Cuando hablan las paredes

 Fueron los propios vecinos del barrio San Juan, que está ubicado entre el Canal Guapilo y la avenida Cumavi, los que con el ánimo de cambiarle el rostro al lugar donde viven, los que invitaron a los organizadores del encuentro de arte público y muralismo El canto de la selva, para que intervengan las paredes de esa zona. “Nos convocaron a visitarlos en 2021 y nosotros hicimos un análisis de las casas y de cómo funcionaba el barrio y nos encantó la idea de poder trabajar con toda esa gente que con cariño nos ofrecía su apoyo”, comentaba el año pasado Renate Hollweg, integrante del comité organizador del evento, que nació en 2018. “Además de su buena predisposición nos entusiasmó realizarlo en ese barrio, por un sentido de cooperación y de construcción conjunta”, explicaba la artista en aquella ocasión.

El evento fue acompañado con otro proyecto que se llamó Reverdecer, que se encargó de hacer una limpieza en las aceras del circuito donde se realizaron los murales y se crearon macetas con llantas en desuso por todo el recorrido, además se potenció con plantines un pequeño huerto que un vecino hizo en una placita de la zona.

El compromiso de los vecinos, se hizo evidente y este año nuevamente el barrio fue elegido para que artistas nacionales e internacionales intervengan otros espacios del lugar. Es así como uno de los barrios más tradicionales de la Villa Primero de Mayo se ha convertido en el primer barrio de los murales de Santa Cruz de la Sierra. Por sus calles, aún sin pavimentar y que antes eran grises monótonas, ahora son coloridas y alegres e invitan a recorrerlas.

Gente del Barrio

“Es una manera de darle una nueva visión al barrio, las pinturas han logrado que las casas tengan más colorido y atraigan a personas de otros barrios que vienen a admirar las obras”, sostiene María, una vecina que se declaró satisfecha por la nueva imagen que tiene la zona, donde también se encuentran la Cidob, Canob, la Policía (DP -5), los colegios Bertha Cuéllar y Los Ángeles, además del mercado San Juan.

Trabajo. Los artistas se dan modos para realizar sus obras al aire libre sin sentir incomodidades/Foto: Jorge Ibáñez

“Nosotros estamos muy contentos con la realización de este festival por segundo año consecutivo”, comenta Marcelo Véliz, presidente de la junta vecinal del barrio y en cuya casa se hace una olla común con la ayuda de los vecinos, para todos los artistas presentes en la cita. Véliz, que vive desde los diez años en la Villa Primero de Mayo y 31 años en San Juan, señala que estuvo tras de Renate un buen tiempo hasta que la convenció de hacer este trabajo en el barrio San Juan, hasta que lo consiguió el visto bueno a fines de 2021 y desde ahí se preparó el encuentro del año pasado, donde se realizaron 11 murales de diferentes estilos y ahora se han concluido 12, que le dan un aspecto muy pintoresco a toda la zona.

“Tenemos la intención de que esta zona de la Villa sea conocida por los vivientes de esta populosa ciudadela y también de todas las zonas de la ciudad capital, como una especie de destino turístico”, indica Véliz sin esconder su entusiasmo y agrega que estudiantes de diferentes colegios han estado visitando el barrio con sus profesores, como una manera de incentivar el arte muralista.

El barrio San Juan este año cumplirá sus bodas de oro y, según datos del periódico La Calle, allí viven cerca de 1.500 personas y cuenta con 19 manzanas con 19 manzanas y limita al norte con el barrio Soberanía, al sur con Hermenca, al este con El Porvenir y al oeste con el quinto anillo.

La barriada, según palabras Véliz, tiene muchas carencias que requieren ser atendidas por las autoridades, pero ha sido la acción de los vecinos y de los artistas de El canto de la selva, los que han demostrado que se pueden mejorar los espacios públicos.

Desde México. Fósil Muralista (Gerardo Rivera Suaste), a punto de concluir con su obra realizada con aerosoles./Foto: Jorge Ibáñez

Esta reunión de muralistas concita la atención de artistas de Colombia, Chile, México, El Salvador y de Bolivia.

‘Fósil Muralista’ (Gerardo Rivera Suaste) un afamado muralista mexicano, es uno de los ilustres visitantes que estuvo plasmando su arte en un muro de una vivienda del barrio. ‘Introspección espiritual’ le puso como nombre a la obra, para lo cual utiliza mayormente aerosoles, una técnica que ha pulido a lo largo de más de 25 años de carrera y que ha sabido llevar a muchos países, como Estados Unidos, Argentina, Brasil, El Salvador, Paraguay y Chile, aparte de su tierra natal y Bolivia.

“Tratamos de llegar al interior de las personas con nuestro arte, y que a partir de allí tomen conciencia de la vida y la importancia que todos debemos de dar a la naturaleza”, asegura Fósil, que estuvo en la Bienal Internacional de Miramar (Argentina) y desde ahí llegó a nuestro país.

El muralista mexicano dijo sentirse satisfecho por su creación y por la aceptación que tiene entre la gente de Santa Cruz, en esta su segunda visita a nuestra ciudad.

Isaac Sosa, otro joven artista salvadoreño de 28 años, es también la segunda vez que está en tierra cruceña. El viernes tuvo una jornada con niños del barrio y también con descendientes de salvadoreños y que ahora son otros cruceños más, asegura.

“Me gusta interactuar con los niños, las obras están hechas con la participación de todos”, asegura, mientras hace un boceto de su pintura, donde destacan colibríes y otros animales.

Miguel Ángel Vargas, artista cruceño, empezó como la gran mayoría de los muralistas haciendo grafitis desde temprana edad como hobby, ahora a sus 29 años es su modo de vivir realizando trabajos de pintura en varias modalidades.

Raw Artichoke de Colombia se dedica al muralismo desde 2019 y es la primera vez que sale de su país para mostrar su arte. Dijo sentirse muy contento de esta su primera incursión en Bolivia.

La boliviana Ángela Mónica Cahuata Lohse es otra de las participantes del festival. La joven de 28 años es una artista plástica egresada de la Universidad Gabriel René Moreno.

Durante recorridos realizados mientras los artistas realizaban sus obras, la gente mostraba su aceptación a este arte, que llena de vida y colorido a las paredes de las viviendas.

1. De la vida. Uno de los murales que desde el año pasado adornan una de las plazas del barrio San Juan.