La selección recibió el calor de la Travesía con un banderazo en las afueras del hotel de concentración

Cientos de hinchas de la selección nacional se dieron cita al banderazo organizado por la Travesía para alentar a la Verde en la previa del partido ante Colombia. La atmósfera vibrante se sintió en cada rincón, convirtiendo la noche en una celebración del fútbol y la pasión por la selección boliviana.

La jornada fue memorable, llena de pasión, sentimiento y fervor. Así se resume el banderazo que organizó la Travesía, un equipo de periodistas que se encarna en la piel del hincha para contar historias y crear momentos memorables junto a la selección boliviana. Ya lo había hecho en Texas, Estados Unidos, durante la Copa América, y esta vez en La Paz no fue la excepción.

Los aficionados acudieron al hotel de concentración para desearle suerte a los jugadores y transmitirles todo su apoyo. Los cánticos comenzaron a calentar la fría noche paceña, creando un ambiente de camaradería y entusiasmo. 

Poco a poco, los jugadores comenzaron a salir, agradeciendo profundamente el apoyo incesante de sus seguidores. En un gesto de gratitud, se acercaron al público para tomarse fotos y firmar autógrafos.

“Gracias por venir, su apoyo es fundamental”, manifestó Luis Haquin, capitán de la Verde, tras percatarse del entusiasmo de la Travesía. 

Este tipo de interacciones refuerza el vínculo entre los jugadores y sus hinchas, recordando que el fútbol es más que un juego; es una comunidad unida por una misma pasión.

Los auspiciadores de la Travesía y El Deber, como Aguaí, Burguesa y Cuba Libre, también estuvieron presentes, realizando activaciones junto al público. Esto no solo enriqueció la experiencia del banderazo, sino que también fortaleció el sentido de pertenencia y orgullo nacional entre los asistentes.

La jornada culminó con una foto grupal del plantel junto a los hinchas, una postal que quedará grabada en la retina de cientos de bolivianos que aguardan un triunfo ante Colombia.

 Este evento no solo fue un acto de apoyo, sino una celebración del espíritu boliviano y del amor por su selección. La noche mágica en La Paz se convirtió en un símbolo de unidad y esperanza para todos los seguidores de la Verde.

​