Dejó la banca y salió a recorrer el mundo. Conoce la vida de esta joven boliviana 

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7 de mayo de 2017, 12:32 PM
7 de mayo de 2017, 12:32 PM

Tres años atrás Valeria respiró  profundo, se tomó dos copas de vino, bailó y gritó por toda su casa, y luego, cuando ya estuvo más tranquila, se sentó a meditar los pasos que seguiría en esa semana. Lo primero era vender todas sus cosas, donar lo que ya no usaba y ‘poner su vida en un depósito’ para poder empezar de nuevo sin peso en los hombros.

Desde entonces nunca más tuvo un plan. Solo ideas de lo que quería hacer y a dónde quería llegar. Cada día lo tomó como venía. 

Pero antes no era así. Todo era planeado, los horarios marcados y los compromisos agendados. Tenía el monótono 9-5 de los bancos (se entra a las 9:00 y se cierra a las 17:00), o hasta que terminara todas sus obligaciones. A veces Valeria se iba a las 23:00. Trabajó en Deutsche Bank por tres años y medio, un ente de servicios financieros que está en 70 países y con más de 100.000 empleados. Y luego estuvo en BBVA Compass en Miami (que tiene presencia en todo el sureste y suroeste de EEUU ) por un  año y medio.

Renunció el día que la promovieron a vicepresidenta de su división. No estaba desquiciada, simplemente hartada. Semejante oportunidad significaba una de dos cosas, o se asentaba de una vez en esa vida monótona, segura y sólida, o rompía con todo de una vez, antes de enredarse y perderse en la gigantesca maraña financiera que la estaba asfixiando con sus hilos invisibles.   
Decidió que quería ser libre, que sus actos en adelante tengan  un impacto positivo en el mundo, quería una vida sana para sí, compatible con el medioambiente y su energía personal.  En pocas palabras se propuso viajar más ligera de equipaje.

Ya no iba a ser ‘normal’, ni a seguir las pautas convencionales ni a preocuparse por colmar las expectativas de los otros. Decidió elegir la vida que quería vivir y lo dejó todo para seguir una vida de pasión. Ahora viaja alrededor del mundo y promueve los viajes ‘eco’, la moda sostenible y reparte tips amigables con el medioambiente, luego de haberse convertido en profesional de yoga, en chef vegana y en bloguera.

Valeria Hinojosa es una boliviana que solía leer Forbes cuando trabajaba en banca y una vez echó todo por la borda, Forbes vino a ella para pedirle una entrevista porque la querían destacar como una de las 10 millennials que está logrando sus metas sin comprometer su esencia. 
Con un blog de viajes y de estilo de vida consciente, Valeria ha hecho de su nueva vida apasionante un negocio rentable. Lejos están sus días de dormir en el sofá de su madre. Ahora ya tiene un espacio en las redes sociales. 

Y las empresas le pagan para que vista ropa ecológica, se hospede en hoteles verdes, consuma alimentos orgánicos y se ejercite en una vida sana y de respeto por la naturaleza y los animales. 
La chica delgada, de cejas pobladas y cabellera al viento se animó a deshacerse de aquellas cosas que dejaron de interesarle y de hacerla feliz, aunque ni su propia madre la entendió en un principio por renunciar al ‘trabajo soñado’, ni tenía muy claro qué era esta generación de millennials con valores e intereses diferentes.

1,2,3.- Su más reciente viaje. En la primera semana de abril emprendió el viaje hasta esa tierra lejana que resultó ser mucho más de lo que se esperaba. Este paseo fue para Valeria, según sus palabras, como una limonada fresca en el desierto. 4,5 Bajo el agua o arriba de la montaña (Arriba) haciendo snorkeling en Bahamas. (Izq.) durmiendo dentro de un refugio colgante completamente transparente (Sky Lodge) para apreciar la impactante vista sobre el Valle Sagrado en Cusco (Perú).

¿Cuánto tiempo te dio vueltas en la cabeza la idea de dejarlo todo y cambiar de vida?
Mucho. Estuve en la banca privada y por uno o dos años me  pasé meditando la idea de dejarlo todo, pero tenía miedo a lo desconocido… a no saber qué  paso tomar después, qué haría de mi vida, mi carrera y mi salario... 

