Más que una vía, es un destino lejos de su edad de oro, la icónica ruta 66 renace gracias al turismo

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11 de junio de 2017, 4:00 AM
11 de junio de 2017, 4:00 AM

Gran vía diagonal, Calle central de América, Carretera madre, tres apodos para una misma ruta, la 66, en cuyo asfalto tomó forma la cultura popular estadounidense del siglo XX, al volante de un Corvette descapotable y con la voz de Chuck Berry en la radio. Kilómetro tras kilómetro, esperando no perder el siguiente retorno para dar vuelta en U y regresar a ese motel que parecía cómodo para pasar la noche.

La Ruta 66 nació en 1926, antes de la Gran Depresión, y en las siguientes décadas fue la válvula de escape hacia la tierra prometida de las costas californianas y su imán cinematográfico. La migración al Oeste por una vida mejor, tanto como la búsqueda de aventuras ubicaron al automóvil como el habitante definitivo de sus 3.900 km de paisajes entre Chicago y Los Angeles.
En sus orillas florecieron gasolineras, moteles y restaurantes. Con la 66 se impuso un modo de vida alimentado con donuts,  hamburguesas y T-bones. 


En los ‘80 una nueva red de carreteras destronó a la deteriorada 66 de su sitial como vía de transporte, y las nacientes autopistas de la información valorizaron los datos por encima de las ruedas.
Pero así como el show debe continuar, el turismo ha venido a darle nuevo aire a la afamada ruta. Hoy reverdecen los letreros de neón, las tiendas de souvenirs y todo lo vintage que se pueda poner al día con una mano de pintura. Los desérticos parajes de la 66 se han poblado de buses cargados de turistas brasileños, chinos y europeos que persiguen los destellos de esa polvorienta franja del sueño americano, el ‘road trip’ de su vida.

Todo viaje de aventuras 
tiene su precio “Es difícil ser libre cuando te compras o te vendes en un mercado”, decía el personaje de Jack Nicholson en la película Easy Rider (1969), cuya trama transcurre en motos a lo largo de la 66. 
Pero en la carretera las cosas son justamente así: todos los servicios están a disposición del turista que quiere sentir la libertad de viajar en busca de aventuras.

Recuerdos  para todos Addictedtoroute66 es una cadena de tiendas de souvenirs extendida por varios estados
Recuerdos para todos Addictedtoroute66 es una cadena de tiendas de souvenirs extendida por varios estados

Y así es como, con 90 años a cuestas, la icónica carretera protagonista de libros, canciones, películas y series de televisión, resurge en aras de la nostalgia global.
“Los extranjeros vienen a recorrerla porque les da la oportunidad de vivir Estados Unidos antes de que nos volviéramos comunes", explicó Michael Wallis, historiador y autor del libro Route 66: The Mother Road. 


Si puede hacerlo, no es difícil llegar. Por ejemplo, una búsqueda en Google bajo route 66 vintage rent a car arroja decenas de resultados prácticos, fáciles de contactar y probados por decenas de clientes anteriores.


En asuntos de viajes, la imaginación no tiene límites. Con buena planificación, puede recorrer la 66 en un convertible clásico o en una poderosa Harley Davidson Indian Chief, dormir en una choza indígena del Wigman Hotel o parar para comprar algunos recuerdos en la Hackberry general Store, en medio de la nada, en el noroeste de Arizona. 

El libro verde para el chofer negro

Aunque la Ruta 66 puede evocar la visión del fotógrafo y pintor Norman Rockwell sobre la inocencia de un país, tiene un lado siniestro.


En más de la mitad de los 89 condados que atravesaba la vía eran sundown towns (ciudades de atardecer). Allí, las personas negras no podían salir a la calle tras la puesta del sol.
“Esa narrativa estadounidense sobre la carretera y la libertad, ese simbolismo, era dramáticamente diferente para los negros”, describe a la agencia AFPCandacy Taylor, una escritora que halló El libro verde para el conductor negro cuando buscaba material para una guía de viaje sobre la 66.
El libro enumera los lugares seguros para ellos en esa carretera y en el país. “No volví a ver la Ruta 66 o a Estados Unidos de la misma manera”, afirma.


“No es un esquema de las atrocidades que podían pasar en la ruta, es un revelador documento escrito por un cartero”, añadió la también documentalista, que citó como ejemplo las Fantastic Caverns, una atracción turística en Springfield, Misuri, donde quemaba cruces el Ku Klux Klan.
Taylor cataloga esos lugares terroríficos, para dar a los turistas una visión más real.
“Es un ícono estadounidense, como  Elvis. Pero la Ruta 66 no es perfecta, hay grietas en esa ilusión de lo que Estados Unidos es”, dijo.

Foto: Anna Harris, Anthony LL, Jeromie, Lenore Chiarello, elviajedetuvida.es, Mattia Ianiello, Emma Rowland