Destroyers está en el ojo de la tormenta por el voto que le dio a César Salinas, en las elecciones de la FBF. Ayer, el dirigente Wálter Castedo salió al frente para dar la cara 

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13 de abril de 2018, 8:30 AM
13 de abril de 2018, 8:30 AM

 

Después del congreso que llevó a César Salinas a la presidencia de la FBF, Destroyers sigue siendo blanco de críticas por su respaldo al candidato ganador, cuando el bloque cruceño estaba con Guido Loayza. Wálter Castedo, que admitió el apoyo del cuchuqui a Salinas, pese a que había una decisión de votar en blanco, defendió a su club de las acusaciones, que lo hacen ver como traidor.

Después de todo lo que se dice de Destroyers, ¿qué opina?

Destroyers nunca estuvo casado con nadie, había unas elecciones fijadas desde septiembre del año pasado, cuando nuestro club aún peleaba el ascenso. Nosotros llegamos cuando ya estaba programada esa elección y estaban los candidatos. Uno se pregunta: ¿seis clubes cruceños y ningún candidato de acá?

¿Qué pasó?

Eso habría que preguntarles a los que estaban en la Liga, Royal Pari y Destroyers se acoplaron luego.

¿Por qué no hubo unidad para proclamar un candidato cruceño?

Estaba todo hecho, tanto así que dos días antes el presidente de Destroyers (Pedro Rivero Jordán) es sorprendido invitado a unas elecciones en la Liga a la vicepresidencia, sin que nosotros sepamos nada. Asistimos a la reunión en Cochabamba, donde hubo una jugada del presidente interino de la FBF (Carlos Ribera), suspendiendo la reunión por falta de cuórum, cuando sí lo había, pero no nos dimos cuenta.

¿Cómo ocurrió eso?

Sencillo. Estaban los seis cruceños; Destroyers había tomado la posición de asistir a la reunión pero votando en blanco; además, estaban Bolívar, Wilstermann y San José, haciendo cuórum. Pero el señor Ribera insistía en que no había y finalmente no se pudo llevar a cabo.

¿Una jugada a propósito?

Por supuesto que tiene que haber sido a propósito.

¿Qué se buscaba?

Que no haya elecciones.

¿Y a quién beneficiaba eso?

Sacando conclusiones, todos los que estaban ahí apoyaban a Loayza, pero al hacer números se dieron cuenta que no les alcanza. A 12 días del congreso empiezan a pactar para ver la forma de no asistir al congreso. Destroyers escuchó pero nunca se enmarcó en eso, incluso se preguntó en una reunión: ¿qué sacábamos con eso? Destroyers siempre mantuvo su decisión del voto en blanco.

¿Cuándo se cambia?

Pasa que nuestro presidente renunció, y la consigna de los clubes de acá era no asistir al congreso, pero sin ninguna perspectiva. Ahora dicen que Destroyers se desmarcó, que traicionó, ¿traicionó a quién?, ¿acaso había un candidato cruceño y nosotros no votamos por él? No había ninguno, los dos candidatos eran del interior. Entonces, ¿de qué traición hablan? Escuché decir que Destroyers no se vende, y claro que no se vende, la gente que maneje este club es digna.

¿Por qué por Salinas y no por Loayza?

Desde el principio habíamos definido no votar por Loayza, y eso lo sabían el presidente y toda la directiva. Lo respeto mucho y todo lo que quiera, pero su proyecto no nos cautivaba. Nunca pactamos con él (Loayza).

¿Cuándo se produce el acercamiento con Salinas?

En esa elección frustrada de Cochabamba, el señor Salinas me hace una invitación personal para que lo acompañe. Yo lo comuniqué al presidente de Destroyers y a dos clubes más que estaban en Cochabamba, o sea que nunca escondí nada.

El expresidente de Destroyers insistió en que el club no se mancha, ¿cómo recibe usted esas palabras?

Perturba, y a veces duelen algunas expresiones, cuando él sabe muy bien cómo se maneja Destroyers, él más que nadie sabe la dignidad que se le ha puesto al club y la dignidad de dirigentes que tenía. Destroyers no se ha vendido, este club está para construir, no para destruir. El no asistir a congreso es destruir congreso, manteniendo un manejo de volantín sin cola de la FBF, los interinatos le han hecho mucho daño a la federación.

¿Qué le causan las críticas?

Dolor, sobre todo por algunas acusaciones que se hacen alegremente.

¿Cómo se siente?

Yo tengo paz interna, duermo con la conciencia tranquila porque ni me vendí a nadie ni vendí nada, siempre amé a Destroyers y voy a morir amándolo.

Dicen que reapareció de tiempo y se aprovechó del momento para intentar llegar a lo más alto del fútbol, ¿es así?

No se me había cruzado volver a niveles dirigenciales, no era un plan en mi vida, porque a mis 63 años lo que yo busco es paz, tranquilidad.

¿Qué lo hizo cambiar?

Cuando el señor Salinas me pidió que lo acompañe la primera vez, no me inquietó, lo tomé como algo sin importancia, y se lo comuniqué al presidente, pero hace poco me volvió a reiterar la invitación y ahí cambiaron las cosas.

¿Usted cree que hizo lo correcto?

Creo que sí, porque lo que ha hecho Destroyers es acudir a un congreso, que es obligatorio, además que tenía el derecho de hacerlo, como también es el derecho de no hacerlo, como lo han ejercido ellos (el bloque que apoyaba a Loayza).

¿Qué le hace creer que con Salinas el fútbol gana?

Eso lo veremos, a ver qué hace. Ahora hay un presidente, legítimo, legal, y tiene muchas tareas por delante, y si yo llegara a formar parte del equipo tendré que hacer la tarea que me corresponda, y si no llego, ningún problema.

¿Está con ganas de seguir?

No tengo por qué caerme. Antes no estaba en mis planes, pero hace unos días cambié de opinión porque vi que uno tiene derecho a seguir viviendo y a seguir peleando.

Dicen que usted es candidato a ocupar una vicepresidencia para trabajar con Salinas, ¿eso es cierto?

En la vida de todas las posibilidades alguna se tiene que dar, hay esa posibilidad, pero nada es cierto.