Santa Cruz albergará cerca de la mitad de los bolivianos en los próximos 10 años. Es la tierra de las oportunidades. Las movilizaciones ciudadanas provocaron grandes cambios, como la autonomía

25 de septiembre de 2022, 11:00 AM
25 de septiembre de 2022, 11:00 AM

Están en varias calles de la ciudad. Son los mojones que fueron plantados en el contexto de la lucha por la autonomía, un sistema político reconocido desde 2009 por la Constitución Política del Estado tras movilizaciones ciudadanas. La descentralización, ahora, reclama un nuevo pacto fiscal, pero hay tensiones con el Gobierno central y pugnas internas entre los líderes regionales.

Eso sí, Santa Cruz no ha dejado de crecer y la tendencia es que, en los próximos nueve años, acoja a la mitad de los habitantes del país. Según proyecciones de Instituto Nacional de Estadística (INE), ahora mismo ya residen en la región al menos 3,5 millones de personas, más de un tercio de todo el país. Pero, esta realidad no está reflejada en el actual pacto fiscal, un instrumento legal que es parte de los resultados de esa lucha por la autonomía, pues será con el censo que se actualicen los datos de la población, que también impactarán en la representación política. Santa Cruz, por su crecimiento demográfico, merece más.

Así lo señaló Germán Antelo, expresidente del Comité Cívico y uno de los líderes regionales que fue parte de la instalación de esos mojones que constituyen la memoria viva de la lucha por la autonomía. “Cuando se luchó por la autonomía, no fue ninguno de nosotros, fue la gente la que tomó conciencia de la importancia de esta lucha democrática”, apuntó.

Antelo señaló que más allá de la orientación política, el centralismo no tiene nombre y “hará todo lo que esté a su alcance, sea con aplicación abusiva de las leyes, con la Policía, el Ejército, con aliados circunstanciales para mantener las cosas como están”, pero “en diferentes momentos de la historia fue la gente la que asumió un papel decisivo”.

“Independientemente del poder político o de la región de la que provengan sus dirigentes, el centralismo intenta mantener el poder, manejando el 89% de los recursos y eso es inadmisible, como fue inadmisible que alcaldes y prefectos, en su momento, fuesen elegidos a dedo”, afirmo Antelo.

Esta lógica de “preservación del centralismo” explicaría la estrategia del Gobierno de dilatar la fecha del próximo censo para 2024.

En este caso, el presidente Luis Arce postergó la fecha de la encuesta, prevista inicialmente para noviembre de este año, ante la imposibilidad técnica que reportó el INE para completar la actualización cartográfica, especialmente, en áreas de difícil acceso como es la Amazonia. La institucionalidad cruceña lamentó el diferimiento y demandó que la encuesta se haga en 2023. La Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) formuló un cronograma más acortado que fue rechazado por el Gobierno. Luego de dos paros, el 30 de septiembre, se prevé un cabildo, el primero que tendrá lugar en la era de Arce como presidente, para aprobar medidas de presión en favor del censo.

Tensiones

El abogado Jerjes Justiniano, quien fue embajador de Bolivia en Brasil en tiempos de Evo Morales, lamentó el escenario el actual y afirmó que el Gobierno está aplicando una estrategia para polarizar y generar violencia.

El jurista consideró que hay una lectura equivocada por parte del Gobierno cuando señala al gobernador Luis Fernando Camacho como el único responsable de las protestas. Recordó que las acusaciones a la región y a sus líderes “primero apuntaron a un supuesto separatismo y luego señalaron que había interés de desestabilizar” al Gobierno.

“Eso no es cierto; no es Camacho, es este pueblo que se moviliza contra el centralismo secante; el poder de Santa Cruz está en su gente y eso lo van a comprobar una vez más”, señaló el jurista.

Eso sí, cuestionó la tensión que existe entre el alcalde Jhonny Fernández y Camacho luego de lamentar la ausencia de un liderazgo político cruceño fuerte, diametralmente opuesto al crecimiento económico. “Estamos con dos autoridades que, la verdad, son incompetentes”, dijo.

Por efecto de las tensiones que provocó la demanda del censo, Camacho optó por no invitar al presidente Arce a los actos protocolares que organizó, pero el presidente llegó de todos modos y estableció un acercamiento con los empresarios de la Cámara Agropecuaria de la Oriente (CAO) en función de una “agenda de trabajo”. El coqueteo tiene una invitación para el próximo 6 de octubre, cuando se fije un plan de trabajo, según las expectativas del Gobierno. Sucederá a una semana del cabildo.

Arce anunció, en ese contexto, el respaldo político y económico al alcalde Fernández. “Pequeños grupos vinculados a intereses mezquinos quieren enfrentarnos, quieren poner un freno a nuestra reconstrucción económica” y “quieren aislar a Santa Cruz”.

“Ambos, Camacho y Fernández, tienen su origen en el poder de grupos corporativos cruceños que, desde hace décadas, tratan de dominar la representación de esa región. Fernández, cuyo único mérito fue ser hijo del difunto y exitoso empresario Max Fernández, obtuvo el apoyo de esos grupos de poder, que ahora también respaldan a Camacho”, señaló el periodista Juan Cristóbal Soruco, quien consideró que el MAS juega un papel en el marco de su proyecto de cooptación de poder.

El constitucionalista José Luis Santisteban señaló que “la fortaleza de Santa Cruz es haber consolidado un modelo de desarrollo productivo basado en emprendimientos, en el esfuerzo de su gente”. En contrapartida, consideró que “la debilidad viene a ser la representación política”.

En este contexto, Demetrio Soruco, presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) consideró que a esta altura de la historia “Bolivia no se puede explicar sin Santa Cruz ni Santa Cruz puede pensarse a sí misma sin los que llegan de otras partes de Bolivia con esperanza y para ser parte del corazón y el alma de esta hermosa región, crisol de la bolivianidad”.

Con datos del INE, se puede afirmar que la tasa de crecimiento de Santa Cruz es del 2,3%, lo que significa que cada año llegan 13.218 personas, pero hay un policía por cada 600 habitantes.

Santa Cruz aporta un tercio del Producto Interno Bruto; genera el 73% de los productos agrícolas del país y exporta más del 80% de productos de la agropecuaria.