Orientación vocacional. Las capacidades, aptitudes, intereses y experiencias adquiridas, son, entre otros, factores a tomar en cuenta para decidir qué profesión estudiar. Resolver ese dilema puede ser difícil para algunos bachilleres, por ello dos expertos aportan sus consejos

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4 de noviembre de 2018, 4:00 AM
4 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Elegir una carrera acorde a las aptitudes y respondiendo a las necesidades del mercado muchas veces no es tarea fácil. Algunos bachilleres y estudiantes de los últimos años de colegio se enfrentan a una encrucijada al acercarse a la universidad; en cambio, para otros es un paso que tienen definido mucho tiempo antes. En ello coinciden Aldana Férnandez, de Luá, y Luis Enrique Rivera, de Sal & Luz.

Aseguran que aun así, muchos flamantes egresados se enfrentan a situaciones familiares y económicas adversas que los hacen cambiar la decisión o también puede suceder que en las puertas de la universidad se den cuenta que su elección no es la adecuada y decidan cambiar.

Existen muchas maneras de tomar la decisión correcta. Se puede acudir a centros especializados, realizar visitas guiadas a instituciones universitarias, consultar con familiares y amigos profesionales de la carrera elegida, o resolver test vocacionales disponibles en páginas especializadas de internet.

Decidir qué carrera estudiar es una decisión personal, en la que los padres y profesores deben servir de guías, pero no perder de vista que la decisión final será netamente del estudiante. Por eso, aunque a muchos tutores les gustaría que sigan la tradición familiar, se debe dejar la libertad de resolver este dilema de manera independiente. Eso sí, con un previo conocimiento de lo que se puede enfrentar, aconseja Fernández.

El mercado laboral

En la elección de carrera también existen criterios importantes a tomar en cuenta, uno fundamental es la necesidad del mercado laboral. Aunque, de todos modos dependerá de las aptitudes del estudiante, más que de su necesidad de ser insertado rápidamente en el mercado laboral, ya que muchas instituciones hoy en día ofrecen programas de inserción para sus alumnos.

A este respecto, Rivera detalla factores puntuales que se deben estimar para tomar esta importante decisión, llevando un orden específico de estos criterios.

Primero, se tomarán en cuenta las capacidades intelectuales, o tipo de inteligencia que se posee, como ser inteligencia verbal, inteligencia lógica matemática o inteligencia espacial, entre otras.

Luego, cada uno debe conocer sus características temperamentales y de personalidad, en cuanto a fortalezas y debilidades.

Otro aspecto importante está referido a los intereses del estudiante. En otras palabras, sus gustos naturales por ciertas actividades o labores.

Finalmente, también se deben tomar en cuenta las experiencias de vida que cada uno posee. Por ejemplo, si no se tiene vivencias en el campo será más complicado ejercer una carrera que se desarrolle ahí.

Para Fernández, un programa completo de orientación vocacional debe sopesar la personalidad, inclinación profesional, las habilidades y aptitudes y los intereses y motivaciones.

En resumen, un perfil. Y entonces, de acuerdo a él, buscar carreras afines. “Sabemos que cuando se une la habilidad con la motivación, aparece la pasión y, en la aplicación de estas, el despliegue del potencial. Por lo tanto, ese es el objetivo de realizar el proceso”, remarcó Fernández.

Licenciatura o técnica

Normalmente, las razones para iniciar una carrera técnica obedecen a la necesidad de poder insertarse en el mercado laboral lo más rápido posible, teniendo a favor un conocimiento específico. Ello permitirá tener una mejor perspectiva en el mercado laboral, coinciden en señalar ambos profesionales.

Aunque no está definido que un perfil vocacional sea determinante para acceder a una carrera técnica y que todas las personas pueden optar por esa alternativa. Fernández puntualiza ciertos aspectos importantes, como tener una alta inclinación técnica funcional, orientación específica y motivación de corto alcance.

“Debemos entender que hoy, cada vez más, se requieren profesionales con alto nivel de especialización. Por otro lado, las carreras técnicas proporcionan mayores ventajas competitivas”, remarca la orientadora.

Los aspectos a tomar en cuenta para elegir una licenciatura no difieren mucho de los que se consideran para elegir una profesión técnica. “En la actualidad, hay espacios laborales que exigen un nivel de licenciatura. Por eso si la preparación del postulante corresponde con la visión de su vida personal y profesional, es aconsejable no demorar el inicio de sus estudios”, asevera Rivero.

Además aconseja que, en ambos casos, no se debe obviar una conveniente orientación vocacional, teniendo siempre presente que las exigencias de preparación y actualización profesional no terminan con la obtención de un título universitario.

El año sabático

Hay diversas posturas sobre si es sano para un bachiller tomarse un tiempo para realizar cursos o dedicase a viajar y conocer nuevas culturas. El conflicto se centra en que una de las premisas de vida actual es el aprovechamiento máximo del tiempo. Aunque, también puede ser necesario para tomar la decisión más acertada.

Los profesionales consultados identifican algunas ventajas y desventajas de tener una temporada de licencia, antes de iniciar la carrera profesional.

Así, Fernández remarca que más que sano es útil, pero aclara que solo cuando el viaje tiene como propósito clarificar intereses, descubrirse, madurar, independizarse, aprender o afianzar idiomas, entre otras ventajas.

Rivera señala que viajar o tomar cursos previos a la ‘U’, debe tener un propósito. “Es para resolver dudas sobre la carrera elegida y no porque no se sabe qué hacer o se quiera descansar”, argumenta. Apoya su aseveración en que esa actitud podría resultar contraproducente, pues en ese tiempo sabático se corre el riesgo de perder los hábitos de estudio.

PREPARACIÓN

Conocimiento. El conocimiento profundo de sí mismo y la visión de futuro ayudarán en la elección de la carrera correcta.

Popularidad. La propaganda de la que gozan ciertas profesiones y el temor a ciertas materias no deben ser determinantes en la elección de una titulación.

Oferta. Un estudio recientemente realizado mostró que el crecimiento de la oferta académica no ha sido metodológicamente planificado, sino que se han recibido indiscriminadamente a todos los bachilleres por una postura mercantilista.

Prestigio. Estudiar en una universidad reconocida trae beneficios, pero la calidad académica puede variar entre una titulación y otra.

Ambiente. Es muy aconsejable que el postulante realice varias visitas a la institución donde desea ingresar para conocer sus espacios y actividades extras.

Organización. Antes de ingresar en carrera, es aconsejable que se cree un hábito de estudio y actividades ordenado por prioridades.

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