Son galenos de mucha experiencia que, de forma solidaria, operan desde hace 14 años a pacientes que son seleccionados, según la gravedad de la anomalía. Es una acción que deja felices a muchas familias

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3 de septiembre de 2019, 4:00 AM
3 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Un equipo de 25 médicos estadounidenses está operando de forma gratuita en la clínica Incor de Santa Cruz, a niños que nacieron con cardiopatías congénitas, dentro de la campaña denominada Regalo de Corazón (Heart Gift, en inglés), misión solidaria que realizan ininterrumpidamente cada año, desde 2005.

Son 25 profesionales altamente preparados entre médicos, enfermeras, técnicos, sicólogos y personas de una fundación que los colabora para hacer realidad la ayuda en Bolivia.

Vienen de diferentes estados, como Texas, Kansas, Kentucky y Arizona y llegan a Santa Cruz con sus propios equipos para realizar cirugías y cateterismo, dijo Freddy Romero, médico cruceño que lidera el grupo que colabora con los estadounidenses en las operaciones.

Las intervenciones

En esta campaña se programaron 31 operaciones: 14 cirugías a corazón abierto y 17 cateterismos. Los pacientes pasaron por dos procesos de selección en base a la complejidad de las malformaciones.

Las operaciones comenzaron el sábado y se extenderán hasta este jueves 5 de septiembre. “Desde el sábado hasta hoy (por ayer) se han realizado cinco operaciones. Tenemos pacientes muy graves cuyas cirugías son muy prolongadas, lo que hacen que se operen dos pacientes por día”, manifestó Freddy Romero.

Pequeños en recuperación

Johan Nahuel Catari Medina, de 9 meses, fue el primero en entrar a quirófano para corregirle una comunicación interventricular: una abertura en la pared que divide las dos cavidades inferiores del corazón, conocidas como ventrículos derecho e izquierdo.

Los médicos emplearon cuatro horas para reparar la malformación y cerrar el tórax. Johan se recuperó de la anestesia y salió a una sala; ayer se lo vio bien, aunque molesto con un tubo que drena líquido por un costado.

La feliz era Madilein Medina, su madre, que se mostró agradecida con los médicos de EEUU. “Les agradezco mucho. Me sentía preocupada porque mi hijo (el primero) se cansaba solo con chupar leche”, dijo Madilein.

Otro agradecido es Cándido Ferrufino Chuvé (30) que llegó de Vallegrande con Emanuel (11 meses), su hijo afectado por un defecto ventricular.

“Emanuel es gemelo de Eliel. Su hermano nació bien y él con ese mal. La Fundación Incor lo tenía en la lista y fue seleccionado para la operación en una segunda evaluación. Estamos muy feliz con mi esposa, porque queríamos verlo contento”, señaló Cándido, que tiene un puesto en un mercado de Vallegrande.

Otra familia feliz es la de Alcibiades Gutiérrez y Carina Terán, pues los cirujanos tardaron menos de dos horas en corregirle la comunicación interventricular a su hija Camila, de siete años.

A esta niña, que cursa el segundo de primaria, le detectaron el mal hace cinco meses, pues no subía de peso y se cansaba con el menor esfuerzo. “Es una gran ayuda para nosotros, pues la operación en una clínica nos salía entre $us 7.000 y $us 10.000 y no tenemos ese dinero”, dijo Carina.