En el municipio de Cotoca estiman que las dos fechas de festividad atraen a más de un millón de devotos por año y que generan un movimiento de más de Bs 500.000.  

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9 de diciembre de 2017, 4:00 AM
9 de diciembre de 2017, 4:00 AM

La Virgen de Cotoca, la efigie de María que se le apareció a dos leñadores que se aprestaban a cortar un majestuoso árbol, es el objeto de la ferviente devoción de cientos de miles de fieles que asisten cada año a agradecer o pedirle un milagro. En tiempos de modernidad y globalización sus devotos no han disminuido; al contrario, han aumentado al transmitirse la tradición de los padres a sus hijos, lo que para la Iglesia católica es un testimonio de que la fe le devuelve a la gente certidumbre “y les llena el corazón”. 

“El hecho de que la gente sea más numerosa cada año, a pesar de la modernidad o la globalización, se debe que encuentra la paz en su corazón y un sentido a sus sufrimientos y problemas. No es con tener más que se goza la vida, sino al descubrirse verdaderos hijos de Dios”, manifestó el monseñor Sergio Alberto Gualberti en su homilía. 

Ayer se realizaron la misa de fiesta y la misa solemne a cargo del arzobispo de Santa Cruz y la posterior procesión en la que participaron cientos de miles de fieles que llegaron de las diferentes provincias del departamento y de otras regiones del país, lo que incentiva cada año, además de lo espiritual, el movimiento económico que para el municipio representan ingresos estimados en Bs 500.000, según manifestó el presidente del concejo municipal de Cotoca, Raúl Gonzalo Alvis. 

“En momentos como estos que vive el país (de cambios sociales) es cuando más unidos debemos estar los bolivianos. La religión católica es la más representativa en el país y por su intermedio es que encontraremos el camino para salir adelante”, señaló el concejal.
En total, en las festividades del 7 y 8 de diciembre y del 14 y 15, el municipio de Cotoca estima que recibe a más de un millón de fieles que activan a sectores productivos como la gastronomía, la alfarería, la artesanía, entre otros.

La presidenta de la Asociación de Artesanos de Cotoca (Asoarco), Lidia Condori, destacó la importancia de esta fiesta en la que lleva participando 22 años de manera consecutiva, la misma edad de Kelly, su hija menor con la que comenzó a vender en su vientre y que desde entonces la acompaña.

Indicó que entre ambas festividades los artesanos suelen percibir ingresos de hasta Bs 2.000. Sin embargo, lamentó que en la presente gestión sus ingresos no superaron los Bs 500 debido a “malos controles” de otros puestos ambulantes que se instalaron a último momento, por lo que espera que esta situación mejore para las jornadas del 14 de diciembre.

César Vargas, de la Asociación de Jaaleros 11 de Septiembre, contó que también creció con la fiesta: “Mi padre lleva 40 años vendiendo y en mi caso son 30 años en los que participo de la festividad”, señaló. Respecto a las ventas, coincidió en que sufrieron una baja en relación a otros años, lo que atribuyó a la situación económica del país. Empero, aseguró que espera que para el 14 la gente llegue con ímpetu de comprar porque para esa fecha muchos habrán cobrado su aguinaldo.

Las ventas salieron mejores para el sector de los alasiteros. Así lo aseveró Rosa Quilla, una vendedora cochabambina con más de 60 años, de los cuales lleva 40 años asistiendo a la veneración de la Virgen para ofrecer sus ‘miniaturas’. En ese tiempo se compró una casa, un camión Nissan Cóndor y educó a sus cinco hijos. “¿Qué más le puedo pedir a la Virgen?”, se pregunta a la hora de evaluar la jornada y la de estos años. “Salud y fuerza para seguir vendiendo”, se responde.

Un bálsamo a los problemas

Carmela Rojas se volvió devota de la Virgen ante la indiferencia de su pareja y el abandono de su hija, a la que le puso de nombre María. Reconoció que tampoco llevaba una vida ordenada, pero que fue con la prédica constante que decidió ordenar su vida y salir adelante; desde hace tres años que asiste a la peregrinación y asegura que su situación mejoró. 

Para Carlos García, cochabambino, la veneración a la Virgen le significó salir de muchos problemas de salud y económicos que lo tenían asfixiado, el más reciente tiene que ver con una operación de vesícula a la que se sometió y salió bien librado. “Estoy peregrinando para darle gracias a la virgencita; este año no solo vine a Cotoca, también viajé a Copacabana y a Urkupiña”, señaló este devoto, que recorre el país junto a su familia. 

Balance de la festividad

Como resultado de la organización y las medidas de seguridad que se asumieron en coordinación con la Policía y los municipios de Santa Cruz y Cotoca, se evaluó que durante el 7 y 8 de diciembre se recibió la visita de más de 500.000 devotos que, a diferencia de otros años, no se vieron perjudicados por la falta de transporte; a la vez, se garantizó el tránsito de los peregrinos al habilitar uno de los carriles de la carretera para su uso.   

Como mensaje final, el monseñor Gualberti hizo un llamado de reflexión a los fieles contra el consumismo haciendo hincapié en que la prioridad es cultivar la espiritualidad y que si la sociedad boliviana logra consolidar sus preceptos superará sus problemas sociales.

 Es bueno saber

Sin incidentes
Según reportes preliminares, se registraron algunos casos de personas detenidas por consumo de bebidas alcohólicas y se lamentó el extravío de menores de edad que, al momento del cierre de la presente nota, aún no habían sido identificados; sin embargo, no se lamentó accidentes vehiculares ni transgresiones mayores al orden.

Las dos fechas
El municipio de Cotoca organiza dos peregrinaciones debido a que el 7 y 8 se conmemora la aparición de la Virgen, mientras que el 14 y 15 es el aniversario de la declaratoria de la ciudad como capital de la provincia Andrés Ibañez.

Congreso americano
En 2018 se anunció que se celebrará en Cotoca el V Congreso Americano Misionero, que tiene por finalidad fortalecer la identidad y el compromiso misionero de la Iglesia, por eso el lema de este año es: “Con María en misión, el evangelio es alegría”. Se destacó también la participación de vicarias que llegaron de otras iglesias del departamento.