Ambas ranitas Sehuencas están en el centro K’ayra del museo Alcide d’Orbigny. Romeo volvió a cantar, pero le cuesta encontrar la posición correcta para fecundar

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2 de abril de 2019, 4:00 AM
2 de abril de 2019, 4:00 AM

La telenovela de Romeo y Julieta, la pareja de ranitas Sehuencas que está en el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny en La Paz, ha concluido un nuevo capítulo de su historia de amor. Después de que Julieta pasara el tiempo de cuarentena y fuera puesta en la misma pecera que Romeo, lo de ellos fue “amor al primer nado”, dice el reporte científico.

“Romeo inmediatamente se dirigió a Julieta cuando fueron colocados en el mismo acuario (un nuevo acuario para ambos). Cuando fueron trasladados Romeo cantó por primera vez desde 2017 en una serenata para Julieta que fue música para nuestros oídos porque significa que no había perdido la esperanza. A Julieta parecía gustarle la compañía de Romeo de inmediato, pero Romeo definitivamente parece ser el más enamorado de los dos”, dice parte del informe.

Cómo se están llevando

“Romeo sigue a Julieta alrededor de su acuario compartido y con frecuencia renuncia a sus gusanos para que Julieta pueda disfrutarlos. Romeo es un caballero perfecto e incluso ha estado mostrando un comportamiento que nunca antes habíamos visto: mover rápidamente los dedos de los pies cuando está cerca de Julieta, en lo que podría ser un baile para impresionarla. Sin embargo, está luchando un poco para encontrar la posición correcta para el amplexo, la posición de apareamiento para las ranas donde el macho abraza a la hembra y la sostiene hasta que pueda fertilizar sus huevos cuando ella los suelta en el agua. Pero han pasado 10 años, ¡así que ciertamente podemos darle un poco de tiempo!”, continúa el informe que ha sido traducido al inglés dado el interés en la historia de ambas ranitas Telmatobius Yuracare, pues incluso se recaudó dinero del exterior ($us 25.000) para propiciar el encuentro y evitar su extinción.

Y si las cosas no salen bien

“Tenemos varios emparejamientos que podemos probar entre los seis individuos que ahora tenemos para el programa de cría en cautiverio y tenemos algunos conocimientos sobre cómo criarlos en función al éxito que hemos tenido con otras especies de ranas acuáticas en el centro K’ayra”, refieren Global Wildlife Conservation (GWC) y el museo.

Y como último recurso ambas instituciones trabajarán con un laboratorio de la Universidad de Macquarie (Australia) para la recolección y congelación de esperma de Romeo y gametos (huevos y esperma) de otras ranas para que se pueda probar fertilización in vitro. Mientras tanto, lo que hagan Romeo y Julieta en su cubículo de vidrio sigue siendo materia de estudio, pues se sabe poco del comportamiento reproductivo de la especie. Podrán registrar cuánto tardan en incubar los renacuajos, cuántos huevos ponen, etc. Este esfuerzo de cría en cautiverio podría salvar a la rana Sehuencas de la extinción.

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