Fabol denunció que la Federación no respetó lo acordado con los capitanes y presidentes de clubes el 12 de marzo para que se reanudara el campeonato. La FBF aclara que se mantiene el referido tribunal solo para casos de fallos disciplinarios.

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6 de abril de 2021, 22:04 PM
6 de abril de 2021, 22:04 PM

La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) puso en duda el acuerdo que se dio el mes pasado con los capitanes y presidentes de los clubes de la División Profesional respecto a la suspensión del funcionamiento del Tribunal Superior de Apelaciones (TSA).

Fabol informó este martes que el comité ejecutivo de la FBF no respetó lo que se aprobó en la reunión pasada del 12 de octubre, lo cual dio pie para que el campeonato se reanudara.

Cabe recordar que esa cita se realizó con urgencia debido a que solo dos partidos de los seis programados por la primera fecha no se jugaron porque los jugadores protestaron en apoyo a Fabol, que denunció que los futbolistas estaban en total indefensión por la vigencia del TSA, ya que lo legal y avalado por FIFA es que el Tribunal de Resolución y Disputa (TRD) sea la última instancia para tratar demandas deportivas.

David Paniagua, secretario general de Fabol, explicó en conferencia de prensa que la FBF emitió una resolución el 23 de marzo en la que ratifica la vigencia del TSA, incumpliendo así lo acordado con los representantes de los 16 equipos.

Paniagua sostiene que la FBF debía dejar sin efecto de manera inmediata las actividades y el funcionamiento del Tribunal Superior de Apelación, debiendo retomar sus funciones el Tribunal Superior de Disciplina Deportiva.

Rolando Aramayo, miembro del comité ejecutivo de la FBF, salió al paso sobre el anuncio de Fabol. El directivo desvirtuó lo dicho por Paniagua y aclaró que siguen respetando el acuerdo, solo que debieron emitir una resolución para seguir legislando ante situaciones que pueden atentar contra el campeonato y los mismos futbolistas.

“Aparentemente lo que se pretende es dejar sin funcionamiento al Tribunal Superior de Apelaciones, lo que representa un acto atentatorio contra los propios futbolistas, ya que, por un lado, está el tema de atender las apelaciones a los fallos disciplinarios, es decir, aquellos que se dan en el desarrollo del juego respecto a temas de sanción a jugadores, técnicos, etc. Dejar sin efecto el Tribunal de Apelaciones implicaría una indefensión a todos los actores del fútbol”, dijo Aramayo.