Consejos para ayudar al enfermo la familia debe tener la mente positiva, no actuar con dramatismo y darle apoyo emocional, espiritual y afectivo

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5 de febrero de 2017, 5:00 AM
5 de febrero de 2017, 5:00 AM

Claudia quedó en shock cuando escuchó la palabra cáncer de mama. Lo primero que se le vino a la mente fue que iba a morir y que iba a dejar a sus hijos, todos menores de edad, sin sus cuidados y su protección. El apoyo de su esposo fue fundamental. Él la alentó y le dijo que iban a luchar juntos y que quite de su cabeza los pensamientos negativos. 
Y así fue. El cáncer de mama que tenía estaba en su etapa inicial. Claudia, su esposo y una hermana de ella viajaron a Chile, donde le hicieron el tratamiento adecuado y hoy está completamente sana. 


“Lo que más me ayudó a luchar y a vencer el cáncer fue el amor de mi familia y el apoyo de mis amigos. Al recibir el diagnóstico tuve miedo, rabia, ansiedad y desolación ante la posibilidad de enfrentar una enfermedad larga, con riesgo de muerte, pero la mente positiva y el soporte que me dieron todos, me fortalecieron”, cuenta Claudia. 


Muchos estudios indican que los pacientes con cáncer que reciben apoyo por parte de su entorno encuentran menos dificultades al afrontar la enfermedad. Es muy importante intentar ponerse en su lugar y comprender la situación que está experimentando y, sobre todo, tener mente positiva.


Cuando una persona padece cáncer, supone un shock. Sufre un impacto emocional, ya que en poco tiempo debe hacer frente al diagnóstico, las pruebas médicas, los tratamientos, la aparición de posibles efectos secundarios, así como tener que tomar decisiones y afrontar cambios en la vida diaria, explica la sicóloga Lourdes Heredia. 


No obstante, acota la sicoterapeuta Liliana Zabala, el cáncer no solo afecta al enfermo, sino también a su entorno. Es posible que los familiares se sientan mal y es normal que tengan miedo y se preocupen, pero es importante que se sobrepongan y actúen sin dramatismo, sabiendo que si el enfermo es la pareja, madre, hermano, familiar o amigo, pueden hacer mucho para colaborar. 


Indica que a veces solo bastará con hacerle saber que están ahí para lo que necesiten. En otros momentos podrán ayudar en cuestiones prácticas, como haciendo gestiones, cuidando a los niños, etc., escuchándole o ayudándole a tomar una decisión.

Apoyo sicológico 
En los últimos años, explica Heredia, el hogar y el entorno de los enfermos de cáncer han adquirido una importancia relevante en el tratamiento y calidad de vida del enfermo de cáncer, en especial de aquellos que pueden encargarse del cuidado y atención del paciente.
En este sentido, durante el proceso de la enfermedad es necesario que la pareja y los hijos, si ya son grandes, reciban la mayor información posible sobre la enfermedad y el tratamiento, que contribuyan a afrontar la enfermedad con naturalidad, sin dramatismos innecesarios y atendiendo las necesidades del paciente en cada etapa de la enfermedad para comprender mejor qué es lo que le está pasando a su familiar.


La pareja, generalmente, es la persona en la que recae casi toda la carga emocional, por lo que, al igual que el enfermo, necesita también ser contenido durante la etapa de tratamiento que asume su cónyuge para vencer el cáncer; llegando a experimentar ansiedad, falta de concentración, trastornos de sueño, fatiga, se siente incompetente, irritado y abrumado ante las nuevas responsabilidades. Por ello es fundamental que reciba apoyo sicológico.

El rol de la pareja
Los sicólogos coinciden en señalar que la ayuda de la pareja es fundamental a la hora de hacer frente a un diagnóstico de cáncer y a las terapias. El cónyuge puede dar un apoyo insustituible y contribuir a mantener en alto su autoestima. Es normal que a veces dude y no sepa cómo actuar, en ese caso debe buscar orientación.


Zabala dice que es necesario informarse sobre la enfermedad, el diagnóstico y los tratamientos que va a recibir el paciente. Conocer acerca de las reacciones emocionales habituales y las preocupaciones más frecuentes le ayudarán a entenderlo mejor. 


Es necesario, afirma, tratar de comportarse con naturalidad, sin dramas, intentando mantener una actitud positiva y tratando de transmitirle apoyo y energía, sobre todo en los momentos de más debilidad. Además, siempre acompañar a sus tratamientos y consultas vale mucho.


Remarca que es necesario dejarlos expresarse. Si lloran, no interrumpirlos, sino más bien dejarles aflorar sus sentimientos, eso les ayudará a entender mejor lo que les está pasando y a adaptarse. Ponerse en su lugar es otra cosa necesaria, así como también no ocultarles nada ni tampoco descuidar el contacto físico ni los gestos afectivos. Si surgen problemas o malos entendidos deben tratar de solucionarlos juntos.


“La pareja o los hijos que tienen a su cargo el cuidado del enfermo no deben descuidar su salud física ni síquica. No dejen que el cáncer se convierta en un tema tabú. Pregunten lo que no sepan, si sienten que no pueden afrontarlo solos, busquen el apoyo de un especialista”, resalta Zabala.


Mujeres y amigas
Heredia señala que para la mujer tiene especial importancia contar con amigas que le brinden apoyo emocional y ayuda práctica en la casa, como cocinar, cuidar a los niños, comprar algo y hasta acompañarlas al médico. Al momento del diagnóstico, ellas piensan en las personas en las que pueden confiar e intensifican esas relaciones.


Ya en el proceso de tratamiento, acota, surgen nuevas amistades con mujeres que están en la misma situación o que ya superaron la enfermedad. “Es de suma importancia este nuevo grupo social para las enfermas de cáncer, puesto que les permitirá estar más cómodas, podrán sincerarse consigo mismas y expresar sus sentimientos más abiertamente, además de escuchar las experiencias de las otras mujeres que están pasando lo mismo o que tal vez ya lo han superado. Esto mejorará su humor, aumentará su autoestima y su sentido de eficacia”, concluye