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11 de diciembre de 2016, 9:16 AM
11 de diciembre de 2016, 9:16 AM
El último mes del año llega con una mezcla de sentimientos y emociones a cuestas. El simple hecho de pensar que el año ya se va y que uno no ha logrado hacer todo lo que quería realizar genera ansiedad y dependiendo de cada persona puede transformarse en estrés, presión o angustia. 


Sumado a ello, los problemas personales, familiares o laborales no resueltos así como la sensibilidad a flor de piel y el cansancio acumulado por la rutina diaria vivida o por la intranquilidad que provoca esta fecha, en la que proliferan las ofertas comerciales y los eventos festivos, pueden terminar afectando el estado de ánimo personal y la productividad laboral, según opinan los expertos.


En ese sentido, consideran que este no es buen momento para dejarse ‘asfixiar’ por todas esas preocupaciones y ocupaciones.


Más bien diciembre debe verse, en su opinión, como un mes de oportunidades, de evaluación y preparación para el nuevo ciclo que viene desde el próximo año en adelante. Por ello proponen estas cinco tareas para hacer que este mes sí cuente y no pase desapercibido o ahogado por las distracciones internas y externas. 


1.- Mirar atrás y tomar más impulso. Es importante darse tiempo en este mes para "pasar nuevamente por los duelos" que significa el recordar las situaciones gratas o ingratas que a cada uno le ha tocado vivir durante el año. No obstante, esa retrospectiva debe ser optimista y muy bien controlada.


"Tenemos que estar convencidos de que la voluntad es mayor a los sentimientos del corazón y que la razón permitirá sacar provecho de la experiencia vivida e identificar oportunidades de mejora. Las adversidades siempre traen consigo grandes oportunidades", explica Mary Esther Parada, decana de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Privada de Santa Cruz . En su criterio, hay que ver lo maravilloso y esperanzador que es concluir un año y estar listo para empezar otro con una mejor actitud. 


2.- Organizarse y planificar. Esta fecha es un buen momento para revisar la ‘agenda’ y ver qué tanto se ha ido ‘vaciando’ la lista de temas pendientes por atender tanto en la vida personal como laboral. Si hay poco o nulo avance, no hay que desesperarse y se debe hacer una nueva lista. Solo se requiere ser organizado y disciplinado al planificar nuevamente las metas por alcanzar. 


"Personalmente, me funciona el vaciar en un papel la agenda física o digital. Escribo todas las acciones pendientes, tanto personales, familiares y laborales. Una vez las tengo en lista, las pongo en orden de importancia y voy tachando conforme las voy atendiendo”, relata Parada. 


Y es que en su criterio, “vaciar las tareas pendientes a un papel” donde uno las pueda ver, permite limpiar la mente del “qué tengo que hacer” y ocuparse a partir de ahí del “cómo” y el “cuándo”, poniendo la mejor energía para hacerlo con eficiencia.


3.- Autoevaluarse sin deprimirse ni castigarse. Cada uno debe autoevaluarse e identificar no solo sus debilidades sino también sus fortalezas que han salido a flote en 2016. 


En opinión del sicólogo organizacional Juan Domingo Fabbri, un análisis de ese tipo no debe “bajonearnos” sino más bien “motivarnos y ayudarnos a crear nuevos propósitos” para mejorar en el futuro. “Lamentablemente la mayoría de las personas camina cargada de emociones negativas y todo ello la vuelve más pesimista. Ya no mira sus logros y termina deprimiéndose sin motivo”, reflexiona. 


A la par, cada vez que uno se analice a sí mismo, debe cuestionarse también cuál es su principal motivación y cómo esta le ha dado o no el impulso que necesita para seguir adelante. Con ese ánimo, Fabbri indica que no hay que mirar solamente a los retos de este y el próximo año sino más bien ampliar la perspectiva hacia la “gran meta de nuestras vidas”. 

Allí la automotivación es clave. "No hay que esperar aplausos de otros, sino hacerlo uno mismo”. 


4.- Manejar mejor las emociones. Esta fecha produce en muchas personas una profunda depresión porque sienten haber llegado a otro límite más en su vida sin sentirse realizados plenamente. Pasa lo mismo cuando alguien cumple 20, 30, 40 o 50 y atraviesa por momentos de crisis porque cree haber acabado etapas importantes de su vida sin muchos logros. 


“Creo que hay que ser responsables y aprender a manejar mejor las emociones negativas para que meses como este donde se siente un fin de ciclo, no nos jueguen en contra. Es algo que debe ser permanente todo el año, porque en cualquier momento pueden desencadenarse problemas para los que uno no está preparado", señala Juan Domingo Fabbri. 


5.- Sin apuros. La llegada de fin de año empuja a muchos a correr contra el tiempo y a tratar de hacer en diciembre lo que no hizo el resto de los meses. Así uno entra en una carrera estresante, tratando de recuperar el tiempo perdido.


Eso no es nada bueno, según indica el sicólogo organizacional consultado. “Para qué entrar en esa carrera loca. No hay que acelerarse pero tampoco relajarse totalmente. Ningún extremo es positivo. Lo mejor es mirar con calma lo que uno puede hacer mejor de aquí en adelante. Prepararse para empezar desde el 1 de enero haciendo de verdad las cosas que quedaron rezagadas. Y ocupar el tiempo libre que queda para poner en equilibrio la vida personal y laboral. Es una oportunidad imperdible para eso”, reflexiona


Diciembre no está entre los más productivos

​Un estudio sobre el comportamiento de los trabajadores en sus horas laborales realizado en España por Workmeter, un software creado para medir la productividad de las personas, identifica el mes, día y hora, en el que los empleados son más productivos. Allí no figura diciembre.

De acuerdo con esa investigación, la mayor productividad laboral se obtiene en febrero, periodo que concentra un nivel de eficiencia del 90%. Por el contrario, agosto es el mes menos eficiente, con un 86% de eficiencia, la cual se traduce en una hora menos de productividad entre los trabajadores. 


El viernes es señalado el día de la semana más productivo y eficiente debido a que es una jornada intensiva en muchos centros de trabajo. Y la hora más productiva del día es la franja que va de las 12:00 a las 13:00. La medición se hizo en 2015 en una muestra de más de 100 empresas y 3.770 trabajadores.


Entretanto, diciembre sigue siendo considerado por sicólogos y expertos en gestión empresarial como un mes “vulnerable” o “estresante”. Hay quienes disfrutan esta fecha porque es también una temporada de fiestas y reencuentros familiares y sociales pero también hay quienes viven este mes con mucha presión por cumplir tareas pendientes y, entonces el tiempo apremia. Otros sienten depresión o pesimismo a causa de los balances que realizan sobre lo que pudieron o no lograr en el año así como a raíz de las ausencias que se hacen más notorias en esta época.