El arquero boliviano, que firmará en pocas horas con Boca Juniors, siempre estuvo ligado al deporte, pero en algunos casos lejos de una portería, a la que ahora defiende con solvencia convirtiéndose en uno de los mejores arqueros del país. Te contamos su historia.

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4 de octubre de 2018, 16:31 PM
4 de octubre de 2018, 16:31 PM

Con la voz quebrantada por la emoción y después de dos intentos, el padre de Carlos Emilio Lampe Porras, Juan Carlos Lampe Gonzales, nos atiende para contarnos un paso a paso de la vida deportiva del arquero nacional que firmó un precontrato con Boca Juniors y que será presentado este lunes, después del avance del xeneize a las semifinales de la Copa Libertadores. Siempre estuvo vinculado al deporte, pero no precisamente bajo los tres palos. Primero practicó taekwondo, después básquet y también jugó de ‘9’, es más, lloró porque quería ser delantero.

Así lucía Carlos cuando practicaba taekwondo

Según su papá, el arquero que está siendo observado por el continente, a sus 10 años fue campeón nacional de la disciplina de contacto, pero a la vez era portero en su colegio, pero siempre insistió demasiado en ser atacante. “Tuve que hablar con su profe para que lo ponga de ‘9’ porque no me dejaba de insistir, pero le hice entender que su constitución física no le daba para esa posición”, recuerda Lampe Gonzales.

A sus 16 años, Lampe ya había disputado un sudamericano de baloncesto, pero un día, el ahora golero, reflexionó junto a su padre y le dijo: “Creo que no vamos a ganar nada con el básquet”. Juntos -como siempre estuvieron- decidieron salir barrio por barrio para mostrar sus cualidades hasta que le tocó ingresar a la universidad, pero primero estuvo en el equipo de básquet y, por una charla, Juan Carlos se enteró que necesitaban segundo arquero en el equipo de la institución educativa –Universidad- y lo ficharon.

Lampe con su uniforme de básquet

Lampe tuvo la oportunidad de disputar sus primeros partidos por la lesión de un compañero. Disputó la Copa Simón Bolívar, brilló y fue convocado por Óscar Villegas, que en ese entonces era el director técnico de las divisiones menores de Bolivia. “Me dijo (Óscar) que él confió en mi hijo y que no lo defraudó”, recuerda su papá, que además resalta que las palabras del entrenador cochabambino fueron claves en la carrera de su único hijo varón.

Desde ahí llega lo que conocemos

En 2007 fichó para Bolívar –volvió en 2012- y no detuvo su crecimiento futbolístico. Pasó por Guabirá (2008), Universitario de Sucre (2009-2010), San José (2011 – 2012 / 2013 - 2015) y Sport Boys (2015-2016). Después de estar en el Toro dio un salto al fútbol chileno, fichó para el Huachipato, club en que dejó escrito su nombre el viernes cuando batió el récord de Roberto Ortiz (457 minutos), ya que registró 462 minutos sin recibir goles. Ahora llegará a Boca Juniors.

Su familia

Lampe siempre ha estado acompañado de su padre, pero también de su madre Cecilia Porras y de sus hermanas Ericka y Claudia, esta última fue una reconocida basquetbolista y modelo que ahora reside en Estados Unidos.