuando se empoderen y asuman como suyos los problemas de la región esto va a cambiar, pero de momento estamos en manos de la burocracia y no se da el cambio", aseveró.

En la parte política también se palpa la presencia de las nuevas generaciones, según el diputado Henry Cabrera, quien cree que en Santa Cruz se está dando oportunidad para que lideren las instituciones públicas y esto se tienen que reflejar en las próximas elecciones subnacionales, tema que viene como 'anillo al dedo' para 'refrescar' la arena política y encarar el futuro de Santa Cruz.

El presidente de la Cámara de Industria, Comercio Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Fernando Hurtado, también reflejó que los jóvenes han demostrado tener una genética emprendedora y ya están a bordo del 'carro de la innovación' y las startups, otro eslabón que marca la senda del crecimiento.

Potencial productivo

Nadie discute que Santa Cruz produce más del 70% de los alimentos que consumen los bolivianos y genera más de $us 1.000 millones en exportación de alimentos o de productos provenientes del sector agropecuario, según el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Luis Alberto Alpire, quien está convencido de que el sector que tiene más futuro en la actualidad es el agro.

Para Alpire, lo que más resalta del potencial productivo de Santa Cruz es el complejo oleaginoso (que incluye a la soya, maíz, sorgo y girasol), al cual menciona como 'la madre del cordero', porque "mueve la economía" y genera un valor de exportación superior a los $us 700 millones, especialmente en soya y sus derivados.

Pero a estos se suman el sector cañero y la producción avícola y vacuna, con este último se pretende cerrar exportaciones por valor de $us 50 millones, de acuerdo con Alpire, y su destino son mercados de ultramar como el chino y otros como Ecuador y Perú. Acotó que este asunto viene alentado por la liberación de la exportaciones, fruto del trabajo del Gobierno transitorio.

Armando Terceros, también ligado al sector cañero, apuntó que Santa Cruz es cuna de los ingenios azucareros, que hoy producen más de 12 millones de quintales de azúcar y que también apuntala la industria del etanol.

El presidente de Cainco, Fernando Hurtado, señaló que en la última década, los años de mayor bonanza en el país, Santa Cruz ha crecido a un mayor ritmo que el resto del país, es decir, mientras Bolivia en su conjunto creció un promedio de 4,5%, Santa Cruz lo hizo al 6,5%, a pesar de que pocas de las inversiones públicas que se efectuaron en el departamento. "Eso quiere decir que Santa Cruz sale adelante por la iniciativa privada, esa es una gran fortaleza", subrayó.

Además, Hurtado apuntó que se deben abordar las ventajas comparativas del departamento (como emprendimientos o tierras que necesitan ser más productivas y se pueden beneficiar con la biotecnología aplicada de manera responsable) para hacerlo más competitivo y que en este asunto se precisan políticas que levanten las barreas del desarrollo económico.

El ejecutivo de Cainco recordó que Santa Cruz tiene el potencial en sectores como la industria y la logística, a tiempo de exponer que hay anhelos pendientes como la consolidación de proyectos como el Hub Viru Viru y Puerto Busch.

Un motor en regeneración

Santa Cruz, la locomotora económica de Bolivia, aporta con cerca del 30% al PIB nacional y presenta una tasa de crecimiento (4,15%) superior a la del resto de los departamentos de Bolivia y en general superior al conjunto de países vecinos, según lo expuesto por el Colegio de Economistas de Santa Cruz.

Fernando Vargas, presidente de esta institución, contempla que estas cifras se lograron gracias al modelo productivo cruceño que ahora debe ampliarse a otros productos alimenticios, con el propósito de reducir la vulnerabilidad de la economía producto de la mono-exportación de materias primas.

Pero para reducir la vulnerabilidad, Vargas considera que hay otras vías como el fortalecimiento de la economía naranja (actividades relacionadas con el acervo cultural de los pueblos y en donde encajan el turismo, la gastronomía o las artes), así como liderar la carrera por la automatización de los servicios públicos, a efectos de encontrar mayores eficiencias y mejorar el clima de negocios para inversores locales y extranjeros. 

