Sirve con cualquier tarjeta con claves, incluso las claves antiguas ya caducadas, o descartadas, retienen los suficientes datos para ser utilizados en el ataque a habitaciones de hoteles

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27 de abril de 2018, 9:40 AM
27 de abril de 2018, 9:40 AM

Tomi Tuominen y Timo Hirvonen, expertos en seguridad que trabajan para F-Secure, han creado una llave maestra capaz de abrir millones de puertas de habitaciones de hotel. Como ambos han explicado, exponiendo el peligro que existe con los sistemas actuales, “la creamos básicamente de la nada”.

El actual sistema de la mayoría de cerraduras electrónicas es el conocido como Vision by VingCard, construido por el fabricante sueco de cerraduras, Assa Abloy, y que se utiliza en más de 42.000 propiedades en 166 países, es decir, en millones de habitaciones, así como garajes y centros de almacenamiento.

Se trata sistemas comunes en los hoteles, utilizados por el personal para proporcionar controles sobre dónde (qué áreas) puede ir una persona en un hotel, como su habitación, e incluso para restringir el piso donde se detiene el ascensor. Llaves que normalmente se pueden “limpiar” (resetear) y reutilizar cuando los huéspedes realizan el check-out.

Sin embargo, parece que no son tan seguras. Tuominen y Hirvonen han construido una llave maestra que explota un fallo de diseño en el sistema de cerradura electrónica de hotel más popular, lo cual permite el acceso sin restricciones a todas las habitaciones del edificio.

Además, tal y como explican, sirve con cualquier tarjeta con claves, incluso las claves antiguas o descartadas, retienen los suficientes datos para ser utilizados en el ataque.

Usando un dispositivo de mano que ejecuta software personalizado, los investigadores pueden robar datos de una tarjeta clave, ya sea mediante la identificación de radiofrecuencia inalámbrica (RFID) o la banda magnética.

A continuación, ese dispositivo manipula los datos clave robados, que identifican al hotel, para producir un token de acceso con el nivel más alto de privilegios, uno que sirve como llave maestra para cada habitación del edificio.

Un trabajo que les ha llevado más de una década, y que como han anunciado, solo ellos conocen: “No sabemos de nadie más que realice este ataque en particular ahora mismo”, minimizando (y suponiendo que queriendo tranquilizar a los dueños de los establecimientos) el riesgo potencial para los clientes.