Luego de concretarse su llegada a Boca Juniors, el arquero boliviano habló con DIEZ y contó cómo vivió el partido del jueves. Se mantuvo alejado de los medios en los últimos días por “respeto” al xeneize.

El Deber logo
5 de octubre de 2018, 7:45 AM
5 de octubre de 2018, 7:45 AM

Sin duda que el de ayer fue uno de los días más importantes en la vida de Carlos Emilio Lampe, que cumplió uno de sus sueños, llegar a uno de los clubes más importantes del mundo. Fueron algo más de 90 minutos los que el portero de la selección boliviana puso el celular en modo avión; en realidad así estuvo desde el martes, cuando se concretó su llegada al club xeneize, ya que prefirió el silencio antes que generar cualquier especulación.

“Decidí no hablar con los medios por respeto al club y a los colegas porque estaba a pocas horas de un partido importante y decisivo para la institución (el duelo contra Cruzeiro)”, confesó.

Lampe miró el duelo por televisión en la casa de los dueños del club Huachipato junto a sus representantes, quienes también hacían fuerza para que el club azul y oro consiguiera el pase a las semifinales de la Copa Libertadores 2018.

Tras el pitazo final, Carlos dejó salir toda la euforia que llevaba dentro y habilitó su celular para llamar a su familia. Su esposa fue la primera en escuchar la alegría del arquero y luego llovieron las llamadas.

Lampe, que viajará el lunes a Buenos Aires para ser presentado en su nuevo equipo, decidió hablar con DIEZ para expresar lo que siente en el momento más feliz de su vida y a poco de seguir los pasos de Milton Melgar

–¿Cómo viviste el partido?

Lo disfruté mucho, la verdad. Estas cosas son para disfrutarlas al máximo, no pasan todos los días. Estaba compartiendo un churrasco con los dueños del club (Huachipato) y mis representantes (Fernando Felicevich y Daniel Vejar). Sentimos una felicidad tremenda porque Boca pasó, ya está en las semifinales y porque se dará mi llegada a este gran club.

–¿Qué se te vino a la cabeza cuando terminó el partido en Belo Horizonte?

Fue un momento de mucha emoción porque saltamos, gritamos, nos abrazamos. Fue una sensación espectacular porque desde niño me gustó Boca, siempre lo seguí. De hecho, tengo una polera con firmas de jugadores cuando Boca jugó contra Bolívar (2004) por la Copa Sudamericana. La mamá de un compañero trabajaba en AeroSur y nos hizo entrar en la zona donde estaba el equipo xeneize y pudimos lograr varias firmas. Esa polera la guardo como un tesoro porque una de las firmas es la del ‘Pato’ Abbondanzieri.

–¿A quién llamaste primero cuando se concretó la clasificación?

Ni bien terminó el partido llamé a mi esposa y a mi hija, luego a mi padre, mi madre y a mis suegros. Con mis hermanas no pude hablar, pero me escribieron para expresarme su felicidad, que es la misma que sintió la familia en general porque vivió este momento de una manera increíble, todos estaban haciendo fuerza para que le fuera bien a Boca y, lógicamente, a mí.

–¿Cómo fue la negociación para que se concrete tu llegada a Boca?

Todo fue rápido, el lunes empezó todo y se concretó el martes. Es un sueño que voy a cumplir, algo que me lo he ganado, que nadie me lo regaló porque vengo manteniendo un buen nivel hace varios años, así que es un premio al esfuerzo, a la perseverancia, a la disciplina. Algunas veces hay cosas que te frustran, como por ejemplo el hecho de que no me haya ido al comienzo de año, cuando tenía ofertas concretas de México y de Brasil. Me frustré unos días, luego seguí trabajando y manteniendo un buen nivel hasta que llegó esta bendición de Dios

–¿Qué pesó más: el tema deportivo o económico?

El aspecto económico pasa a un segundo plano, lo que uno quiere y sueña es estar en ese club, jugar con la Bombonera repleta de gente saltando. Eso es lo que un futbolista quiere, sentir la presión y el aliento porque es lo más motivante para cualquiera.

–¿Ya asimilaste que vas a uno de los clubes más grandes del mundo?

Estoy muy feliz, pero no tengo tiempo para seguir festejando porque debo comenzar a trabajar lo antes posible con los nuevos compañeros para conocerlos bien dentro de la cancha. Es algo que ya quiero empezar.

–Fuiste la noticia más importante de estos días en el país...

Me di cuenta y por eso no di declaraciones por respeto al club y a mis colegas. Lo importante es que uno hable cuando sea el momento, ya que hay que respetar a la institución, a la hinchada y a los colegas que están en el plantel. Lo que pasa es que todo se dio pocas horas antes de un partido muy importante (contra Cruzeiro) y había que estar callado para que no se empiecen a hablar cosas por demás.

–¿Cómo te imaginás el mundo xeneize?

Yo sé con lo que me voy a topar, soy realista del mundo Boca, pero estoy preparado, me siento tranquilo. Quiero disfrutar, con muchas ganas, porque voy para quedarme mucho tiempo allá, ya que será una experiencia maravillosa.

–Tu contrato es corto, ¿hay la posibilidad de alargarlo?

El contrato (de préstamo) es por tres meses, pero existe la posibilidad de alargarlo, ya que hay una opción de compra; mientras tenga esa chance la voy a luchar día a día porque quiero quedarme mucho tiempo en esa liga, que es una de las más competitivas del mundo.

–¿Hablaste con el técnico (Guillermo Barros Schelotto)?

No pude hablar con el entrenador, debido a que estaba concentrado en el partido decisivo. La verdad no sé cómo es que se concreta (en la interna de Boca) mi llegada, pero ya se dio, que es lo más importante en este momento.

–¿Cuál es tu objetivo?

Mi nuevo objetivo de acá en adelante es salir campeón con Boca, voy a poner todo de mi parte para que se pueda cumplir. Prometo solo trabajo al máximo.