"Santa Cruz debe ganar la carrera por adaptarse a la nueva normalidad, mejorar la educación y revisar profundamente su sistema de salud, estableciendo un sistema de financiamiento público pero con asignaciones orientadas por la competitividad", explicó Vargas.

Por su parte, el economista José Alberti apuntó que Santa Cruz en los últimos 20 años se consolidó como el motor económico de Bolivia impulsada por la innovación, la transformación productiva y los avances para ofrecer productos y servicios más complejos.

"En Santa Cruz han nacido personajes importantes de la historia del país. De este pueblo han salido resoluciones y trabajos para hacer a una Bolivia grande", expresó Armando Terceros.

Y es que en Santa Cruz, según Alberti, acumuló en el último medio siglo un liderazgo conocimiento productivo que se observa en todos los sectores. Eso se refleja en que se puede encontrar desde productores básicos de alimentos hasta desarrolladores de la industria del software. Y acotó que para mejorar el presente de Santa Cruz dependerá de la búsqueda de nuevos mercados (su ausencia significa un freno para el desarrollo económico).

"La economía cruceña se forja en el manto del sector productivo, pero se deben empujar otros sectores como el de servicios, donde no se frenen los procesos de internacionalización. Hay que aprovechar el conocimiento productivo de Santa Cruz e incluso avanzando a espectros más sofisticados ligados a la digitalización y industria 4.0", señaló Alberti, haciendo referencia a la casi nula aparición de acuerdos internacionales en el siglo XXI (tarea pendiente del Gobierno).

Sin embargo, Fernando Prado observó que cada vez se hace más grande la brecha entre el desarrollo económico y productivo y el marco institucional de la sociedad cruceña. Señaló que no hay relación entre PIB cruceño y la calidad de la gestión pública y del mundo académico. 

"Nos estamos quedando atrás en los aspectos de las ciencias sociales y es grave porque por el desarrollo económico asumimos responsabilidades nacionales, pero no hemos desarrollado otras capacidades y seguimos muy ligados a un modelo de desarrollo agroindustrial", lamentó Prado.

El desafío del liderazgo

Ruth Lozada, exgobernadora interina de Santa Cruz, observó que Santa Cruz tiene el desafío de liderar al país desde distintos frentes para mantener su status de "Crisol de Bolivia" y aunque inicia un mes cívico atípico y diferente a los demás, cada ciudadano también debe ser su propio líder y protector para evitar que Santa Cruz entre en caos por causa de la pandemia (y una latente crisis económica).

"Es difícil hablar de festejo por el mes de Santa Cruz porque seguimos en emergencia, pero si trabajamos en conjunto sentiremos ese crecimiento que representa al departamento y así será una manera de celebrar a nuestra tierra, nuestros próceres y encontrar los mecanismos para salir adelante", concluyó Lozada, quien también es candidata a diputada por la alianza Juntos.

"Sigamos mirando adelante con esperanza y trabajando unidos vamos a salir adelante antes de lo que todos esperamos". Fernando Hurtado, presidente de Cainco.

Otro tema que no se debe descuidar, según el economista José Alberti, es la institucionalidad, la cual debe ser fortalecida con la inclusión de nuevo actores como se hizo a lo largo de la vida productiva de Santa Cruz y "ese es un valor fundamental a fortalecer en el tiempo", ya que cada entidad (desde el gremio más pequeño) "juega un rol importante que aporta al tejido institucional que conecta a los sectores, las personas, los negocios y sus necesidades".

Bajo este paraguas es que Santa Cruz inicia septiembre, el mes en el que se recuerdan 210 años de la gesta libertaria del 24 de septiembre de 1810; haciendo un llamado al espíritu de superación del 'hombre de la selva' que hoy, en la época contemporánea, busca seguir "como un río de pie".

“Yo te nombro en el tiempo,

te construyo en un ritmo jadeante de máquinas;

fundo en molde sonoro consonancias de acero;

bordo alegres jardines de parajes dormidos ... ”.

“Qué luminosos versos podrán decir mañana

los hijos de la selva,

mirándote crecer". Raúl Otero Reiche