Con la proximidad de los cuartos de final contra Portugal, la bandera roja con estrella verde ondea por toda Doha, al mismo tiempo que Qatar no ha dejado de felicitarse por organizar un Mundial en nombre de todos los árabes.

9 de diciembre de 2022, 11:40 AM
9 de diciembre de 2022, 11:40 AM

Lejos de las tensiones geopolíticas, el aficionado argelino Omar Boubaker respalda a la selección de Marruecos al igual que el resto del mundo árabe, que se ha volcado con este país norteafricano, el último que lo representa en el Mundial de Qatar y que disputará el sábado por primera vez en su historia los cuartos de final.

"¡Marruecos es como Argelia! Espero que lleguen lejos", asegura este comerciante de Orán, de 50 años, que se desplazó a Doha para asistir a la primera Copa del Mundo de fútbol que se celebra en el mundo árabe.

Las relaciones extremadamente tensas entre Rabat y Argel no impidieron a los argelinos, como numerosos espectadores árabes, celebrar el martes la victoria de Marruecos contra España, concediendo el pase a los Leones del Atlas a cuartos de final, hazaña jamás realizada por un equipo de la región.

"La política es para los políticos", esgrime Boubaker, que espera ver a Marruecos conquistar la Copa del Mundo. "¡Todo es posible!", asegura este hincha, mientras que los medios de comunicación de su país han eludido el éxito de la nación vecina.

Situado en el extremo occidental del mundo árabe, Marruecos es a menudo visto como un país aparte en la región, con una cultura particular y un dialecto considerado difícil. Sin embargo, los Leones del Atlas han seducido a los aficionados del Líbano, Libia, Siria, Túnez y los países del Golfo.

Con la proximidad de los cuartos de final contra Portugal, la bandera roja con estrella verde ondea por toda Doha, al mismo tiempo que Qatar no ha dejado de felicitarse por organizar un Mundial en nombre de todos los árabes.

- "Sueño árabe" -
La meta de la victoria del equipo de Achraf Hakimi provocó una onda expansiva desde Idleb (Siria) a Saná (Yemen), pasando por Beirut (Líbano) y Bagdad (Irak), en una región sacudida por conflictos sangrientos, marasmos económicos y donde las buenas noticias escasean.

El estudiante marroquí Usama Qablani, que viajó solo desde París para apoyar a los Leones, cuenta que pronto dejó atrás su soledad gracias a la "unidad árabe" en torno a su selección, al tener "la impresión de estar en Casablanca o Rabat".

"El estado de ánimo que une a los árabes aquí es único y sin precedentes", señala este joven de 26 años, que lleva la elástica roja de su selección, mientras un seguidor jordano se anima detrás de él: "¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar!".

En el zoco Waqif, uno de los lugares más frecuentados por los aficionados en Doha, las banderas y bufandas de Marruecos se venden como bollos, según los vendedores. Entre los compradores, Mohi Khaled, envuelto en los colores rojo y verde, está intentando comprar entradas para el próximo encuentro.

"Marruecos refleja un hermoso sueño árabe que nos hace felices a todos", indica un adolescente egipcio de 16 años, frente a una tienda que vende camisetas y banderas.

"Se siente que todo el mundo está con nosotros", se alegra Aicha, una sexagenaria marroquí que no ha querido dar su apellido, mientras come en un restaurante libanés.

- "En casa" -
Con cada victoria, los jugadores marroquíes ondean la bandera palestina, suscitando aún más simpatía en el mundo árabe, siempre comprometido con esta causa.

Para el qatarí Mohammed Fakhro, de 52 años, el éxito de los Leones del Atlas "compensa la derrota" de su país: "Todos apoyamos a Marruecos". Los otros tres equipos árabes del Mundial -Qatar, Arabia Saudita y Túnez- cayeron eliminados en la primera ronda.

Frente a los eslóganes "Dima Maghrib" (Viva Marruecos) cantados en las calles de Doha, Fernando Lobo, aficionado portugués de 56 años, constata que su país va a enfrentarse a un equipo que juega "en casa", lo que va a "hacer el partido más difícil", aunque confía en el triunfo de su selección.

"La organización de la Copa del Mundo en Catar ha tenido un gran impacto en los jugadores árabes", afirma el ex internacional marroquí Talal El Karkouri. Según él, "la masiva presencia de hinchas ha ayudado mucho" a Marruecos a ganar.