La IFFHS armó la selección boliviana de “ensueño” y sin querer también armó revuelo por no incluir en su formación a Chichi Romero, para muchos el mejor boliviano de todos los tiempos

24 de enero de 2022, 12:39 PM
24 de enero de 2022, 12:39 PM

De una noticia un tanto vieja, se armó una polémica nueva. A mitad de semana volvió a comentarse una información generada hace unos meses a raíz de la publicación de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, relacionada con las selecciones de todos los tiempos de cada país, que lo llamó “el equipo de los sueños”.

Bolivia también estuvo incluida en la elección de la IFFHS, una entidad no relacionada con la FIFA, que armó el onceno de la Verde en sus casi cien años de historia en competencias internacionales.

Esta organización es conocida por sus rankings y estadísticas, y se popularizó en el país cuando premió a Víctor Hugo Antelo y José Alfredo Castillo como “goleadores del mundo” hace dos décadas. A Tucho le entregó el premio en 2001 y al Negro en 2002.

Su conformación provocó reacciones al tiro, casi todas influenciadas por la época que vivió el fútbol cada uno de los que opinaron al respecto, ex jugadores en programas y aficionados y periodistas en las redes sociales.

El equipo de “ensueño” de la IFFHS lo integran Vicente Arraya, Miguel Rimba, Wilfredo Camacho, Juan Manuel Peña, Luis Cristaldo; Milton Melgar, Erwin Sánchez, Marco Antonio Etcheverry; Ramiro Blacut, Víctor Agustín Ugarte, Julio César Baldivieso.

Hay un rasgo en común en este onceno. Todos militaron en equipos del exterior, algunos de ellos llegaron a Europa. Han sido jugadores importantes, sin duda.

Vicente Arraya fue arquero de The Strongest y Atlanta de Argentina, y fue el arquero nacional en el Mundial de Brasil 1950 y todos los torneos de la época. Le decían “La Flecha Andina” por su facilidad para “volar”.

Difícil comparar a Arraya con otros arqueros porque no hay quién lo haya visto atajar. Sin embargo su trayectoria compite con cualquiera de otra época.

¿Quién le “pelearía” el puesto? ¿Chembo Gutiérrez?, ¿Griseldo Cobo?, ¿José Issa?, ¿Luis Galarza?, ¿Carlos Trucco?, ¿José Carlos Ferández?, ¿Carlos Lampe?

Camacho, que impuso su impronta al fútbol nacional con su estilo batallador que dio origen a la “garra camachista” o “el fútbol camachista”, jugó en Municipal de La Paz y en Ferrocarril Oeste de Argentina y Once Caldas de Colombia. Capitán de la selección boliviana que ganó el Campeonato Sudamericano en 1963.

¿Quién le puede discutir el puesto? Su influencia fue muy fuerte en la selección como para dejarlo afuera.

Blacut, que emigró de Bolívar a Ferrocarril Oeste siendo un colegial, volvió con 17 años para consagrarse campeón con la Verde en 1963, luego se fue a Alemania y militó en un naciente Bayern Múnich, regresó para ser figura en Bolívar y la selección, y fue al Melgar del Perú.

Otro indiscutido. Fue también un personaje importante en la selección boliviana.

Luego la generación que marcó los años noventa con la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, varios rayando a gran altura en el exterior, caso Platiní Sánchez, el Diablo Etcheverry, Baldivieso, Cristaldo, Peña y Melgar.

Una gran selección, pero no evita la polémica que genera siempre el hecho de elegir una cantidad determinada en un universo tan grande.

Nadie puede dudar de la calidad ni la importancia de cada uno de los futbolistas incluidos en este onceno, pero a muchos les cuesta aceptar, por ejemplo, la ausencia Erwin Romero, solo por citar un ejemplo.

¿Qué pudo haber pesado a favor de los “diez” que están en el equipo ideal para dejar afuera a Romero? Tratando de entender las razones, quizá la trayectoria en el exterior y su importancia en la selección boliviana. La figura de Chichi fue más grande en los clubes que en la Verde, en cambio los otros marcaron época.

Hay varias cosas para apuntar. Primero, que, de acuerdo a la característica de los nombrados, este equipo tendría un dibujo táctico raro: 3-6-1, tomando en cuenta que hay tres defensores, seis mediocampistas y un solo delantero. O también, 3-2-4-1.

Rimba, Peña y Cristaldo en la zaga; Camacho obstruyendo en el medio, Melgar como salida (algo parecido a lo que hizo con Soria en el Mundial), Ugarte, Baldivieso, Etcheverry y Sánchez para generar juego ofensivo, y Blacut explotando técnica y velocidad en ofensiva.

Segundo, fueron tomados en cuenta solo jugadores de la década los 40/50 (Arraya), 60 (Camacho y Blacut) y 80/90 (Melgar, Rimba, Peña, Cristaldo, Etcheverry, Sánchez y Baldivieso).

No se incluye a nadie de los 70/80, una época de grandes futbolistas como el propio Chichi Romero, Carlos Aragonés y Ovidio Messa, estos dos últimos, también fueron referentes en el equipo nacional varios años.

Tampoco se tomó en cuenta a jugadores que son protagonistas en las tres últimas décadas. Ni a Marcelo Martins, que jugó en tres continentes, fue figura en Brasil, goleador histórico de la selección boliviana y uno de los que más veces vistió la verde.

No se sabe en qué se basó la IFFHS para armar el onceno, pero muy lejos de la verdad no está. Además, cada quien tiene un onceno favorito.