Algunos futbolistas ya tienen definida la actividad a la que se dedicarán en caso de que el torneo se termine. Uno de ellos es Gabriel Ríos, que ya inició su negocio de venta de queso, carne de pollo y chancho

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12 de mayo de 2020, 7:43 AM
12 de mayo de 2020, 7:43 AM

Los futbolistas de los clubes de la División Profesional están preocupados por el avance del Covid-19 en Bolivia, que abre varias opciones para la temporada 2020, entre ellas que no se termine de jugar y que directamente se dispute desde enero de 2021. Algunos jugadores no quieren que está situación los sorprenda, y por ello ya han definido a qué dedicarse en los próximos meses en caso de que el balón no ruede.  Son actividades que no tienen nada que ver con el fútbol. 

Uno de los que se ha adelantado a sus compañeros es Gabriel Ríos, delantero de Aurora y que, entre otros clubes, también estuvo en Blooming y Wilstermann. Ni bien comenzó la cuarentena, el 22 de marzo, el cruceño hizo uso de los ahorros para emprender su propio negocio. “En el equipo del pueblo me dieron solo 600 dólares. Por ello decidí comprar queso, mantequilla, carne de pollo y chancho”, afirma. 

Ríos adquiere estos alimentos de las colonias menonitas, ubicadas en la población de Tres Cruces. “Traigo los productos y los vendo en una tienda que construí en la casa de mis abuelos. También entrego a domicilio”, afirma Gabriel, que gracias a ello no está sufriendo de falta de dinero en este confinamiento. 

Otro que ya tiene el plan B listo es el arquero de Bolívar, Javier Rojas, que, en caso de quedarse sin jugar hasta fin de año, volverá a trabajar al lado de su progenitor, que lleva su mismo nombre, y que tiene una mecánica en Santa Cruz. “Aprendí bastante en su mecánica. Le ayudé desde pequeño hasta mis 16 años, luego me vine a Bolívar a cumplir mi sueño. Cuando salía del colegio y no entrenaba le daba una mano a mi padre”, dice el portero, de 24 años y que este año retornó a la academia paceña tras un par de buenas temporadas en Nacional Potosí.  Rojas necesita al mes $us 500, solo para cancelar el alquiler de su departamento en La Paz. 

El defensor de Guabirá, Marcos Andia, tampoco se ha quedado con los brazos cruzados, pues necesita para sobrevivir al mes unos $us 1.000. “Pago un alquiler de $us 300 y una pensión de mi hijita de Bs 800, más otros gastos. Por ello primero haría valer mi contrato, y si no se puede pondría a trabajar mi auto”, sostuvo. 

Andia no se frena ahí, pues piensa instalar otro negocio. El jugador confesó que también tiene entre sus planes comprarse un camioncito para vender abarrotes. “Espero que no se suspenda la temporada para no llegar a eso, pero ese es mi plan B”, concluyó. 

Proyectos a futuro 

Mario Cuéllar, defensor de Oriente Petrolero, aseguró que aún no ha pensado qué hacer si la temporada 2020 concluye prematuramente, pero dejó en claro que ya tiene definido qué hará una vez deje el fútbol. “Ya me he comprado un terreno para poner una guardería”, afirma. 

Con ese objetivo es que su esposa, Karen Zambrana, que es comunicadora social, se está capacitando en el cuidado de los niños. “Mi esposa no pierde el tiempo. Ella está emocionada con el proyecto, que es a largo plazo”, sostuvo el jugador de 30 años. 

Otro que piensa en el futuro es Cristhian Coímbra, el marcador central de Real Santa Cruz, que considera que estar parado hasta fin de año sería perjudicial no solo en lo económico para los futbolistas, sino para la selección boliviana. El defensor, de 31 años, sostuvo que cuando se retire tiene planificado armar un gimnasio donde seguirá relacionado con gente del fútbol. “También seguiré haciendo ejercicios, que es una de mis pasiones”, manifestó.

"Una catástrofe si se suspende"

El defensor de San José, Leonardo Toco, manifestó que “sería una catástrofe si se suspende la temporada. La mayoría de los jugadores se dedica al fútbol y no sabe qué más hacer. Sería un grave error tomar esa decisión”. 

Toco forma parte de un grupo de 14 jugadores a los que el santo les debe siete salarios y que vienen peregrinando desde 2019 por el pago. “La verdad que no tengo plan B. Esa es la realidad”, afirma. 

El volante de Oriente, Daniel Rojas, y el defensor de Blooming, Wálter Rioja, tampoco creen que se suspenderá la temporada por los daños económicos que significaría. Comparte la posición, el volante ofensivo de Always Ready, Hugo Rojas. “No he pensado en el plan B, pero si se da el parón, tendré que trabajar de lo que sea. Mi esposa está embarazada, y no puedo quedarme con los brazos cruzados”, dijo. 

José Peñarrieta dejó en claro que tiene un contrato que cumplir con Blooming y que no ha pensado en otras opciones. “Creo que se va a jugar”, recalcó el portero que fue uno de los más destacados de la academia cruceña en las primeras 12 fechas del Apertura.