Claudia estudió hasta quinto de primaria. Tiene poca educación sexual, ningún familiar en Santa Cruz y su pareja la abandonó. Ahora tiene dos niños que se llevan un año y medio de diferencia y necesita de todo, empezando por una vivienda

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10 de septiembre de 2019, 4:00 AM
10 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Claudia Vargas Inocente le hace honor a su segundo apellido. Tiene 22 años, se gana la vida lavando ropa y este fin de semana su vida sencilla y llena de carencias saltó a las redes sociales porque dio a luz en la calle, a dos cuadras del centro de salud municipal de Ciudad Satélite.

Apenas contaba con dos controles prenatales porque se dio cuenta de que estaba embarazada cuando ya estaba entrando al séptimo mes de gestación. Hace mucho calor y la sala del Hospital Nuestra Señora del Rosario en Warnes en la que está Claudia está llena. Las madres están con sus recién nacidos y ella también.

Lo ha puesto en su cama y ella se ha sentado a su lado, mientras su brazo sigue conectado a un suero.

El pequeño Ángel Miguel aparenta pesar menos de los 3 kg que figuran en su historia, pero luce sanito y está estrenando un ajuar que algún alma caritativa le hizo llegar. Hasta ahora todo lo que tiene es regalado, tenía un pañal desechable cuando apareció un hombre alto que llevó otra bolsita de regalo, no los conoce, pero se enteró de las necesidades de la joven madre y se sintió “tocado” para ir a ayudar.

Claudia es madre soltera, su pareja la dejó cuando solo tenían un hijo de año y medio y se desentendió cuando ella lo buscó para decirle que estaba nuevamente encinta. Vive en un cuarto de ladrillo visto que tiene por techo hules de colores que el viento está arrancando de a poco.

“No tiene cocina ni platos ni ollas para hacerse unas empanaditas y salir a vender”, dice Rosario Aramayo, una vecina que en su pobreza la colabora, la mayor parte del tiempo con consejos. Claudia no terminó el colegio, llegó hasta quinto de primaria en su natal Cochabamba y sin conocer a nadie se vino a Santa Cruz de 16 años, a buscarle a la vida porque le dijeron que aquí no le faltaría trabajo. Seis años después sigue buscando oficio, pero ya tiene dos críos y muchas necesidades.

Falta de atención

El centro de salud municipal Satélite Norte tiene 12 médicos y 5.000 inscritos al SUS. La madrugada del sábado estaba un doctor, una enfermera y un chofer. Marinalda Ayardel, la vecina que le dio a Claudia el cuartito donde vive, asegura que llegaron en micro hasta un par de cuadras del centro de 24 horas, pero la criatura tenía apuro, ya asomaba al exterior y ella tuvo que correr a pedir que alguien vaya a asistirla en la calle, pero se encontró con indiferencia y lentitud.

“Tardaron más de 15 minutos y vinieron renegando en la ambulancia, solo se movieron cuando amenacé con denunciarlos por negligencia médica”, relata ‘Mari’, que no se explica cómo ella en calidad de vecina estaba haciendo un bien social y ellos, “a quienes se les paga para asistir, no querían ayudar”.

“La enfermera se fue a sala de parto para preparar el material para atenderla, tardó entre 5 y 8 minutos, no es como dicen que fueron 15 a 20 minutos”, explicó Marcio Vargas, administrador del centro de salud. Celina Calla, médico de emergencia, lamentó las condiciones de Claudia, sin familiares, con dos hijos y sin controles prenatales.

“Esta es la primera vez que nos pasa algo así, pero por aquí es común que las pacientes den a luz en su domicilio y cuando pasan las horas recién piden ayuda porque tienen retención placentaria. “Por falta de conocimiento no acuden al centro; por eso son importantes los controles prenatales mensuales para que el médico las vaya orientando”, acotó el administrador.

* Quien quiera ayudar puede llamar a las vecinas al 760-86206 o al 700-37736.