¿Qué cosas o quiénes te detenían en un trabajo estable, convencional y demandante?
La idea de tener una carrera y salario estable, lo que pensarían mis padres, y la educación que recibí. Cada mañana me levantaba dispuesta a dejarlo todo, pero luego, a mediodía, me entraba el pánico de perderlo y que mis acciones decepcionen a personas importantes en mi vida.

¿Creés que de haber tenido hijos o pocos recursos económicos de igual forma te hubieses animado a lanzarte a la aventura? 
En ese momento mi única responsabilidad era sobre mí misma, lo cual me hizo la decisión un poco más fácil. Si hubiera tenido hijos, todo hubiera sido diferente. Siento y creo que al tener hijos, la manera de ver las cosas cambia completamente. La vida de los hijos se vuelve la vida de uno, y cada decisión viene con mucha responsabilidad. 

Sobre mis recursos económicos cuando tomé la decisión de dejar mi carrera en la banca privada, tenía una cuenta de ahorros que era vergonzosa para una banquera. Lo cual me hizo este viaje por la vida mucho más duro, pero cada minuto y lección valieron oro. Siento que crecí mucho más como ser humano en estos tres años, que en todos los pasados. 

¿Qué es para vos ser una millennial?
En mi opinión, ser millennial significa que nacimos para romper el molde. Que las reglas, las estructuras, las mentalidades cuadradas, las críticas y las zonas de confort no aplican a nosotros. Nacimos con un chip diferente y dispuestos a seguir nuestras pasiones, conectar con nuestro espíritu y pelear por crear el mundo en el que queremos vivir y dejar a nuestras futuras generaciones.

¿Siempre te importó el medioambiente y el estilo de vida consciente? ¿cuándo sentiste que despertó esa consciencia en vos?
Según lo que me acuerdo de mis memorias de niña y lo que me cuentan mis padres, siempre tuve una conexión muy fuerte con la naturaleza. Salvando animalitos y contándole mis penas a los árboles, pero no fue hasta unos seis años atrás que decidí escuchar a esos gritos que tiraba mi alma y volver a conectar con mi esencia. 

¿Cuán difícil fue emprender algo de cero?
Fue difícil pero gratificante. Cada día es un aprendizaje nuevo. Y hoy, en este punto de mi vida, no hay mejor sentimiento que poder ver los frutos de todo el trabajo, pasión y tiempo que le puse a lo que amo.

¿Cuáles fueron los principales obstáculos? ¿cómo los venciste?
El obstáculo más grande fue posicionarme como una bloguera profesional en un mercado que era desconocido para muchos: el mercado consciente. El creer en este estilo de vida y practicarlo todos los días, me ayudó a combatir el miedo y las críticas y seguir adelante con mucha fuerza.  

¿Llevás la cuenta de cuántos países has conocido?
Viajando para mi blog, 15 países y más de 46 ciudades. 

¿Podrías compartirnos una experiencia que te haya marcado en especial? ¿qué pasó?
La verdad, siento que en estos dos últimos años he vivido más que en toda mi vida. Cada viaje y día está lleno de sorpresas y anécdotas que nunca esperé. Pero creo que uno de los recuerdos más lindos es ver el cariño y reacciones de las personas que siguen y creen en Water Thru Skin. Desde los mensajes hasta el apoyo y los artículos que han escrito orgánicamente sobre mi blog. El último fue en Forbes, una revista que yo leía mucho como banquera, pero nunca imaginé que me publicaría a mí o mi historia. Ver cómo la sociedad se enfoca cada día más en apoyar las pasiones y sueños de uno, no tiene precio.

Yoga y veganismo, dos cosas radicales, ¿Qué vino primero? ¿cuánto tiempo te demoró dominar el yoga?
Para mí, yoga vino primero. Lo descubrí en la universidad, luego me volví vegetariana a los 23, profesora de yoga a los 25, vegana a los 26, y chef de comida vegana cruda a los 27. Llevo practicando yoga ocho años, pero no fue hasta el momento que tomé mi certificación de yoga que mi cuerpo se empezó a manifestar de una manera sorprendente y linda. 

¿Qué receta vegana es la que te sale mejor?
¿El café orgánico por las mañanas cuenta como receta? (risas). Mis recetas favoritas, y las que vengo cocinando por mucho tiempo, son los panqueques veganos con frutas, la sopa cremosa de espinaca con aceite de trufa, el cebiche de hongos con mango y el mousse de chocolate negro con pipocas caramelizadas y crema de coco. 

