TEST DRIVE con el MAZDA CX3

Si tenemos que resumir en pocas palabras el resultado de este Test Drive podemos decir que el Mazda CX3 es un coche deportivo con estilo urbano. El motor de 2 litros 16 válvulas de 146 CV habla por sí mismo, aceleración y velocidad son sus virtudes más destacadas.

Sin embargo, el doble caño de escape exige un sonido un poco más impactante, por las características que acabamos de mencionar. El diseño aerodinámico y refinado del CX3 cumple las expectativas, para aquellas personas que buscan un vehículo diferente con un presupuesto no muy exorbitante. La prueba de los conos fue exitosa en el sentido de que la geometría de la suspensión controla en cada instante la estabilidad del vehículo, aun cuando las curvas de 90.º justificarían la perdida de adherencia sobre el asfalto. Pero no, aumentando la velocidad el cinturón de seguridad apretaba aun más el tórax, y la trompa se posicionaba exactamente donde queríamos. De hecho, es casi imposible escuchar patinar las llantas, el control de tracción y el equilibrio peso/potencia lo impide. Pero por eso no se puede decir que es una desventaja. El coche ha sido fabricado para las carreteras, las competencias son otra cosa. En la primera sesión de la prueba de los conos activamos el control inteligente de tracción anti patinaje (TCS), presionando el botón a la izquierda debajo del volante. Y de verdad no obstante la superficie de la calle mojada por la lluvia, no se escuchaba el típico sonido de las llantas. Aprovechamos también para observar que la dirección asistida es muy precisa y permite cumplir maniobras en espacios reducidos.

En la segunda sesión, con el TCS desactivado, en las curvas se requiere alguna corrección con el volante, sin embargo, más bien se advierte que el típico atraso de velocidad cuando se pisa a fondo el pedal del acelerador, dificulta un poco enfrentar las curvas muy cerradas después de pasar cada cono. Dos pequeños consejos para disfrutar un poco más la virtud de este coche: activar la función “sport” que permite sacar un poco más de jugo a los 146 caballos de fuerza en la fase de aceleración. Y la función de caja secuencial que se activa jalando la palanca hacia la izquierda desde la posición “D”. A pequeños golpes hacia abajo se aumenta la velocidad y hacia arriba se disminuye. Al comienzo cuesta un poco acostumbrarse, pero el movimiento es muy intuitivo. En cuanto al equipamiento, se pudo comprobar que es relativamente sencillo “emparejar” el celular con la computadora del vehículo, una vez activado el bluetooth del teléfono se selecciona el nombre “Mazda”, luego confirmar el código que aparece por defecto y en fin dar el “OK”.