Hubo tensión en Bruselas luego de que los Diablos Rojos cayeran (2-0) contra Marruecos en la Copa del Mundo Qatar 2022

27 de noviembre de 2022, 16:31 PM
27 de noviembre de 2022, 16:31 PM

Diferentes actos vandálicos se desencadenaron este domingo en Bruselas después de la victoria de Marruecos contra Bélgica en el Mundial 2022, con "decenas de personas" arremetiendo contra el mobiliario urbano y las fuerzas del orden, según la policía.

La policía indicó que se regresó a la calma hacia las 19:00 locales (14:00 HB) y anunció que hubo once detenciones en la capital.

Los incidentes en Bruselas se desencadenaron en los festejos espontáneos de centenares de aficionados de Marruecos, que lucían banderas y lanzaban material pirotécnico de manera pacífica en un principio, mientras otros vehículos pasaban haciendo sonar el claxon. Los marroquíes son una de las principales comunidades extranjeras en el país.

Antes incluso del final del partido, en el centro de la ciudad "varias decenas de personas, parte de ellas encapuchados, buscaron la confrontación con las fuerzas del orden, lo que comprometió la seguridad pública", anunció la policía en un comunicado.

La policía señaló el uso de material pirotécnico, el lanzamiento de proyectiles, la presencia de manifestantes armados con bates, un incendio en la vía pública y la destrucción de un semáforo.

"Un periodista fue herido en la cara por los fuegos de artificio", según la policía, que decidió intervenir con un cañón de agua y gases lacrimógenos.

Las fuerzas de orden pidieron a los habitantes y los aficionados que evitasen determinados barrios del centro de la capital belga. Varias estaciones de metro fueron cerradas y calles bloqueadas para limitar los tumultos.

"Condeno con la mayor firmeza los incidentes de esta tarde. La policía ya ha intervenido con determinación. Desaconsejo así a los aficionados que acudan al centro de la ciudad. La policía emplea todos sus medios para mantener el orden público", reaccionó el burgomaestre de Bruselas, Philippe Close, en Twitter.

"He dado orden a la policía de proceder a detenciones administrativas de los alborotadores", añadió.

Un centenar de policías estaban movilizados en la intervención. Un helicóptero de vigilancia sobrevoló la ciudad.

Un periodista de la AFP vio a personas quemando un coche, cubos de basura y patinetes en la vía pública.

En Lieja, unas cincuenta personas atacaron una comisaría, rompiendo los cristales y dañando dos vehículos de la policía. Las fuerzas del orden intervinieron ahí también con un cañón de agua. Comercios y otros elementos de la vía pública fueron vandalizados igualmente.