Se prevé un castigo entre 1 y 12 partidos por su expulsión en el partido del domingo ante Athletic de Bilbao en la final de la Supercopa de España. Le sucede justo cuando el cuadro azulgrana lo necesita para seguir escalando en el campeonato y la Champions.

18 de enero de 2021, 15:02 PM
18 de enero de 2021, 15:02 PM

El Barcelona parecía estar en vías de recuperación tras la Navidad, pero la expulsión el domingo de Messi en la Supercopa de España, podría volver a lastrar la marcha del equipo azulgrana.

El conjunto de Ronald Koeman había vuelto a sonreír tras un irregular inicio de temporada, encadenando cuatro victorias oficiales desde inicio de año.

Séptimo en LaLiga al comenzar 2021, el Barça subió hasta su actual tercera posición, a un paso de Real Madrid y del líder, el Atlético de Madrid.

Messi también parecía volvía a ser feliz sobre el campo encadenando dos dobletes frente a Athletic de Bilbao y Granada en el campeonato español en sus dos últimos encuentros ligueros, pero la Supercopa de España y su expulsión en la final, podrían poner un freno a esta progresión.

El astro argentino había sido duda hasta última hora por unas molestias físicas, pero saltó al césped el domingo en la final perdida en la prórroga 3-2 ante el Athletic de Bilbao el domingo.

- 'Messi como eje' -

"Leo venía de una lesión y se notó. En su actuación y en la de todo el equipo", escribió este lunes el director del diario deportivo catalán Mundo Deportivo, Santi Nolla, en su columna.

"El Barça tiene a Messi como eje, no como guinda, y eso implica una dependencia, extraordinaria como en los dos últimos partidos que jugó, pero negativa cuando el ritmo es cansino y se adecua la intensidad al control de esfuerzos", añadió.

"Sin un plan, sin ideas, sin recursos y además sin Pedri, Messi no puede con todo", remachó el diario Sport. 

Remontado hasta en dos ocasiones por el Athletic de Bilbao, la última sobre la campana forzando la prórroga, la impotencia del Barça, muy conservador durante la mayor parte del partido, acabó plasmada en el manotazo de Messi a Asier Villalibre en el último minuto del alargue.

El árbitro revisó la jugada con el videarbitraje y sacó la primera tarjeta roja de Messi con el primer equipo del Barça.

"Horrible final para Messi, que jugó a paso de carreta. Quizá no estaba, quizá no debió jugar, pero, ¿quién se lo dice? Su ritmo cansino fue el del Barça", aseguró este lunes el presidente de honor del diario As, Alfredo Relaño en su columna.

El capitán azulgrana fue expulsado por "golpear a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado", según el acta del encuentro.

- Pendiente de una sanción -

Messi podría ser sancionado por esta expulsión con entre 1 y 12 partidos, dependiendo de la gravedad que considere el Comité Disciplinario de la Federación Española de Fútbol.

Una sanción que debería cumplir en los próximos partidos de Copa (el Barcelona juega el jueves) y de LaLiga en función del número de encuentros que se le impongan. 

Una ausencia que, si se alarga, podría lastrar la recuperada trayectoria de un equipo, muy dependiente del rosarino, que acaba contrato en junio y aún no ha renovado con un Barça, inmerso en una crisis institucional y dirigido por una junta temporal a la espera de poder celebrar elecciones.

"Derrotas y frustraciones al margen, ver al crack rosarino alcanzar dichos límites de frustración es un síntoma muy preocupante. Sobre todo, en clave de su futuro", advirtió este lunes el diario Sport.

Para este rotativo, la expulsión de Messi debe leerse en términos de hartazgo no sólo por lo que ocurrió sobre el campo el domingo, sino también la situación del equipo en lo deportivo y extradeportivo.

En el inicio de la segunda vuelta de LaLiga y con la pronta vuelta en febrero de la Champions, el Barça necesitará la versión más feliz del astro argentino vista en los últimos partidos del campeonato español y olvidar cuanto antes la pesadilla 'supercopera'.