Todo lugarcito tiene su saborcito. para conocerlos, ‘es probando’

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17 de septiembre de 2017, 4:00 AM
17 de septiembre de 2017, 4:00 AM

Hace ocho años, cuando se empezó a organizar la Feria de la Salchicha en Portachuelo, comenzó el auge de este sabor, encendido e inolvidable. Sin embargo, antes de las siete ferias que ya se han organizado, eran varias las mujeres que llegaban desde Portachuelo con una canasta equipada con la pequeña salchicha, pedazos de yuca hervida y aji en el consabido frasco de Nescafé. 

Hace 50 años, la familia Landívar llegó con la receta y don Isaac Alba continuó con la producción. Su hijo Arsenio, más conocido como Don Pimpo, lleva ya 30 años al frente del negocio. 

Chichi Egüez, también en Portachuelo, es la continuadora del trabajo de panificación de Mercedes Hurtado en la Panadería Central, donde se venden los famosos panes, que también son elaborados por otros productores en este pueblo, pero que además ofrece miel y sus derivados. 

Frutas y comidas 

En San Juan de Yapacaní se consigue macadamia de buena calidad, bañada en chocolate, producida por los colonos japoneses. En el trayecto entre Santa Fe y Portachuelo se ofrece en las trancas la macadamia en redes o chipas y también lista para comer.  En los mismos puestos, una pequeña delicia naranja aguarda a los viajeros: el kinoto. El refresco de esta fruta, también llamada naranja enana, es una delicia, aunque se puede comer entera, sin quitar la cáscara. 

El café de Buena Vista, la cerveza saborizada en San Carlos y el chocolate, que aún se produce con métodos artesanales, requieren de una parada obligatoria. 

Un secreto bien guardado en Santa Fe de Yapacaní son los caldos de pecho y el kawi. Este plato mañanero consiste en carne de pecho frita acompañada con chuño, papa hervida y arroz. Todo, con un caldo claro con cebolla verde que se sirve en un plato distinto al mismo tiempo.  

En Montero, los picoleces Pato Roca han añadido a sus sabores tradicionales, las paletas rellenas. Mauricio Roca, encargado del negocio, cuenta que las favoritas en Santa Cruz son las de coco con dulce de leche y frutilla con leche condensada. En La Paz prefieren crema chantilly con leche condensada y maracuyá con leche condensada. 

En Guarayos, además de la piña, hay que probar el mimboque, un pescado que se cuece envuelto en hojas de patujú. En los valles la oferta incluye al piri, tostado de maíz endulzado, los licores de yana yana, sagüinto o zarzamora, la frutilla de Comarapa. Al sur, en el chaco, el queso planta la cara por la región