 ¿Tu experiencia en banca te ayudó a poner tu blog en una perspectiva de negocio rentable? ¿Vivís de lo que hacés?
Sí. Los cinco años de mi carrera en la banca me ayudaron a poner en perspectiva lo que necesitaba para mantenerme económicamente y cómo conseguirlo siendo bloguera. Y, ahora que abrí una agencia para blogueros y marcas conscientes, mi experiencia en la banca me ayudó  con el plan de negocios y todos los números y estados financieros necesarios para buscar inversionistas. 

¿Qué importancia tienen, desde tu perspectiva, las redes sociales?
Muchísima, pero todo depende de cómo las usamos. Hoy en día, las redes sociales y sus usuarios tienen el poder de inspirar a los lectores a vivir una vida auténtica y consciente, o a admirar y buscar una vida falsa y desgastadora. El propósito de la agencia que creé, WTS Connect, es llegar a transformar todas las redes sociales en canales llenos de pensamientos positivos, historias reales y honestas, vibras energizantes e información consciente. 

Tu trabajo es tu pasión y tu pasión es tu trabajo, ¿Cuál es tu principal aporte al mundo?
Mi blog, Water Thru Skin, y la agencia, WTS Connect, tienen el mismo propósito: demostrar al mundo que vivir una vida ecológica, sana, tranquila y llena de compasión y bondad es posible. Desde los viajes que hago hasta las marcas con las que trabajo, mi aporte al mundo es inspirar a los lectores a un estilo de vida que está en sincronía con la madre naturaleza y nuestros espíritus. 



En este momento de tu vida, ¿hay algo que te gustaría cambiar o transformar?
Sí. Me gustaría estar más cerca de mi familia. El vivir en Miami, empezar una empresa aquí y viajar cada mes por mi blog me limita las veces que puedo visitar Bolivia y sobre todo el tiempo que puedo quedarme allá. Estoy buscando una manera sana de balancearlo todo. 

Estás con un pie en los 30, ¿Qué pensás de los viejos estereotipos que dictan que a esa edad ya deberías estar casada, con hijos y con una cuenta de ahorros que te dé cierta seguridad, por ejemplo?

No creo en los estereotipos, peor los que dicen cómo debería actuar una mujer o vivir su vida. Lamentablemente, y por más de que estemos en el 2017,  todavía hay muchas parejas que se casan presionadas por la sociedad. Si algo aprendí en estos años, es que la vida es corta y nuestra única meta tiene que ser la felicidad genuina. Cuando una encuentra paz interna y está alineada  con sus pensamientos y pasiones, todo lo demás fluye, incluyendo el amor. El amor no se basa en necesidad ni en reglas, sino en encontrar a esa persona que agrega más luz a la vida de una y no le corta las alas. En este momento de mi vida, a los 29 años, no tengo en mente casarme ni tener hijos, sino seguir descubriendo el mundo y a mí misma y transformar mis ideas en empresas, para que el día que llegue la persona correcta, yo sea un alma entera y no una mujer asustada y desesperada buscando a su otra mitad. 

Una vida estable y segura suele privarnos de vivir más emociones, conocer nueva gente y nuevos lugares. ¿Hay algo de lo que te privás ahora?
Honestamente, no. Los cinco años que viví en la banca me privaron de mucho, por lo cual, el día que cambié mi vida, me prometí vivirla a pleno. Con menos preguntas y dudas y con más soluciones y experiencias. Mi personalidad también ha cambiado muchísimo en los últimos tres años. Ahora dedico más tiempo a los momentos que me hacen crecer como ser humano y empresaria, y a estar rodeada de gente que quiero y la cual ha estado a mi lado en lo duro y lo hermoso. Las fiestas, las adicciones, pretender ser alguien que no soy, y las noches de desvelo quedaron en mi pasado. 

¿Cuál creés que es tu principal atributo para que la gente guste de tu estilo y para obtener el éxito en tu blog?
La honestidad. No tengo miedo a compartirlo todo con mis lectores y la gente que me sigue. Siento que la vulnerabilidad es la nueva fuerza, y que mientras más comparto, menos lugares tengo para esconderme de mí misma. 

Mientras más acepto mi historia, más tranquila me siento en mi propia piel, y al mismo tiempo mi diario vivir (con todos los subes y bajas) puede inspirar a otras personas a ser auténticas y a darse cuenta que el ser diferente es una bendición.